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Doce tragos veraniegos para refrescar la garganta en las tardes de julio y agosto

EFE

Elisabeth G. Iborra

13 de julio de 2020 01:03 h

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El calor da sed y el agua es la bebida que, por excelencia, la quita... pero lamentablemente no es que tenga mucho sabor, aunque hace un tiempo que las comercializan saborizadas para paliar su insipidez. Pero es que, además, cuando estamos en vacaciones, nos apetece permitirnos caprichos que nos den placer y nos resulten más divertidos que una jarra de agua, que sin duda no deja de ser lo más saludable. 

Ni siquiera aunque esté fría el agua nos parece suficiente porque, en plena canícula, necesitamos aumentar esa sensación de que estamos bebiendo algo verdaderamente refrescante, que perdure, que tenga chispa y alegría para el paladar. En definitiva, necesitamos darnos el gusto de beber algo que nos proporcione endorfinas, así que aquí van nuestras sugerencias y algunas recomendaciones, desde las más clásicas hasta algunas muy sorprendentes que igual ni siquiera sabías que existían.

Las variaciones de la cerveza a secas

1. Clara con gaseosa

En los años 50 se empezó a combinar la cerveza con gaseosa. Por eso se le llama clara, porque aclara el amarillo de la cerveza. Cuanto mejor y más fuerte sea esta, mejor estará, pues con cervezas ligeras puede parecer agua.

2. Clara de limón

También por entonces se le empezó a echar refresco de limón para dulcificar el sabor amargo del lúpulo de la cerveza. Se suele mezclar a partes iguales, pero cada cual con sus apetencias. 

3. Radler

Esta combinación proviene de la Alemania de los años 20, donde se mezclaba un 60% de cerveza pura y un 40% de limonada (sin gas). Está muy asociada al ciclismo porque servía para paliar la sed a altas temperaturas y su creador se situó en un lugar de paso de carreras ciclistas. En España es muy conocida su versión 2,5% Vol. que, además de refrescante, te permite tomar unas cuantas.

4. Shandy

Es la denominación inglesa de cerveza con zumo de limón, a partes iguales, normalmente de muy baja graduación. Como la Radler, ya hay marcas que la venden preparada, solo tienes que buscar la que te convence más. Por ejemplo, la de Cruzcampo solo tiene 0,9% Vol. y añade azúcar al aroma de limón. 

5. Canario

En algunos sitios llaman así al cóctel de granizado de limón natural con cerveza que te recomendábamos cómo hacer en este reportaje. No encontrarás otra fórmula más fresquita para la cerveza en ningún chiringuito.

Las posibilidades que permite el vino

6. Tinto de verano

Ya por el siglo XIX se hacía en España esta bebida que mezcla el vino tinto con limonada, normalmente refresco de limón con gas, pero también se puede hacer con limón exprimido, que será más ácido y menos azucarado, al gusto del consumidor, y añadirle gaseosa. En cualquier caso, échale hielo para que esté más fresquito durante más rato. 

7. Tinto con gaseosa

Que no es lo mismo que el tinto de verano pero bien sabían nuestros abuelos que eso estaba muy fresquito. ¡Y la de veces que te habrán dicho que si era con vino bueno, mejor!

8. El rebujito

En Andalucía, con una botella de fino o manzanilla y algún refresco carbónico bien frío puedes hacer esta bebida milagrosa para paliar la sed hasta en Sevilla en plena Feria de Abril. En una jarra helada y con hielo, agrega 200 ml de vino manzanilla, fino o Montilla Moriles, medio litro de gaseosa, Sprite o Seven Up y unas ramitas de hierbabuena (mejor si está escaldada, limpia y enfriada).

9. Sangría

Popular en todas las verbenas nacionales, se le denomina así porque su color se asemeja al de la sangre, así que con vino blanco no es sangría. Quién no habrá preparado o tomado una sangría casera a base de vino tinto con frutas frescas (no en almíbar) como naranja, manzana, melocotón, plátano o la que te apetezca, ¿verdad? 

Lo importante es que, una vez cortadas a trozos, las frutas maceren, durante dos horas al menos, en el vino bien removido con azúcar, antes de consumirla. Hay personas que le añaden algún otro tipo de destilado o de bebida con gas, aunque no se aconseja. 

Las mezclas de destilados

10. Agua de Valencia

Preparamos medio litro de zumo de naranja exprimido y colado, lo removemos, en una jarra con 50 centilitros de ginebra, 50 de vodka y azúcar al gusto, para que se disuelva el azúcar. Al final agregaremos medio litro de cava, lentamente para mantener el gas carbónico, que es lo más chispeante. Para rematar, además del hielo, agregaremos naranjas limpias y troceadas. 

11. Spritz

En este caso tenemos un aperitivo italiano alcohólico típico del área de Venecia y de Trieste, que originariamente combinaba agua con gas o soda y vino, pero actualmente se ha puesto de moda ya preparado bajo la marca Aperol, que es un licor digestivo hecho con naranja amarga, hierbas y una receta secreta. 

El cóctel lo puedes hacer directamente en una copa grande de vino o de balón, con media rodaja de naranja, un tercio de vino prosecco y dos tercios de cava, que sería el vino, afinándolo con gaseosa. También puedes usar, si quieres algo más sofisticado, campari para dar más entidad, cava en lugar de prosecco y Seven Up sustituyendo a la soda. Luego le pones unos hielos grandes y a disfrutar. 

12. Pomada

Bebida tradicional de Menorca que se ha extendido por todo Baleares y la costa Catalana. Se usa el gin Xoriguer, ginebra elaborada en la isla, pero puede emplearse otra con la condición de que no sea muy aromática. Se mezcla con limonada y gaseosa, o bien directamente con Fanta o Kas de limón. Si queremos darle un toque especial añadiremos un chupito de anís seco. 

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