Las diez razones por las que debes esterilizar a tu perro lo antes posible

Foto: Wikimedia Commons

Jordi Sabaté

Es cierto que nuestras perras y perros nacen con la capacidad de reproducción sexual y que, por tanto, de manera natural tienen instintos que tienden a desarrollar esta faceta de su vida. No obstante, sus órganos genitales van destinados a una vida libre y salvaje que no es la que llevan bajo nuestra protección. En consecuencia, dichos órganos no tienen una función concreta en un entorno humanizado y acotado a la tarea de ser nuestros compañeros.

Antes al contrario, los genitales son fuente de no pocos conflictos y complicaciones de salud, sobre todo con la edad, que pueden acortar sensiblemente la vida del perro por las razones que a continuación se detallan. Son problemas de índole social, psicológico y afectivo, pero también de la salud física del perro los que evitamos con la esterilización. Por otro lado, la misma no impide que el animal pueda tener goce sexual a través de la masturbación.

Las diez principales razones para esterilizar a tu perra o perro tan pronto como esté maduro para ello son:

1. Eliminamos su comportamiento territorial y agresivo

Tanto en machos como en hembras, el comportamiento territorial y de dominación se vincula al carácter del animal y a ciertos problemas de ansiedad o inseguridad que pueda parecer, pero se ve muy acentuado por los eventuales niveles de hormonas sexuales en la sangre. En las hembras, dicha agresividad se expresa sobre todo en la mitad del periodo entre celo y celo; en los machos cuando hay olor de una hembra en celo en el aire o existe presencia de otros machos dominantes.

Las hormonas sexuales son segregadas por glándulas que se encuentran vinculadas a los órganos genitales, por lo que al eliminarlos disminuiremos los niveles en sangre de dichas hormonas -en hembras eliminamos el celo- y lograremos que los comportamientos territoriales y agresivos se reduzcan mucho, sobre todo en los individuos más dominantes. Así lo revela un estudio de la Universidad de Ludwig-Maximilians.

2. Aminoramos la ansiedad

Al tiempo que pueden ser fuente de agresividad, las hormonas sexuales también provocan ansiedad en los perros, sobre todo en los machos, en los que el nivel de secreción es más constante. Eliminado los genitales, se rebaja mucho la ansiedad del perro. Es cierto que esto implica un descenso de la actividad y puede llevar al sobrepeso, pero el mismo puede ser combatido con una dieta equilibrada y más ejercicio en el exterior. Que esté castrada no implica en absoluto que nuestra mascota no quiera jugar o pasear y correr. Simplemente estará más tranquila en casa.

3. Nos prevenimos contra trastornos psicológicos en las hembras

La costumbre de tomar muñecos, u objetos como calcetines, y adoptarlos como si fueran bebés, indica que la hembra sufre un trastorno psicológico-hormonal que le implica un sufrimiento innecesario, debido al celo y a no quedarse embarazada. Lo mismo sucede con la secreción de leche o los falsos embarazos. Con todos estos trastornos, nuestra perra lo pasa mal innecesariamente y todos ellos se eliminan con la esterilización.

4. Eliminamos las probabilidades de padecer tumores malignos genitales

En hembras eliminamos el riesgo de cáncer de útero y en machos el de testículo, no solo por eliminar dichos órganos sino también al reducir los niveles hormonales en sangre. Hay que tener en cuenta que por la selección genética a la que han sido sometidos, muchas veces primando patrones estéticos o funcionales por delante de los de salud, los perros son más proclives a padecer todo tipo de tumores que los humanos. Por lo tanto, todo lo que signifique rebajar dicho riesgo es recomendable.

5. Se reducen mucho las infecciones e irritaciones vaginales en las hembras

Las vaginitis, tras las secreciones de sangre y flujo del celo, son muy comunes en las perras no esterilizadas, y suelen ser fuente de problemas infecciosos e irritaciones si no extremamos la higiene. Eliminando el celo, este tipo de problemas se vuelven muy raros.

6. Evitamos problemas de próstata en los machos

Al carecer de testículos, los machos adultos ven muy reducida su exposición a tumores prostáticos.

7. Reducimos el riesgo de sufrir cáncer de mama en las hembras

La menor exposición a las hormonas sexuales, debido a la esterilización, hace que el riesgo de cáncer de mama disminuya sensiblemente en las perras.

8. Limitamos el problema de las crías no deseadas

Según la American Society for Prevention of Cruelty to Animals, una campaña de esterilización masiva y organizada de los perros domésticos eliminaría por completo el problema del abandono de animales en las principales ciudades del tercer mundo, donde es un problema de salud e higiene pública. Y, por supuesto, erradicaría el sufrimiento de los animales que viven en la calle sin cariño ni cuidados por haber nacido de camadas no deseadas de padres no esterilizados. El mejor modo de vaciar las perreras de perros tristes y solos es evitar que nazcan más de los que podemos cuidar.

9. Reducimos el riesgo de extravíos en machos

Un porcentaje importante de perros macho se extravían al seguir el olor del celo de alguna hembra, bien que esté presente o que haya dejado su rastro en la zona. Si el perro se queda atrás olisqueando sin que nos demos cuenta, o bien decide ir en busca de la dueña del olor, se perderá y entonces tanto él como nosotros nos llevaremos un buen susto. La esterilización le hace poco o nada receptivo a las hormonas del celo.

10. Alargamos la vida del animal

Según un meta-estudio sobre 40.000 perros esterilizados, publicado en el American Journal of Veterinarian Reserarch en 2013, los arriba citados beneficios de la esterilización se resumen en que la vida del perro o perra se alarga de media un 24% respecto al perro o perra que no es castrado.

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