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Rafael Climent: “Si no controlamos ciertos proyectos cada vez habrá más gente con problemas para llegar a fin de mes y otra que no sabe qué hacer con tanto dinero”

Rafael Climent, conseller de Economia Sostenible de la Generalitat Valenciana. / Jesús Císcar

Carlos Navarro Castelló / Laura Martínez

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El proyecto urbanístico del Valencia Club de Fútbol, la ampliación norte del Puerto de Valencia, la gestión de los recintos feriales y los fondos europeos y las políticas activas de empleo son algunos de los asuntos a los que el Gobierno del Pacto del Botánico debe hacer frente mientras se supera la última etapa de la pandemia. Todos ellos están sobre la mesa de Rafael Climent (Muro d'Alcoi, 1960), exalcalde de Compromís en su localidad que en 2015 fue nombrado conseller de Economia Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo de la Generalitat Valenciana.

Más interesado en el crecimiento económico como motor para la redistribución de la riqueza que en la expansión de las grandes mercantiles, de perfil discreto y escasa exposición pública, el conseller trata con el tejido empresarial valenciano, al que anima a relocalizar su producción e incorporarse a la transición energética y ecológica. Desde su despacho en la torre de la Ciudad Administrativa 9 d'Octubre, conversa con elDiario.es.

Un asunto complejo de gestionar para el Gobierno valenciano es el del Puerto de Valencia. ¿Los informes que aseguran que crearía miles de puestos de trabajo justifican la ampliación?

No. En ningún momento hemos visto que esos números sean reales. Los estibadores dicen que incluso perderían puestos de trabajo. Como conseller de Economía no he visto datos racionales, reflexivos y argumentados que digan que la ampliación del puerto va a generar más trabajo.

Es lo mismo que cuando se planteaba Intu Mediterráneo. En las Corts Valencianes he escuchado desde la oposición que crearía entre 2.000 y 8.000 puestos de trabajo, que cómo no iba a aceptarlo con esas cifras. El problema que tenemos es que no hacemos las cosas de forma racional. Tiene que haber estudios que indiquen su impacto en la economía de alrededor. Cuando planteas qué sucedería con el pequeño comercio en Paterna, te responden: es el capitalismo, amigo. Pero nosotros estamos para gobernar desde la cohesión. Es el primer objetivo de un gobernante, reducir la desigualdad entre la gente. Si no controlamos ciertos proyectos hacemos que cada vez haya más gente con problemas para llegar a final de mes y otra que no sabe qué hacer con tanto dinero. Estas cosas se deben analizar bien. Hay que planificar, racionalizar los proyectos. Venimos de años en lo que todo han sido ocurrencias sin mirar el impacto.

¿Aunque las previsiones de empleo fueran verosímiles, justificaría el impacto ambiental y territorial?

Tampoco. Cuando hablo de sostenibilidad, hablo de tres vertientes: la intersección entre lo económico -que las empresas ganen dinero-, lo social -que revierta sobre la gente- y, sobre todo, el ecosistema natural, la preservación del territorio. Sostenibilidad es saber conjugar la vertiente económica con la social y ambiental.

Tenemos una línea que va a proyectos sostenibles para empresas y cada año nos falta dinero. Poco a poco vamos cambiando mentalidades. Si no las cambiamos estamos perdidos, por muchas leyes que hagamos. Para consolidar un proyecto necesitamos luces largas y muchos años. Si no, todos creeremos que esta es la Valencia del pelotazo y que todo va bien.

Los defensores de la ampliación intentan crear esa dicotomía entre expansión del puerto o pérdida de empleo, plantean que si no se hace la ampliación poco menos que el Puerto se irá a pique.

¿Tenemos un estudio de necesidades del tejido productivo valenciano para ampliar el puerto? ¿Hay una necesidad real? ¿Se han hecho esa pregunta? Si existe, planifiquemos la ampliación con medidas de sostenibilidad o busquemos alternativas. Tenemos cinco puertos. Yo creo que si tenemos que ampliar algún puerto deberíamos analizar Sagunto. Este Gobierno ha decidido que un polo industrial potente es Sagunto. Cuando llegamos al Gobierno, el polígono Parc Sagunt estaba parado, lo acabamos urbanísticamente y ahora está lleno y trabajamos con otros 6 millones de metros cuadrados para hacer de esa zona un polo industrial potente. Si planificas bien, se puede conectar con el Corredor Cantábrico, ¿pero por qué no desarrollar también el puerto? Se han de estudiar alternativas factibles.

