El movimiento feminista y las instituciones valencianas reclaman el fin de la pandemia machista
Zapatos rojos, sillas vacías o siluetas con forma de mujer, una por cada víctima mortal de violencia machista. Como en tantas otras fechas, el 2020 deja una jornada reivindicativa atípica en el día por la erradicación de las violencias machistas a la que los colectivos feministas se han adaptado para reivindicar una sociedad libre e igualitaria. Esta año deja atrás las concentraciones multitudinarias y las manifestaciones masivas, que dejan paso a concentraciones simbólicas, actuaciones en las redes sociales e iniciativas de apoyo desde casa. En 2020 han sido asesinadas en España por sus parejas o exparejas 41 mujeres y tres menores, un total de 1.074 desde 2003. Del total, cinco mujeres (tres en Valencia, una en Alicante y otra en Castellón) han sido asesinadas en la Comunitat Valenciana este año y 136, desde 2003.
La Asamblea Feminista de València ha adaptado la performance de las zapatillas rojas, ideada por Elena Chauvet en 2009, en la Plaza Pinazo de la capital valenciana; mientras que la Coordinadora Feminista de Valencia ha organizado otra performance en la Plaza del Ayuntamiento varias horas después. El objetivo de todas, visibilizar la “pandemia machista”, y recalcar: “Ante la violencia patriarcal, la lucha, organización y autodefensa feminista”. Los colectivos recuerdan que las violencias machistas interseccionan con otras formas de violencia -racista, institucional, LGTBifobia, pobreza, discapacidad- y generan situaciones de vulnerabilidad extrema para las mujeres. La pandemia, recuerdan, ha supuesto una vulnerabilidad añadida para las mujeres en situación precaria, para las trabajadoras de sanidad y servicios sociales -expuestas constantemente al virus-, para las que se ven obligadas a convivir con su maltratador o para las prostituidas, que viven a diario en una situación permanente de violencia. El coronavirus sí ha entendido de género.
Las instituciones coinciden en señalar que “el silencio” frente a estas violencias “te hace cómplice” de las mismas y en señalar a los agresores, interpelarles y recordarles que no tienen cabida en una sociedad democrática.
La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, recordaba tras los minutos de silencio institucional que la violencia machista “no es una lacra” sino “el resultado del patriarcado”. Por su parte, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, animaba a las instituciones a ser la “voz” contra la violencia machista: “En estos momentos de negación de la violencia machista por algunos partidos políticos, tenemos que ser la voz de las víctimas y recordar que el día contra la violencia machista debe ser todos los días”. Mientras, el Parlamento Valenciano ha recibido a representantes de la asociación Alana, un colectivo de mujeres supervivientes, que ha entregado el manifiesto de diversos colectivos a la representación de la Cámara.
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