Dónde desechar las cápsulas y líquidos de los vapeadores, más contaminantes que las colillas
Las colillas de cigarrillos son una fuente de contaminantes peligrosos y su prevalencia como basura ambiental las convierte en una preocupación significativa. Se estima que cada año se producen 4.500 millones de colillas en el mundo, muchas de las cuales terminan desechadas en cualquier lugar, ya que los fumadores las arrojan a la calle o en el campo.
Uno de los grandes problemas ambientales de las colillas es el plástico con el que se fabrican los filtros, que pueden tardar cientos de años en degradarse. Además, el filtro retiene muchos de los productos químicos nocivos producidos al fumar y los libera en el suelo y en el agua.
La cantidad de fumadores que se han pasado al vapeo, la inhalación de los vapores de líquidos con nicotina, aún es pequeña frente a los millones de fumadores de cigarrillos. Se calculan unos 50 millones de vapeadores, frente a los más de 1.300 millones de fumadores que calcula la OMS. Sin embargo, los productos de desecho de estos dispositivos pueden ser incluso más peligrosos que las colillas.
Según una encuesta realizada por Truth Initiative en Estados Unidos, un país donde el vapeo es muy popular entre jóvenes y adolescentes, el 51% tiran sus desechables o tiran sus cápsulas de cigarrillos electrónicos a la basura y el 49,1% no tienen ni idea de cómo deshacerse de forma segura para el medio ambiente de los productos desechables y las cápsulas de cigarrillos electrónicos.
Qué hay en un vapeador
Hay que tener en cuenta que los dispositivos de vapeo funcionan con líquidos que tienen nicotina y aromas disueltos en glicerina y otras bases. Hay muchas dudas sobre la seguridad del vapeo. Recientemente se ha descubierto que los aromas vegetales usados para dar sabor a los líquidos de los cigarrillos electrónicos, aunque son inocuos si se utilizan como condimento, son tóxicos cuando se calientan y se inhalan, especialmente los sabores a canela, vainilla y mantequilla. La nicotina sigue, por otro lado, siendo una sustancia altamente adictiva que es la responsable del hábito del tabaco.
Pero además, la nicotina es una neurotoxina muy potente, incluso en pequeñas dosis. Basta inyectar una sola gota en la sangre de una persona para matarla. Las plantas evolucionaron para usar la nicotina como pesticida natural para protegerse de los insectos y por tanto tiene efectos sobre la vida natural, especialmente cuando se introduce en ecosistemas donde no se encuentra naturalmente.
La nicotina puede ser tóxica para muchos organismos acuáticos, incluidos peces, invertebrados y fitoplancton. La exposición a concentraciones altas de nicotina puede llevar a la mortalidad en estos organismos, mientras que exposiciones más bajas pueden afectar a su comportamiento, reproducción y desarrollo.
Si los líquidos de vapeo o los productos de tabaco (como colillas de cigarrillos) que contienen nicotina se desechan incorrectamente, la nicotina puede filtrarse y contaminar fuentes de agua. También puede ser tóxica para las plantas si se introduce en el suelo en concentraciones lo suficientemente altas. La nicotina también puede afectar a los microorganismos en el suelo y el agua, lo que podría influir en la descomposición natural de la materia orgánica.
Para minimizar el impacto ambiental de la nicotina es crucial seguir buenas prácticas de desecho de productos que la contengan y promover la conciencia sobre la importancia de no arrojar colillas de cigarrillos u otros productos con nicotina al medio ambiente.
Cómo desechar los productos de vapeo
La nicotina es pues el principal contaminante en las cápsulas y líquidos de productos de vapeo, y tirar estos desechos al fregadero o a la basura es un riesgo para las vías de agua y el medio ambiente.
Para aumentar la confusión, algunos de los vapeadores son de un solo uso, y cuando se acaba el líquido se desecha todo el producto, incluyendo la batería de litio que contienen con la que se calienta el líquido. En el mejor de los casos los usuarios los depositan en los contenedores de baterías.
Sin embargo, según el fabricante de vapeadores Terpy, no se debe eliminar algo tan complejo como un vapeador de forma indiferenciada, sino que hay que separar cada componente y depositarlo en el contenedor adecuado.
Por un lado, los restos de líquidos, que contienen glicerina o propilenglicol (también usado en el anticongelante del coche), no se pueden tirar por el desagüe, ni siquiera en los contenedores de medicamentos, y es necesario llevarlos a un punto limpio. Estos líquidos, además, también contienen los restos de nicotina que tanto daño pueden hacer a los ecosistemas.
Las cápsulas o contenedores de los líquidos suelen ser de plástico y, por tanto, se deben desechar en los contenedores destinados a envases. Sin embargo, hay que limpiarlas antes, ya que desecharlas con líquido de vapear dentro nos llevaría al caso anterior.
Los vapeadores, ya sean desechables o reutilizables, al final de su vida útil, cuando la batería ya no funcione, no pueden tirarse a la basura. De hecho, muchos incluyen un símbolo de una papelera tachada, que indica que es obligatorio procesarlos. Si la batería se puede extraer, se debe depositar en el contenedor de baterías correspondiente. El resto debe eliminarse como cualquier otro residuo electrónico, en un punto limpio, o llevarlos de nuevo a la tienda donde se compraron ya que, según la ley, los distribuidores y productores deberán hacerse cargo del reciclaje de los productos y proceder a su correcta gestión.
El vapeo, comparado con el humo del tabaco, reduce en cierta medida la cantidad de sustancias tóxicas que inhala el fumador. Sin embargo, no puede convertirse en una excusa para liberar sus componentes tóxicos en el medio ambiente como si fueran colillas más caras y sofisticadas.
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