La pobreza se cronifica y se ceba especialmente en los menores de edad
“La situación de pobreza en muchas familias se ha cronificado y eso hace que a pesar de que los beneficiarios de ayudas directas bajen, las ayudas que necesitan estas personas se incrementen porque los problemas se acumulan y cada vez son más graves”.
Así han valorado el director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande, la secretaria general de la entidad, Fani Raga y el Delegado Episcopal, José María Taberner, la situación actual de las personas en riesgo de exclusión, según se desprende de la memoria institucional de 2015 de la entidad presentada este miércoles.
Según el informe, la entidad dio apoyo el año pasado a 71.869 personas, un 17% menos que en 2014, principalmente por el descenso de la población extranjera que se viene produciendo en la Comunitat Valenciana.
Del total de beneficiarios, un 33% fueron menores de edad debido a que el perfil mayoritario de atendidos fue el de familias monoparentales con hijos, principalmente con mujeres como cabeza de familia (un 73%). También las parejas jóvenes. Además, y un 53% fueron españoles, un punto menos que en 2014.
Por otra parte, un 74% de las personas atendidas ya han recibido ayuda en alguna ocasión, tres puntos más que en 2014, y solo un 26% recibieron atenciones por primera vez, lo que refleja la situación de cronocidad de los beneficiarios.
En el acto, los responsables de Cáritas Diocesana se han referido “a la constante pérdida de derechos” de las personas a las que acompaña la institución. En este sentido, por ejemplo, la entidad logró alojar a 140 en los 25 pisos habilitados para personas migrantes y refugiadas, familias y personas sin hogar.
También consiguió reinsertar laboralmente a 1475 personas y 941 asistieron a uno de los 48 cursos de formación puestos en marcha por los equipos de empleo (50 en toda la diócesis) y las Cáritas parroquiales. En cuanto a alimentación, la organización dispone de 52 economatos de los que se beneficiaron 8102 familias a lo largo del año pasado.
Por último, se invirtieron 85 642 euros en ayudas de farmacia y por lo que respecta al derecho a la educación, 501 adultos y 870 menores participaron en los 30 proyectos promocionales para la Familia y la Infancia en todo el territorio diocesano.
En total, Cáritas obtuvo unos ingresos el año pasado de 4,3 millones de euros, un 65% procedente de fondos propios. De ellos, se destinaron 3,2 millones a ayudas de atención primaria, la mayoría para alimentación (un 58%) y para pago de suministros, hipotecas y alquileres (un 29%).