9 d'Octubre a remojo

La sombra de la dana se apodera del día nacional valenciano

La amenaza de lluvias intensas apaga una fiesta oficial marcada por el eco de la tragedia de hace un año

Las altas temperaturas que el agua del Mediterráneo acumula a lo largo del verano conducen en otoño, al entrar la humedad sofocante en contacto con vientos fríos, a episodios de lluvias intensas, cada vez más torrenciales y más frecuentes, con un ritmo que este mes va de semana en semana. El cambio climático acentúa unos fenómenos habituales en el territorio valenciano y las alertas meteorológicas irrumpen una y otra vez. Como este 9 d'Octubre, en el que la amenaza de precipitaciones intensas y la consiguiente alerta naranja han obligado a suspender tanto los actos oficiales y festivos como las convocatorias reivindicativas.

La sombra ominosa de una dana (depresión aislada en niveles altos de la atmósfera) ha sofocado el pretendido despliegue de un millar de músicos a lo largo del recorrido en València de la procesión cívica, previsto por la Generalitat con la poco secreta intención de atenuar los gritos contra el jefe del Consell, Carlos Mazón, el más impopular de los políticos desde su negligente ausencia en otra dana que hace casi un año causó devastadoras inundaciones y se cobró 229 víctimas mortales, sin que los responsables atendieran adecuadamente la emergencia ni se lanzara a tiempo el aviso de protección civil.

Hay algo de metáfora o premonición en el hecho de que una dana apague la fiesta del día nacional valenciano y que la lluvia ponga a remojo la celebración del 9 d'Octubre. El protagonismo que la emergencia meteorológica asume de esta manera refleja la persistencia de la tragedia del 29 de octubre de 2024 en una opinión pública que no olvida ni perdona lo que ocurrió, por más que Mazón intente aparentar en sus intervenciones que no ha pasado nada y no existe lo que la politóloga Anna López, en un artículo sobre “la disputa política por el alma valenciana”, ha caracterizado como “una atmósfera de tensión política que traspasa los muros de las Corts y se filtra en conversaciones de calle y tertulias de café”.

“Deshacen el autogobierno por la vía de la incompetencia y del desprestigio. Ya no somos una 'nacionalidad' sino un simple 'Vixca, Vixca, Vixca'. ¿De qué sirve una Generalitat Valenciana si ni siquiera saben enviar un mensaje para evitar la muerte de más de doscientas veinte personas? ¿Para que sirve una institución que no vela por todo el mundo, particularmente por los más desfavorecidos?”, se preguntaba a su vez el sociólogo Vicent Flor, en un artículo titulado '(Des)fer país', publicado también en elDiario.es.

Así las cosas, resulta penoso que Mazón se refiera en su artículo institucional del 9 d'Octubre a la catástrofe de la dana con frases como “rendimos homenaje y recordamos con emoción a las víctimas de las riadas del año pasado, renovamos nuestras condolencias y respeto a sus familias y reforzamos nuestro compromiso de solidaridad para con los afectados y damnificados, por quienes seguimos trabajando incansablemente para su recuperación material y emocional”, sin la más leve disculpa o autocrítica. Y suena a auténtica provocación, con 229 muertos en la memoria, que lo encabece con ese “Vixca, vixca, vixca” folclórico y arcaizante. Un desficaci.

La versió en valencià d'elDiario.es

Totes les informacions sobre el 9 d'Octubre, les alertes meteorològiques i la repercussió de la dana, juntament amb altres notícies polítiques i socials, així com col·laboracions de caràcter cultural i articles d'opinió, es publiquen en la versió en valencià d'elDiario.es. La pots llegir ací.

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