Cómo vaciar y decorar una calabaza de Halloween para aprovechar todo su contenido

Calabaza tallada para Halloween

Elena Segura

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Cada año, cuando llega octubre, las calabazas se convierten en protagonistas indiscutibles de los escaparates de la ciudad. Tallarlas en forma de linternas es una de las tradiciones propias de Halloween, pero tras esculpirlas, su pulpa puede en la basura. Sin embargo, con un poco de planificación y creatividad, es posible decorar una calabaza y, al mismo tiempo, aprovechar su contenido.

Antes de coger el cuchillo, conviene elegir la calabaza correcta. Para decorar, las variedades más comunes son la calabaza de Halloweenen inglés, Jack O’Lantern— que tienen una cáscara relativamente fina y fácil de tallar, y un interior fibroso. Si además se quiere cocinar con la pulpa, se pueden buscar ejemplares de la variedad potimarrón, más dulces y cremosas.

Lo ideal es optar por una calabaza de tamaño medio, de unos 20 a 30 cm de altura. Las grandes son espectaculares pero difíciles de manipular, y las muy pequeñas no dejan espacio para tallados elaborados. Al tacto debe sentirse firme, sin zonas blandas ni manchas oscuras: eso indica que está fresca y aguantará más días.

Vaciar la calabaza paso a paso

  1. Corta la parte superior: haz un corte en la tapa, alrededor del tallo, con un cuchillo de sierra pequeño o una herramienta de cocina específica para calabazas. Es recomendable cortar con un ligero ángulo hacia el centro, de forma que la tapa no se hunda después. También se puede abrir desde la base, una técnica menos tradicional, pero muy útil para colocar velas eléctricas o luminarias sin que se vea el corte.
  2. Retira las semillas y hebras: con una cuchara grande, extrae las semillas y la pulpa fibrosa. Coloca las semillas en un bol aparte, porque más adelante se pueden tostar y convertir en un snack saludable y crujiente. Las hebras, aunque fibrosas, se pueden aprovechar en caldos, purés o compost.
  3. Raspa la pulpa: a medida que limpias el interior, ve raspando parte de la pulpa para adelgazar las paredes (dejando aproximadamente 2-3 cm de grosor). Esto no solo facilita el tallado y permite que la luz se filtre mejor, sino que también proporciona más cantidad de pulpa para cocinar. Guárdala en un recipiente limpio.

Un truco útil es utilizar un rallador grueso o un utensilio para melón, que permite sacar la pulpa en tiras o bolas, perfectas para purés y cremas.

Diseñar y tallar

Decorando una calabaza en familia

La cara terrorífica con ojos triangulares y sonrisa dentada sigue siendo la opción más reconocible y popular en Halloween. Aunque existen infinitas alternativas para quienes buscan algo diferente: desde patrones geométricos y escenas inspiradas en películas, hasta siluetas de gatos, murciélagos o diseños elegantes con flores.

Para transferir el diseño elegido a la calabaza, un método sencillo es el siguiente:

  1. Dibuja el patrón en papel y fíjalo a la calabaza con cinta adhesiva.
  2. Utiliza un punzón o alfiler para marcar el contorno, perforando la piel a pequeños intervalos.
  3. Retira el papel y, siguiendo las marcas, corta con cuidado con una sierra fina o un cúter de precisión.

Si la actividad incluye a niños, una buena alternativa es decorar sin tallar, utilizando pintura acrílica, rotuladores permanentes o pegatinas, evitando así el uso de herramientas cortantes.

Pintando sobre una calabaza

Aprovechar la pulpa

La pulpa de la calabaza no solo es comestible: es rica en fibra, betacarotenos, vitamina A y antioxidantes. Una vez extraída, debe cocinarse o congelarse pronto para evitar que se oxide.

Algunas ideas sencillas:

  • Puré básico: cocina la pulpa al vapor o al horno hasta que esté tierna, y luego tritúrala. Este puré sirve como base para sopas, bizcochos, muffins o salsas.
  • Crema de calabaza otoñal: sofríe cebolla y ajo, añade la calabaza cocida, caldo de verduras, un toque de nuez moscada y pimienta. Tritura y sirve con pipas tostadas.
  • Bizcocho especiado: sustituye parte de la harina o mantequilla de un bizcocho tradicional por puré de calabaza para darle humedad y un sabor naturalmente dulce. Combina perfectamente con canela, jengibre y clavo.
  • Pasta o ñoquis: Mezclada con harina y huevo, la pulpa de calabaza da lugar a deliciosos ñoquis caseros, suaves y dorados al saltearlos.

Si la cantidad es grande, se puede congelar el puré en porciones para usarlo más adelante. Solo hay que escurrir bien el exceso de agua antes de guardarlo.

Tostar las semillas

Las semillas de calabaza son auténticas joyas nutricionales: ricas en proteínas, magnesio, zinc y grasas saludables. En lugar de desecharlas, se pueden transformar fácilmente en un snack delicioso y versátil.

Semillas de calabaza

Primero, lávalas bien para eliminar los restos de pulpa y hebras. A continuación, sécalas con un paño limpio o déjalas reposar unas horas al aire hasta que pierdan la humedad. Una vez listas, extiéndelas sobre una bandeja de horno y tuéstalas a 180 °C durante 10 a 15 minutos, removiendo a mitad de cocción para que se doren de forma uniforme.

Antes de hornear, puedes añadir sal, pimentón, canela, curry o azúcar moreno, según prefieras un toque salado o dulce. Cuando estén crujientes, guárdalas en tarros herméticos para conservar su frescura. Son perfectas como tentempié saludable, para espolvorear sobre ensaladas o como decoración crujiente para cremas y sopas.

Conservar la calabaza decorada durante más tiempo

Una vez tallada, la calabaza empieza a deteriorarse con rapidez, sobre todo si se expone al calor o a la humedad. Para alargar su vida útil y mantenerla en buen estado durante varios días, conviene seguir algunas recomendaciones sencillas.

En primer lugar, evita colocarla a pleno sol o en ambientes cálidos. Lo mejor es mantenerla en un lugar fresco, seco y bien ventilado, lejos de fuentes de calor.

Para prevenir la aparición de moho, frota el interior con vinagre blanco o zumo de limón, dos conservantes naturales que ralentizan la descomposición. También puedes pulverizar una solución desinfectante suave (una cucharada de lejía por litro de agua) sobre las paredes internas, especialmente en las zonas más húmedas.

Otro truco eficaz es aplicar vaselina o aceite vegetal en los bordes cortados, lo que ayuda a mantener la humedad y evita que la calabaza se colapse antes de tiempo.

Si optas por decorarla sin tallar, la calabaza puede conservarse en perfectas condiciones durante semanas, convirtiéndose en un adorno duradero para toda la temporada otoñal.

Iluminación segura y sostenible

Calabaza iluminada a modo de linterna

La imagen de una vela titilando dentro de una calabaza tallada es todo un clásico de Halloween, pero hoy en día existen alternativas más seguras. Las luces LED o velas eléctricas son una excelente opción: no generan calor ni humo, reducen el riesgo de incendios y muchas incluso imitan el parpadeo natural de una llama real.

Para un efecto más decorativo, puedes utilizar guirnaldas de luces en el interior, ideales para diseños calados o patrones elaborados que se iluminan de forma homogénea.

Si quieres añadir un toque aromático, coloca una vela perfumada fuera de la calabaza o espolvorea canela en polvo en su interior; con el calor de la iluminación, el aroma se dispersará por la estancia.

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