Nuevo curso
Veo sin excesiva sorpresa, que como se dice ahora, se reinicia el curso político, es algo así como si los políticos ejercientes, estuviesen en la categoría de los alumnos o estudiantes, lo cual bien visto y siendo magnánimo da muchas veces esa impresión.
Pero este inicio de curso trae algunas sorpresas o novedades, unas buenas y otras cuanto menos sorprendentes para los incautos observadores. La gestión de la pandemia que se ha echado a la espalda Ximo Puig, entiendo que hay que calificarla de razonablemente satisfactoria, el lado no tan positivo por no decir negativo, ha sido el paulatino pero imparable deterioro de la maltratada atención primaria, es decir, la primera línea de defensa de la salud de los ciudadanos , y ahí se hace agua, ya se hacía antes de la pandemia con la casi virtual Barceló al frente y en eso estamos.
Lo que más llama la atención es que el programa de materias en el ámbito territorial nuestro, sigue siendo casi clavado al del curso anterior, y eso solo quiere decir que avanzamos poco. El PSPV-PSOE, es incapaz de mover esa pesada losa de la infrafinanciación, Martinez sigue a lo suyo con su megapuerto negacionista, y el PP del sureño Mazón, una vez liquidada sin piedad Isabel Bonig, vuelve a las andadas clásicas: lengua, trasvase, catalanismo, provincianismo, etc., se nota que el nuevo líder, tomo lecciones particulares de su maestro Zaplana, quiero suponer que en cuestiones políticas y no en el ambito del mundo de los negocios oscuros.
A mi juicio y no solo en clave valenciana, pero aquí más, la salida inesperada y no explicada por el líder máximo socialista, de José Luis Abalos, del Gobierno y de la dirección federal del PSOE, puede ser una buena noticia en clave interna para algunos militantes del PSOE, pero no creo que sea favorable a los intereses generales de los valencianos, en todo caso espero que tarde o temprano se podrá más menos saber y valorar, si su ausencia del Consejo de Ministros nos resulta desfavorable.
En otra clave, pero también sorprendente y preocupante es la dimisión del Vicepresidente Dalmau (Podemos), del Consell de la Generalitat, en el ecuador de la legislatura y cuando transmitia sensación de saber hacer y prudencia, dos virtudes nada desdeñables en la gestión pública. La autocapacidad destructiva de Podemos, parece que no tiene limite , tan es así, que al final acabaran favoreciendo el regreso al Consell de la derecha rancia, que en esta tierra tanto daño ha causado. Digo esto, sin animo alguno de infravalorar al sustituto Hector Illueca, que en un ejemplo de sacrificio y entrega, abandona un puesto muy relevante junto a la vicepresidenta Yolanda Diaz, y desembarca en la GVA. No hay que olvidar que Illueca es Inspector de Trabajo, un colectivo de funcionarios muy importantes a la hora de la protección de los derechos de los trabajadores y que el PP, había olvidado.
En el capítulo de las sorpresas y en este caso del esperpento y atrevimiento sin limites, aparece Francisco Camps, que se va por fín, del Consejo Jurídico Consultivo, eso sí con coche oficial y personal de la GVA, a su servicio y a consta de todos los contribuyentes.Y además se nos ofrece como futuro candidato a Alcalde de Valencia, es difícil ver espectáculo tan grotesco como el que nos quiere ofrecer Camps, pero seguro que sus compañeros y compañeras Mazón y Catala, están que trinan con la ocurrencia del hombre de los mil trajes.
No quiero excederme en metraje, pero no puedo dejar de mencionar la ocurrencia de volver a postularse (RCNV), en estos momentos para otra edición de la Copa América de Vela, pero si dire , que ni es el momento ni la ocasión, solo hubiera faltado a los proponentes apuntarse a la lista de peticiones de fondos europeos para financiar el montaje del evento. Sin comentarios.
Es sorprendente que no se observen en el plan de estudios, materias que afecten más de cerca a los ciudadanos/contribuyentes, que sin dejar de lado lo trascendente, intenten resolver problemas cotidianos que al final se van acumulando y se convierten en un problema mayor. Y me quiero referir entre ellos al deterioro imparable de la gestión ordinaria de las diferentes administraciones públicas. Los datos del nivel de ejecución de los presupuestos, las carencias de personal, la tardanza en las resoluciones, etc. pone de manifiesto claramente, la falta de medios y voluntad política.
Esta materia es muy preocupante y transcendente, porque el día a día de la gente, pasa por resolver con eficacia y eficiencia sus necesidades, que muchas veces no requieren de grandes medios.
Espero se incorpore al plan de estudios del nuevo curso esta materia, pienso que sería muy interesante, porque al final el bien común y el tan olvidado interés general, es lo que realmente importa.
*Francisco Asís Serrano Martín, abogado. Letrado en excedencia de la Sindicatura de Cuentas de la Generalitat Valenciana
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