Para el cambio de mentalidad que indicaba antes los fondos europeos son cruciales. Su conselleria parece que hasta ahora ha tenido un papel discreto en ello. Esta semana se reunió con su homólogo catalán, Roger Torrent. ¿Qué proyectos tienen?

Los fondos europeos son cruciales si capilarizan. No sabemos bien los millones que van a llegar, cómo van a repartirse y quién va a ejecutarlos y eso me preocupa. La reunión con Roger Torrent iba en esa dirección, al margen del trabajo de proyectos conjuntos que seguiremos impulsando. Nos preocupa que los fondos deberían territorializarse, sin dejar a las comunidades autónomas y al municipalismo de lado por una cuestión de eficiencia, y que lleguen a las pymes. Si el dinero solo llega a las macroempresas vía PERTE -los llamados 'proyectos tractores'- tendremos un problema: los grandes serán más grandes y los pequeños desaparecerán. El objetivo debería ser que llegaran a las pymes para poder reactivarse. Hay pymes que lo están haciendo muy bien y necesitan un empujón.

En estos momentos la única ministra que nos ha repartido fondos es Teresa Ribera, la responsable de Transición Ecológica. Tenemos cerca de 150 millones en distintos proyectos de los Next Generation, vinculados a renovables. Creemos que tendríamos que tener la potestad de hacer las convocatorias para que lleguen a las pymes, parece que cada vez centralicemos más el Estado. Los fondos son una inversión que hemos pagado en impuestos todos los europeos.

El informe sobre la prórroga de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) del nuevo estadio del Valencia CF que ha emitido su conselleria coincide con el del Ayuntamiento y con el de la conselleria de Política Territorial en que no procede ampliar los plazos, pero como novedad añade que debe seguir vigente hasta el año 2025. ¿Por qué considera que no debe anularse?

Por el cumplimiento estricto de la legislación vigente. Nosotros pensábamos que, si no seguíamos la línea que hemos seguido de mantener la ATE, el tema se hubiera judicializado por lo que pensábamos que podía ser peor el remedio que la enfermedad. Cuando hay una judicialización de un tema como este, probablemente son años. Por lo tanto, pensábamos que siguiendo en la línea del resto de los informes, se debía denegar la prórroga. Considerábamos que teníamos que dar una primera audiencia de 10 días de presentación de alegaciones y, a partir de ahí, el club sigue teniendo tiempo para desarrollar la ATE. Si en este tiempo no desarrolla nada, se tomarán las medidas, o antes, cuando se finiquite el plazo de la segunda fase. También habrá informes ahí y habrá que tomar las decisiones oportunas. Pero creo que debemos ser responsables y garantistas en el hecho de que no podemos ir a la derogación, que es lo que muchas veces he escuchado.

Territorio ya prepara otro estudio sobre la caducidad de la segunda fase por la cual ya deberían de estar finalizados el nuevo estadio y el polideportivo de Benicalap. ¿Podría entrar ese informe en la conveniencia de anular la ATE, es decir, resolver que habida cuenta del incumplimiento procede su derogación más allá de una sanción económica?

Lo veremos en su momento, pero lo que es cierto es que las sanciones irán adelante y por tanto también las puede haber por incumplimiento de la segunda fase. Yo soy de los que cree que en estos momentos no deberíamos ir más allá. Sobre todo, por mostrarnos empáticos. Yo siempre hago una reflexión. Aquí debemos ser racionales a la hora de tomar una decisión porque estamos hablando del Valencia CF y, cuando se habla del Valencia CF, muchas veces se habla más de fútbol que del tema que estamos tratando, que es un tema urbanístico. Por eso digo que debemos ser racionales, debemos cumplir la legalidad y debemos ser garantistas.

¿Ese segundo informe de posibles penalizaciones de Política Territorial también lo debe validar su conselleria?

Sí, porque al final el informe definitivo que llega al Valencia CF depende de la Conselleria de Economía Sostenible, que es otra de las cuestiones que he escuchado, sobre quién tiene o deja de tener la competencia. Eso ha quedado ya finiquitado viendo la realidad del último informe. Se trata de un debate en el que yo no he entrado ni entraría porque al final es la Generalitat Valenciana la que hace llegar la decisión final al club. Por lo tanto, la Generalitat no se ha de dicotomizar entre Compromís y PSPV porque, además, con el mestizaje hay representantes de ambos partidos en ambas conselleries y en este tema hay una coordinación desde hace tiempo. Con el conseller de Política Territorial, Arcadi España, lo he hablado y hasta tuvimos una reunión con el presidente Ximo Puig donde marcamos las líneas en las que íbamos a trabajar.

