La Unió critica que la Ley de la Cadena Alimentaria ha perjudicado a consumidores y productores
La Ley de la Cadena Alimentaria, aprobada por el gobierno del PP en 2013 “lejos de cumplir con los objetivos de un mejor reparto de los beneficios para todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, ha conseguido un efecto contrario al subir el precio que paga el consumidor y bajar el percibido por el productor en origen”, según la Unió de Llauradors.
El colectivo agrícola y ganadero ha presentado a los grupos parlamentarios un informe en el que se refleja “la ineficacia de la Ley de la Cadena Alimentaria” y donde se presentan las diferencias existentes entre los precios en origen y al consumidor de distintos alimentos que componen el 57% de la cesta de la compra.
Sin embargo, el estudio realizado por las organizaciones de la Unión de Uniones revela que las diferencias, durante los años 2014 y 2015, no se han reducido y en algunos productos se han incrementado además de una manera muy evidente en algunos casos.
Así los precios pagados a los productores han bajado en vegetales en su conjunto un 3,2% y en producción animal un 4,6%. Los precios a los consumidores continuaron subiendo en 2016: los precios de los alimentos en su conjunto han subido un 1,3% más entre septiembre de 2015 y septiembre de 2016. De este modo los consumidores han disminuido su consumo un 0,3% y han gastado un 1% más por los alimentos, mientras que ha habido un aumento del margen de beneficio de los intermediarios.
La organización pone en evidencia que el IPC de los alimentos ha aumentado el doble que el IPC General y los posibles descensos de precios a consumidores en determinados productos, se han repercutido con carácter general sobre el productor, no sobre el margen del resto de la cadena.
“Transcurridos prácticamente tres años desde la entrada en vigor de la Ley, no se observan avances reseñables en su objetivo de equilibrar la cadena alimentaria, sino, más bien, todo lo contrario”, afirman desde la organización. “A pesar de las grandes ventajas que vendieron en su día con su aprobación, se demuestra que la distribución y la industria han aumentado sus márgenes a costa de los precios bajos a productores y precios altos a consumidores”, concluyen.