Nidos de calabacín con huevo: la receta de moda que es rápida, fácil y muy nutritiva
Uno de los protagonistas indiscutibles del huerto de primavera es, sin duda, el calabacín. Se empiezan a cultivar entre los meses de marzo y de mayo, en función de la región en la que nos encontremos y de las condiciones climáticas, y su recolección llega con los calurosos meses del verano. A partir de junio podemos empezar a recoger algunos ejemplares, hasta bien entrado el mes de septiembre. Si tienes un pedazo de tierra y quieres probar este cultivo, puedes preparar los semilleros a finales del invierno o bien sembrarlo directamente en el suelo cuando llegue su momento, en primavera.
El del calabacín es un cultivo bastante sencillo, y muy abundante. Para salir adelante necesita mucho sol y mucha agua. Es importante que el suelo en el que crecen esté húmedo. Cuanto más tiernos estén a la hora de cosecharlos, más alargaremos la vida de la mata. Se pueden recoger cuando tienen unos 20 o 25 cm de largo, y unos 6 de grosor.
Aunque podemos encontrarlos en mercados, tiendas de barrio y supermercados a lo largo de todo el año, consumirlos durante su temporada es la mejor opción.
Y aunque a priori pudiera parecer una verdura a la que se le puede sacar poco partido, nada más lejos. A las cremas frías o calientes de calabacín, se le pueden sumar un sinfín de recetas con esta fruta —botánicamente lo es al crecer a partir de una flor— como los calabacines al horno rellenos de casi cualquier ingrediente que se te pase por la cabeza, los nidos fríos con salmón, los gratinados en forma de lasaña, con forma de espiral haciendo las veces de espaguetis vegetales o incluso en ensaladas o encurtidos.
Otra forma de cocinarlos y que no te dejará indiferente son los nidos de calabacín gratinados con huevo. Una receta muy sencilla de preparar, rápida, rica, nutritiva y con una presentación espectacular. Digna de cualquier comida o cena rápida, pero también como tapa para degustar en una reunión con familiares o amigos. Es un plato, además, muy ligero pero a la vez muy completo. El huevo lo convierte en una receta alta en proteínas.
La receta de nidos de calabacín
Para preparar esta receta necesitarás solo media hora. Muy poco tiempo para un resultado tan espectacular. Estos son los ingredientes que necesitarás para cuatro comensales:
- 4 calabacines de tamaño pequeño, o bien 2 grandes
- Una cebolla o un par de cebolletas frescas pequeñas
- Un par de cucharadas de queso rallado, mejor tipo parmesano o mozzarella
- Dos cucharadas de pan rallado (es opcional, para darle más consistencia pero puedes saltarte este ingrediente)
- Una cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
- 4 huevos, uno por persona
- Sal y pimienta al gusto, u otro tipo de especias de tu elección
Lo primero que vamos a hacer es limpiar bien los vegetales y cortarlos. El calabacín lo haremos en forma de espiral bien con un espiralizador si tenemos uno en casa, bien ayudándonos con un pelador y formando tiras lo más finas posible. La cebolla o cebolleta también la cortaremos muy finamente, en forma de aros. Mientras, iremos precalentando el horno a 180 °C.
Una vez con las verduras cortadas, las juntamos en un bol en el que añadiremos también el queso, el pan rallado, el aceite de oliva y salpimentaremos. Mezclamos e integramos bien todos los ingredientes.
Ahora lo que vamos a hacer es dividir esta mezcla en cuatro porciones, una por comensal, y las depositaremos en forma de nido sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal para evitar que se peguen. Con cuidado de que no se nos rompan, iremos colocando los huevos sobre cada uno de los nidos, en los que habremos hecho previamente un hueco. Lo único que nos queda es introducirlos en el horno y cocinarlos entre 15 y 20 minutos. Se recomienda servir inmediatamente.
Si tienes freidora de aire también es una buena opción para cocinarlos y ahorrarte algo de tiempo. En la freidora de aire estarán listos en unos 10 minutos.
Y, por supuesto, puedes innovar a tu gusto. Al calabacín, por ejemplo, puedes añadirle espirales de zanahoria, y quedará igualmente muy rico. O puedes usar huevos de codorniz para darle otro toque, e incluso añadirle unos pedacitos de panceta, jamón cocido o pavo. Si te gusta el pesto, acompañar los nidos con esta salsa será todo un éxito.
La opción vegana
Si eres vegano también puedes disfrutar de una versión de esta receta igualmente exquisita. Lo que vamos a hacer es sustituir el huevo por un revuelto de tofu muy apropiado para esta ocasión. Para prepararlo vamos a seguir la receta de la cuenta de Instagram de @lagloriavegana.
Para esta receta necesitamos unos 400 gramos de tofu, un par de cucharas de salsa de soja, una de levadura nutricional, un poquito de cúrcuma en polvo para darle color, 100 ml de bebida vegetal de soja, un poco de queso vegano (aunque es opcional) y para darle el sabor a huevo, sal negra.
Lo primero que vamos a hacer es machacar el bloque de tofu y desmigarlo, lo vamos a verter en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Mientras vamos removiendo, añadiremos la levadura nutricional, las especias, la soja y la bebida vegetal. Hay que cocinarlo sin dejar de remover durante unos 8 minutos. Si quieres, añade un poco de queso rallado, vegano, para que quede más jugoso. Salamos con la sal negra, aunque mejor hacerlo a última hora para que conserve el sabor a huevo.
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