Sería extraño entonces que ese informe de Política Territorial se rechazara o no se asumiera por parte de su conselleria.

Ese informe entre comillas sí que es vinculante pero se tiene que ver también jurídicamente por parte de los juristas de la Conselleria de Economía Sostenible.

¿Le da la sensación de que el club está jugando con la Generalitat?

A mí particularmente no. Yo tuve una reunión hace un tiempo con el presidente Anil Murthy y tengo que decir esa sensación no la ha tenido ni la tengo. Otra cuestión es que igual el club pueda tener problemas financieros o no sé de qué tipo, pero esa sensación yo no la tengo. De hecho, le comenté que hasta ahora todo habían sido palabras y ningún escrito y le dije al club que lo normal es que la interlocución de la administración con los administrados sea vía escritos. No tardaron mucho tiempo en tramitar el escrito de solicitud de prórroga.

El Valencia debe avalar de alguna forma para poder ejecutar la ATE

¿Adquirió en esa reunión algún compromiso firme el presidente Murthy para tratar de buscar soluciones?

Mi sensación en esa reunión era la de ser propositivos e intentar buscar soluciones. Esa fue mi impresión. Después debo decir que mi equipo ha tenido alguna que otra reunión más con los abogados del Valencia CF, hablando de toda la situación, y las perspectivas de esas reuniones han sido positivas. Después hay que valorar los hechos. Uno puede decir que está predispuesto pero luego están los hechos. Aquí hay una realidad y es que se debe avalar de alguna manera, se debe poner dinero de alguna manera, para poder ejecutar la ATE y muchas veces he escuchado en este tiempo que el escrito es insuficiente. Cuando se dice eso es porque la administración necesita un aval que sea suficiente para poder sacar adelante un proyecto determinado.

Comentó hace unos días que se abre un abanico importante de posibilidades con la vigencia de la ATE más allá de Meriton. ¿A qué se refería?

No lo sé (sonríe).

¿Le consta que haya algún grupo empresarial interesado en adquirir el club?

Cuando hablo de diferentes vías es porque hay diversos grupos, no solo uno, que están trabajando otras posibilidades de cara al Valencia CF y por eso también el cumplimiento de la ley conforma una cierta empatía a la hora de que nosotros estemos hablando del Valencia CF y no de Meriton, porque eso se confunde. Lo digo porque en un momento determinado si tú hablas del Valencia CF estás hablando de la institución, la lleve quien la lleve. Y ahí entra la palabra empatía a la hora de tomar decisiones. ¿Hubiera actuado alguno igual en la actual la situación con Meriton que si fuera alguna persona valenciana la que lleve el club? Pues nosotros, como administración, debemos actuar igual para dar confianza al administrado, para decirle que nosotros no actuamos en función de quién es, porque, si no, ponemos en entredicho la cuestión jurídica y el trabajo político.

¿Cree que mantener la ATE vigente es lo mejor para el club independientemente de quién lo gestione?

Claro que sí, para unos o para otros, porque yo sé que están los de Libertad, está Martín Queralt, quiero decir que deja abiertas muchas vías que pueden ser para el Valencia CF como institución más positivas de lo que mucha gente puede pensar. No puedo decir mucho más (sonríe).

¿Sin entrar en nombres, le consta entonces que hay empresarios interesados en adquirir el club?

Sí que hay, lo que pasa es que es que en materia de inversiones una premisa es la discreción. Sin discreción se pueden romper las inversiones.

Supongo que para cualquier inversor es más interesante el club con la ATE que sin ella.

Por ejemplo. Y que hay inversores que son conocedores de toda la realidad y que están trabajando en ver de qué manera pueden solucionar el tema. Lo normal es que estamos hablando de un tema financiero que se puede solucionar pero que después también puede tener detrás un tema deportivo porque no hay que perder de vista que el tema deportivo también es económico.

Hablemos de otra ATE. ¿Podemos dar ya por enterrado definitivamente el proyecto de Intu en Paterna o queda algún recurso por resolver?

