Los geólogos señalan que la falta de estudios adecuados en el ATC puede provocar sobrecostes
La dimisión de Francisco Gil-Ortega y el “punto muerto” en el que se encuentra el proyecto del ATC ha llevado al Colegio de Geólogos a recordar nuevamente que aprobar proyectos y adjudicar obras en una legislatura política de cuatro años conlleva el riesgo de no tener el apoyo de estudios geológicos adecuados. No sólo se trata de una cuestión de seguridad, sino también de unos posibles sobrecostes que llegan hasta el 30% por encima del coste inicial. Así, han pedido al Ministerio de Industria que se tomen el tiempo “técnicamente necesario” para adjudicar estas obras.
Se trata, señalan, de un proyecto estratégico con una vida útil de unos 100 años, por lo que medidas técnicas que aseguren la estabilidad de su estructura son necesarias. Los profesionales han señalado que las “prisas” con las que la empresa liderada por Francisco Gil-Ortega gestionó el proyecto y el concurso de adjudicación del ATC sólo conducen a sobrecostes en la obra final y también a incertidumbres en la estabilidad estructural del llamado ‘cementerio nuclear’.
El Colegio de Geólogos cree que se debe esperar a que se cumplan los requerimientos previos que se establezcan desde el Consejo de Seguridad Nuclear. Además, los profesionales han señalado que los estudios geotécnicos han indicado que si no se analizan todos los riesgos ni se realiza un estudio con calma, se puede llevar a sobrecostes importantes, debido a los suelos con carstificación y disolución de yesos, arcillas expansivas y zonas inundables.
Si no se realiza un análisis del coste y el beneficio que tendrá el proyecto en Villar de Cañas, se deben investigar otras opciones que sean más favorables desde el punto de vista geológico. Los geólogos señalan que si no se cumplen estos criterios, la adjudicación del ATC durante esta legislatura será imposible. “Al pretender que el proyecto y adjudicación de la obra, sea aprobado en una legislatura, impiden que se hayan realizado los adecuados estudios geológicos y geotécnicos, que minimicen o eliminen posibles reformados del proyecto en las obras”, señala el Colegio.
Además, la institución señala que los reformados de los proyectos han sido una práctica “demasiado habitual” en España durante las últimas décadas y que ha sido muy criticada por la Unión Europea. “Múltiples obras de infraestructura se han adjudicado sin los adecuados estudios geológicos previos, lo cual ha generado sobrecostes de más del 30% sobre el presupuesto inicial”, finalizan los profesionales.
