Proyecto Hombre València alerta de que, por miedo a la estigmatización, solo un 19% de mujeres se trata las adicciones

“Las mujeres acuden menos a tratarse y cuando la adicción ya está muy avanzada porque hay una doble estigmatización social; el hecho de que esté peor visto socialmente que una mujer reconozca un problema, por ejemplo, de alcoholismo se ve agravado si tiene hijos, porque muchas veces se le cuelga la etiqueta de 'mala madre'. Por eso la mayoría de mujeres esconden el problema y vienen solas a tratarse, cuando los hombres suelen venir acompañados de sus parejas”.

El director de Proyecto Hombre en València, Vicent Andrés, alertó este miércoles del bajo índice de mujeres que deciden dar el paso de tratarse de sus adicciones. Según explicó durante la presentación de la memoria del pasado año de la entidad, las mujeres continúan teniendo mayores dificultades para acceder a tratamiento, son solo un 19% del total de personas atendidas en los programas de adultos y llegan más tarde al tratamiento, con una edad media de 42 años.

Para una de cada cuatro mujeres que comienzan programa con Proyecto Hombre la sustancia más habitual es el alcohol. Es este sentido, consideró necesario continuar introduciendo medidas que faciliten el acceso de las mujeres a tratamiento y su adherencia al mismo: “Priorizamos su acceso a tratamiento en la medida en que hay unos factores de riesgo en determinadas mujeres, planteamos unas primeras entrevistas antes de iniciar tratamiento, para que puedan entrar directamente tanto a comunidad como a tratamiento ambulatorio. Luego, dentro del tratamiento hay una atención individual específica, pero también se ha introducido grupos de mujeres, puesto que la mayoría de pacientes son hombres y en algunos casos se requieren otros espacios, por violencias que hayan podido sufrir durante su adicción”.

Proyecto Hombre atendió el año pasado a 1.387 personas, iniciaron tratamiento un total de 953 personas y 898 familiares en los Centros de Día de València, Gandia y Ontinyent, en el Área de Prevención, las Comunidades Terapéuticas de València y la Comunidad Terapéutica Intrapenitenciaria situada en el Módulo I del Establecimiento Penitenciario “Antonio Asunción” de Picassent. La demanda de tratamiento en todos los programas creció en 2021 un 14% respecto a 2020 y un 2% respecto a 2019.

Como en ejercicios anteriores, las sustancias de mayor consumo fueron la cocaína, que representó un 37%; la cocaína y el alcohol, un 26%; el alcohol, un 18%, y el cannabis, un 6%. El consumo de alcohol y benzodiacepinas (ansiolíticos e hipnosedantes) suele estar presente en la mayoría de las adicciones, aunque no se perciba como problemático. En un 44% de las personas en tratamiento está presente el consumo de alcohol.

En cuanto al perfil, no varía con respecto a otros años. En adultos predominan los hombres mayoritariamente de origen español, con una edad media de 41 años, consumidor de cocaína, soltero y en paro. En cuanto a las personas jóvenes, el perfil mayoritario es el de hombre, mayoritariamente de origen español, con una media de edad de 19 años, consumidor de cannabis, soltero y estudiante, con adicciones también a las redes sociales o las apuestas online.

Andrés, destacó “la importante labor del Programa de Prevención Selectiva e Indicada que ofrece alternativas de asistencia dirigidas exclusivamente a jóvenes y adolescentes, con conductas de riesgo”. Además, recordó, como en años anteriores, que “la percepción de riesgo de consumo de cannabis es muy baja, refiriéndose en muchas ocasiones como un consumo no problemático”.

Dentro del trabajo de inserción social en personas privadas de libertad se destaca que 46 personas, por encontrarse en tratamiento, se han beneficiado de medidas penales o penitenciarias que han facilitado su reinserción sociolaboral. Y nueve personas sin apoyo familiar han podido completar su proceso de inserción acogidas en la vivienda de integración que posee la entidad.

Entre las conclusiones más destacadas por la Fundación Arzobispo Miguel Roca–Proyecto Hombre destacan “la ausencia generalizada en la sociedad de percepción del riesgo respecto del impacto del abuso de determinadas sustancias legales, sobre todo, el alcohol y las benzodiacepinas y las apuestas deportivas, por lo que es necesario darle un nuevo impulso a la prevención”.

También, “la coexistencia del diagnóstico dual (drogodependencia y psicopatología psiquiátrica) en muchas de las personas atendidas y las situaciones de mayor vulnerabilidad a nivel socioeconómico, y que determinan un peor pronóstico, por lo que es necesario articular una mejor coordinación entre los sistemas sanitario, de salud mental y de inclusión social”.

La entidad consideró que “es necesario adecuar el Sistema Valenciano de Atención a las Adicciones a las nuevas necesidades, reforzando los equipos de la Unidades de Conductas Adictivas, aumentando las plazas de tratamiento en unidades de desintoxicación hospitalaria, centros de día, comunidades terapéuticos y servicios de tratamiento de las ludopatías”.

Además, destacaron la necesidad de implementar “nuevos dispositivos para la atención específica a jóvenes y menores” y “el esfuerzo que está realizando la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública para incrementar el presupuesto y el diálogo abierto con las entidades del Tercer Sector de las adicciones para desarrollar la acción concertada”.