Creo que estamos en el proceso de informes. Ahora debe haber una serie de informes para finiquitar Intu Mediterráneo y yo creo que esos informes estarán ejecutándose por parte de Política Territorial. Algunos de ellos nos los trasladarán y algunos nos pedirán también para que los hagamos de cara al cierre definitivo. Es el proceso administrativo habitual.

¿Tras la negativa de la Abogacía a la posibilidad de convertir las ferias en corporaciones privadas bajo tutela pública, ya hay una nueva fórmula definida?

Estamos aún teniendo reuniones, de hecho, creo que hace pocos días hubo una reunión con los empresarios, con la gente de las ferias, para ir marcando la hoja de ruta. La idea es ir a una empresa pública que debería de englobar Feria Valencia y Feria de Alicante en el ámbito de mantenimiento y de inversiones básicamente. Y después, con dos líneas de gestión, una diferente para cada feria, pero también enganchadas a la mercantil. Es a lo que vamos, que es la condición para poder absorber la deuda. El problema siempre lo hemos tenido en la deuda, que en la de Feria Valencia está ahora cerca de 500 millones y en la de Alicante superaba los 70 millones. Lo que queremos es buscar flexibilidad para hacer contratos con operadores para dinamizar la feria.

¿Hay algún modelo de gestión similar en España o en Europa?

En España no, porque la mayoría son consorcios. No sé si Milán, pero creo que tampoco. Frankfurt tiene mucha inversión pública, depende mucho del Ayuntamiento y del lander, pero tiene una gestión privada. Aquí debemos buscar que se flexibilice de alguna manera y se dé una operatividad a la feria porque, si no entra el mundo empresarial, desde mi punto de vista va a ser más complicado dinamizarla. Eso buscando siempre la flexibilidad contractual porque en caso contrario se va a encorsetar mucho toda la gestión. Hemos de llenar todos los metros que hay allí, hemos de hacerla útil y rentable.

Su conselleria cuenta con el Observatorio de Trabajo Decente. ¿La recuperación económica es una recuperación real o los índices de precariedad siguen lastrando?

Hay cierta recuperación respecto a 2020, pero la bajada fue muy grande. Creo que deberíamos compararnos con 2019 y todo lo que no sea estar a esos niveles es trabajo pendiente. La precariedad y la temporalidad del empleo son dos asignaturas pendientes que tenemos como territorio, además de la falta de dignidad en los salarios. La renta per cápita en la Comunitat Valenciana está muy por debajo de la media y hay otros territorios que realmente tienen potencia industrial con una renta per cápita mucho más elevada: Navarra, País Vasco, Cataluña, Galicia... Debemos ganar en competitividad, pero sobre todo en salarios y creo que solo podrá ser a medida que generemos más industria.

Cuando el PP gobernaba incentivó la deslocalización y la producción en el extranjero. Ahora el mismo empresariado se da cuenta de la importancia de la relocalización, de producir aquí. La pandemia nos ha dado una lección: no teníamos el mínimo material para poder salvar a los que salvaban vidas, a los sanitarios y sociosanitarios. O comenzamos a localizar producción y a fabricar aquí lo que nos ayuda a sostenernos, o la dinamización económica no va a ser posible. Los valencianos somos comerciantes. Si hacemos más ya encontraremos la forma para venderlo en Europa. La industria ahora es digital y limpia, el tema medioambiental se puede salvar ahí.

Usted medió en el Congreso del Bloc, ahora Més Compromís, para evitar una lista dividida. ¿Además del conflicto por el cambio del nombre, cómo cree que sale el partido del congreso refundacional?

Fui equidistante. Pensé que tenía que serlo por mi representatividad, por no influir. Creo que hemos perdido un momento histórico. Entendía que este congreso debía ser exógeno, de cara a la ciudadanía, en el que explicar que somos un partido útil porque hemos hecho políticas transformadoras que benefician al interés general, que trabajamos por el bien común. Teníamos una ocasión para hacer un planteamiento de defensa de las políticas de Educación, Cultura y Deporte, con un conseller del Bloc -Vicent Marzà- y de Economía Sostenible, Comercio y Trabajo, pero también de explicar las políticas que hemos defendido con Joan Baldoví (en el Congreso) y Fran Ferri (en las Corts Valencianes). Era una oportunidad para que el mensaje llegara a la ciudadanía. Pero me he encontrado con un congreso endógeno.

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