La Scala de Milán estudia si aceptar una inversión de Arabia Saudí

La ópera de La Scala de Milán (norte), uno de los templos de la lírica mundial, estudia si aceptar una inversión de quince millones de euros por Arabia Saudí, reconoció hoy el superintendente de la institución, Alexander Pereira.

Pereira explicó hoy en el diario “La Stampa” que la entrada de los saudíes en el Consejo de Administración de la ópera sería a cambio de una inversión de “tres millones de euros durante cinco años”.

El proyecto prevé además la apertura de un conservatorio de niños y niñas en el reino árabe gestionado por la academia musical de La Scala, para lo que Riad desembolsaría otros 7 millones de euros.

El Consejo de Administración de la ópera estudia en la actualidad esta propuesta y tomará una decisión previsiblemente el próximo 18 de marzo, según ha adelantado el alcalde milanés, Giuseppe Sala, que preside el órgano de dirección de La Scala.

La idea de permitir la entrada de los saudíes en este importante teatro suscitó críticas de varios exponentes políticos, sobre todo de la derecha, dado el trato de los derechos humanos en Arabia.

El superintendente comprendió la polémica por la situación en ese país, pero apostó por el valor de la cultura para producir cambios en la sociedad: “Que cuatrocientos niños y niños reciban una educación social me parece algo bueno”, apostó.

Sobre todo defendió la necesidad de esa inversión, ya que explicó que el programa de La Scala cuesta 125 millones cada año y el Estado italiano subvenciona menos de un tercio del total, a diferencia de otros países, que llegan a ocuparse del 75 % del gasto de sus óperas más emblemáticas, como Austria.

“La Scala debe hallar cada año al menos 45 millones de euros de entidades privadas. Y yo los encuentro”, apostó.

Sobre la polémica, aseguró que el primero que le sugirió negociar con ese reino fue el consejero regional de Lombardía, Max Ferrari, de la ultraderechista Liga y muy próximo al ministro Matteo Salvini.

Este le avanzó que la compañía petrolífera árabe Aramco estaba interesada en colaborar con la ópera y por ello invitó al ministro de Cultura saudí, Badr bin Abdulá bin Farham, a la apertura de la temporada el 7 de diciembre, cuando empezó a fraguarse el proyecto.

Ferrari negó esta versión, que tildó de “ridícula”, y afirmó que él solo se limitó el pasado verano a poner en contacto a Pereira con la embajada saudí en Roma para estudiar un viaje del coro de La Scala a Riad para interpretar “La Traviata”.

El superintendente, cuyo contrato expira en 2020, sospechó que “alguien” quiere forzar su salida pero defendió su cargo, al señalar que este solo puede ser juzgado por “la calidad de las propuestas artísticas y la gestión del teatro”.

El alcalde milanés opinó que “no hay nada de malo en el hecho de que a La Scala llegue un país como ese, si sirve para ayudar a muchos chicos a acercarse a la música”, pero reconoció que no tiene “claro” a cambio de qué.

“Si la contrapartida es inasumible no se proseguirá”, zanjó.