La familia Botín recibe el visto bueno para convertir un jardín en campo de golf
El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Viceconsejería de Medio Ambiente, ha dado el visto bueno a la conversión de un jardín rústico y una zona de pradera en un campo de golf privado, dentro de la finca propiedad de la familia de Emilio Botín en el término municipal de Piedrabuena (Ciudad Real), y cuyo promotor es Agropecuaria El Castaño. El Diario Oficial de Castilla-La Mancha publica la resolución de informe de impacto ambiental, donde precisamente establece que esta actividad no requiere de evaluación de impacto ambiental ordinaria.
Según este informe, el proyecto se encuentra iniciado pero no totalmente ejecutado, unos hechos que fueron denunciados por la Unidad de Coordinación de Agentes Medioambientales de la Dirección Provincial de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural. Fue por este motivo que el órgano ambiental estimó necesario el inicio del procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) al considerar que las actuaciones proyectadas podrían suponer un incremento significativo en la utilización de recursos naturales.
Concretamente, el proyecto consiste en la remodelación y mejora del jardín rústico y la pradera que existe en el entorno de las Casas Nuevas de El Castaño, que tienen una antigüedad de unos 21 años. El objetivo es mejorar la integración de la pradera en el entorno natural realizando una transición de las zonas de pradera a la zona de monte autóctono, prolongando la pradera que se introducirá en el monte natural circundante y reduciendo la superficie del césped regado.
Para ello, se sustituirán las especies que componen el césped por otras más adaptadas al clima mediterráneo. Entre ellas, el trasplante de unas 22 encinas, y la erradicación de un pequeño bosque de eucaliptos y pino radiata. En la pradera existen dos charcas artificiales y algunos bancales de arena, elementos que junto a varios hoyos y adecuado mantenimiento permiten, según indica el promotor, la práctica del golf. Asimismo, al sur de la pradera existe una zona encharcable que se prevé adaptar para refugio de anfibios. La superficie inicial del ámbito del proyecto engloba unas 7,2 hectáreas, pero con la nueva actuación proyectada la superficie objeto de proyecto se incrementa en unas 5,2 hectáreas.
En el informe se detalla que la zona de actuación se encuentra incluida en área de importancia del buitre negro, cigüeña negra y águila imperial, así como del lince ibérico. Asimismo, señala que el proyecto podría afectar a un elemento geomorfológico de protección especial, afloramientos de origen volcánico, al oeste de la zona y los posibles impactos que pueden producirse en este tipo de proyectos durante la fase de construcción.
Propuestas del promotor sobre trasplante de encimas y pastor eléctrico
Por ello, el promotor propone algunas medidas preventivas y correctoras al impacto ambiental. Entre ellas, y sobre el trasplante de las encinas, se detalla que en el caso de que este método no sea efectivo, se reforestarán 0,5 hectáreas por encina que no agarre. Igualmente, por motivos estéticos y paisajísticos se prevé la utilización de especies forestales arbustivas y arbóreas de jardinería no autóctonas de la zona, sin que ninguna de las especies a utilizar esté incluida en el Listado y Catálogo Español de especies exóticas invasoras.
Por último, propone la instalación de un vallado doble de exclusión para evitar el ahogamiento de animales, primero con pastor eléctrico, para animales de tamaño grande y mediano, e instalación de una malla tipo conejera en el perímetro del vaso. Se propone la instalación de 30 cajas nido para páridos y 10 para quirópteros en la zona de pradera como mejora para la fauna.
Por su parte, la resolución establece que se adopten medidas preventivas sobre recursos naturales del área, protección de fauna, vegetación, sistema hidrológico, paisaje y patrimonio; así como la generación de residuos y el riesgo de accidentes. Con todo ello, la Dirección Provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural resuelve que el proyecto no necesita someterse a una evaluación de impacto ambiental ordinaria por estimarse que no tiene efectos significativos en el medio ambiente, siempre que se cumplan las medidas ambientales que propone el promotor y los requisitos ambientales citados.
