Cinco ideas sencillas y originales para darle una segunda vida a tus flores
Ya no hay excusa para tirar a la basura ese ramo que empieza a marchitarse, ni para deshacerte de esas flores cultivadas en la terraza y a las que te gustaría darles un cambio.
Te proponemos algo: solo tienes que secarlas (es tan simple como colgarlas boca abajo) y, como mucho, en tres semanas ya estarán listas para comenzar una segunda vida original, sostenible y entretenida.
Marcapáginas, cuadros, decoración para las paredes, sales de baño y velas son solo algunas de las piezas que te servirán para darle un aire nuevo a tu casa, para tu propio disfrute o para convertirte en el rey o reina de los regalos handmade.
Marcapáginas
Lo fundamental es escoger las flores según el gusto de la persona que lo vaya a usar, aunque lo cierto es que, para poder hacerlo de manera óptima, deben ser flores pequeñas como la margarita o la paniculata, a no ser que no te importe tener que cortarlas en pequeños trozos.
Para hacerlo, solo se necesita papel adhesivo transparente: deberás recortarlo según la forma deseada del marcapáginas, abrirlo y colocar las flores previamente secas en la parte no pegajosa. Posteriormente, se cierra el papel adhesivo, se aplasta delicadamente con una tarjeta y, cuando esté bien plastificado, se recorta y ¡voilá!
Si quieres darle un toque de color puedes hacer lo mismo utilizando una base de cartulina o cualquier papel reciclado. Y para darle el matiz final, con una perforadora para papel y cartón, realizas un agujero en la parte superior para colgar una cinta o alguna cuerda reutilizada.
Cuadros
Es probable que no se te ocurra por qué cambiar esa foto que tantos años lleva dentro del marco decorando el salón. Las flores secas pueden darle un toque vintage y elegante al interior de ese marco y además, es muy fácil hacer el cambio, tanto, que la única complicación es pensar cuál va a ser su distribución.
Con la ayuda de unas pinzas de depilación para que las flores no se rompan en el intento, tendrás dos opciones para colocarlas: si el cuadro es de cristal por ambos lados, solo tienes que introducirlas entre ambos cristales.
De lo contrario, pon las flores secas en el orden que quieras sobre un papel o cartulina. Después, plastifica la parte de las flores para que no se muevan, cierra el marco y listo para decorar tu casa.
Flores en las paredes
Si la decoración del cuadro era sencilla, existe otra idea que aún lo es más. Consiste en secar seis o siete ramilletes diferentes de flores, a poder ser con tallo largo, por ejemplo, la lavanda morada o blanca o las dalias, entre otras que puedas encontrar.
Después, aprovechas para salir de paseo en busca de una rama medianamente recta de unos 50 centímetros. Agarra una cuerda a los laterales de la rama con la suficiente longitud como para que quede un poco colgante, ya que posteriormente deberás colgarla de un clavo en la pared que quieras decorar.
El siguiente paso consiste en colgar boca abajo los ramos de flores secas con cuerdas o cintas de colores, ya sea atadas al palo o colgando a diferentes alturas. Para finalizar, puedes colocar una pinza sobre cada uno de los ramos si quieres que quede disimulado el nudo.
Sales de baño caseras con flores secas
Los baños con sal tienen un efecto relajante que disminuye el estrés, libera toxinas, abre poros, relaja los músculos y, como habrás comprobado tú mismo al meterte al mar, desinfecta y cicatriza las heridas de tu cuerpo.
Puedes aprovecharte de estos beneficios haciéndolas de forma casera con un toque añadido: incorporar a las sales pétalos de rosa. Solo necesitas dos tazas de cualquier tipo de sal, aunque siempre será mejor la sal marina gruesa por sus componentes naturales.
Escoge un bote de cristal al que ya no sepas qué uso darle, mezcla la sal con la cantidad de rosas secas que desees y viértelo en el bote. Las rosas no solo le añadirán un toque de color, sino también de aroma, ya que este tipo de flores mantienen su olor aun estando secas.
Para una elaboración más completa, puedes añadir a la sal unas pocas gotas de colorante alimenticio del color que quieras, incluso aceites esenciales como el de geranio, pomelo, mandarina o mirto, que pueden darle un aroma cítrico a tu baño.
Estas sales pueden realizarse con cualquier tipo de flores secas y, adaptando los aceites y el colorante, pueden convertirse en un bonito regalo adaptado a los gustos visuales y aromáticos del afortunado.
Velas
Primero, selecciona las flores que más te gusten. Después, con un mechero, calienta la parte cóncava de una cucharilla. Sin perder el tiempo, coloca una flor sobre la vela de taco en el lugar deseado y presiona ligeramente y de forma intermitente la flor contra la vela.
¡Atención! Se hace con la parte convexa de la cucharilla porque si no se corre el riesgo de quemar la flor. Una vez la flor esté adherida a la vela, deja de presionar y repite el proceso con las otras flores hasta obtener el resultado deseado.
Una versión un poco más compleja se realiza creando tú mismo la cera para la vela. En una sopera, calienta cera de soja a fuego suave y, cuando esté líquida, deja que baje un poco la temperatura.
Entonces, añade colorante, las esencias que prefieras y remueve para después rellenar el o los envases que hayas escogido. Ya en el recipiente y tras dejar enfriar durante una hora, cuando la capa de arriba esté empezando a enfriarse empieza a añadir las flores secas que desees.
Si son muy grandes, lo idóneo es cortarlas en trozos más pequeños para que puedan verse distendidas por la parte superior de la vela. Cuando la vela esté totalmente fría haz un agujero con un palito y coloca la mecha encerada.
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