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Diez recetas de purés fríos para variar los menús durante el confinamiento

Pixabay

Elisabeth G. Iborra

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No queremos que el aburrimiento se apodere de nuestra alimentación por mucho que estemos confinados y las posibilidades de probar cosas nuevas fuera de casa se nos limiten hasta próximo aviso. Por eso consultamos al chef Branly Coy, que ha cocinado en restaurantes de todo el mundoBranly Coy, acerca de esos purés que podemos procesar sencillamente en casa con una simple batidora y nos sirven como primer plato, como picoteo previo o como una simple y nutritiva cena.

Aquí van nuestras propuestas para alegrar el encierro culinariamente:

1. Hummus

A menos que prefieras meter un kilo de garbanzos en agua la noche anterior y quitarles la piel, que es más trabajoso, coge un bote de garbanzos de 500 gramos, agregas el jugo de un limón entero, dos dientes de ajo, una cucharada de tahini, una cucharada de yogur natural sin azúcar (opcional), sal, pimienta, una cucharadita de comino y un chorrito de aceite de oliva. Lo procesas todo bien con la batidora y a untar en pan de pita (o en rebanadas o en tostaditas o con crudités o con tomates secos).

Para hacer el hummus más versátil y colorido, le puedes añadir a esa misma mezcla, en el vaso de la batidora, aguacate, remolacha, zanahoria o guisantes. Otra fórmula para añadirles más sabor es ponerles encima pesto verde o pimentón picante o dulce con aceite. Lo que es más, en vez del bote de garbanzos, puedes echar uno de lentejas o de judías y ya tienes otra sencilla variación.

2. Baba Ganoush

Envuelves dos berenjenas (cuanto más grandes, mejor) en papel de aluminio y las metes al horno durante 30-35 minutos a 200ºC. La idea es que se cocine bien por dentro y que, cuando la saques del papel de aluminio –tras diez minutos a temperatura ambiente para no abrasarte–, sea fácil de pasar por la batidora.

En su vaso, le echaremos el jugo de un limón, una cucharada de tahini, dos dientes de ajo, sal, pimienta, aceite de oliva y un poquito de comino. Lo bates todo y, preferiblemente, lo sirves frío, emplatado con un chorro de aceite de oliva y pimentón, a untar con pan o con crudités de zanahoria, calabacín o tomates secos. También está muy rico templado y con una yema de huevo pochada encima.

3. Muhammara

Lo que viene siendo puré de pimientos rojos pero en receta árabe. Colocas de cuatro a seis pimientos rojos en una bandeja de horno al máximo de temperatura por unos 40 minutos (o cuando veas que la piel está negra por fuera). En una fuente, se agregan los pimientos y los tapas con papel film o aluminio para que, con su propio calor, se cree humedad dentro de la fuente para eliminar fácilmente la piel.

Cuando la quites, junto a las semillas, echas a la batidora los pimientos, aceite, una guindilla cayena, 200 gramos (gr) de pan rallado, 180 gr de nueces o de cacahuetes, sal y pimienta. Lo bates todo bien y a untar con pan.

4. Tapenade

Coges un bote de aceitunas sin hueso, a ser posible negras, lo mezclas con la batidora con una pizca de sal y, si quieres darle un toque diferente al del supermercado, échale un poquito de tomillo y romero. Va genial con piquitos o con tiras de bacalao y naranja o en ensaladas.

5. Taramasalata

Puedes elegir entre la blanca, que llevará 200 gr de pescado blanco sin espinas, mejor si es un lomo de bacalao; o la rosa, que requiere un bote de caviar rojo del super. Echas cualquiera de las dos opciones en el recipiente de la batidora junto con 70 mililitros (ml) de jugo de limón, 100 gr de pan rallado y 400 ml de aceite de oliva.

Lo procesas todo hasta obtener una mezcla más o menos densa y vas agregando agua a chorritos hasta que quede una textura más espesa que una mayonesa y menos densa que un humus. Al final, una cucharadita de sal y a la nevera para poder comerla fría. Le rocías en el plato aceite de oliva, caviar o una aceituna para decorar, y listo.

6. Duxelles de setas

Troceas medio kilo de setas o champiñones y los vuelcas en una sartén con dos ajos picados y aceite de oliva, manteniéndolas a fuego lento por dos minutos. Pasados estos, lo remueves todo y lo dejas cinco minutos más para que se cocinen bien. Lo metes a la batidora con sal, pimienta y aceite de oliva. Puedes añadirle hierbas aromáticas, guardar en un frasco y conservarlo en la nevera cuando enfríe. Ideal para picar con pan o con quesos.

7. Puré de espárragos trigueros con ricota

Coge un bote de conserva de 500 gr de espárragos trigueros (que tienen más sabor y tendrán muchas menos hebras que los frescos). Cuando los escurras, te quedarán unos 350 gr a los que ya solo tendrás que añadirles en el recipiente de la batidora 350 gr de queso ricotta (te vale queso fundido del súper) con una pizca de sal. Emplatas con una buena cucharada de pesto por encima.

8. Puré de atún

Colocas en un bol atún de lata, queso crema, sal, pimienta y jugo de limón y, cuando esté todo procesado, añades una cebolleta fresca picadita. Mezclas bien y a la nevera para comer en frío.

9. Puré de borraja

Esta especialidad es una de las recetas estrellas del restaurante Palomeque de Zaragoza, que nos la cede en exclusiva para eldiario.es. La borraja es una verdura de la zona de Aragón, La Rioja y Navarra que actualmente se puede encontrar a nivel nacional en conserva o fresca. Se cuece con agua y un poco de sal hasta que esté bien tierna.

La pones en agua con hielo nada más salir para no perder la clorofila. Haces un sofrito con unos ajos un poco dorados y trituras ese aceite de ajos con la borraja y un poco de agua. Salpimientas y cuelas si ves que hace falta. Emplatas con un chorrito de aceite de oliva con pimentón dulce y sal de escamas ¡y a gozar!

10. Puré de mango y membrillo

Les quitas la piel a un mango y a un membrillo y los troceas en una cacerola, agregando un par de granos de clavo, más el 50% del peso de las dos frutas juntas en azúcar. Cocinas a fuego medio hasta obtener una mezcla bastante densa, removiendo periódicamente para que no se pegue en el fondo.

Para darle un toque exótico, en los últimos cinco minutos has de agregar una cucharadita de vinagre y una guindilla pequeña o unas gotitas de tabasco y una pizca de sal. Dejas enfriar y lo pasas a un recipiente donde previamente habrás extendido una buena capa de mascarpone. Y a la nevera durante al menos dos horas, para que se compacte.

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