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The National ahondan en los motivos de la depresión con su disco más femenino

Luis J. Menéndez

The National

The National

I’m Easy to Find4AD / Popstock!POP8I’m Easy to Find

Primero llega la crisis. Luego, obviamente, la depresión. En su búsqueda de nuevos lugares que conquistar con sus canciones, Matt Berninger planteaba hace un par de años con Sleep Well Beast un álbum que describía el desgaste inevitable de la vida de pareja. Lo hacía además con la ayuda de su propia esposa, Carin Besser, vinculada en la escritura de las letras de The National desde hace más de una década. Si aquello fue un ejercicio literario con gotas de sadismo y humor negro o una forma de exorcizar una mala racha es algo que solo sabe la pareja en cuestión. El caso es que temáticamente I’m Easy to Find supone la evolución natural de aquel disco. Si entonces fue la crisis...

En su búsqueda de nuevos retos, la banda planteó la composición y posterior grabación de este disco como una colaboración con el cineasta Mike Mills (Beginners, Mujeres del siglo XX, etc.). En él desarrollaría el aspecto visual del mismo con un mediometraje, al tiempo que la banda aportaría el grueso de las ideas y, por supuesto, las canciones. De ahí surge la película que puedes ver sobre estas líneas y en la que Alicia Vikander interpreta a una mujer a lo largo de las diferentes etapas de la vida, una suerte de El árbol de la vida o Boyhood con la inconfundible estética del cine indie norteamericano y una banda sonora de lujo que acapara el protagonismo narrativo.

La importancia de lo femenino a lo largo de este disco no se acaba en ese papel interpretado por la Vikander. En las dieciséis canciones que componen el álbum las voces de Gail Ann Dorsey, Lisa Hannigan, Kate Stables (This Is The Kit), Sharon Van Etten, Mina Tindle y Eve Owen acompañan y hasta roban el protagonismo que en los siete discos precedentes había estado reservado a Berninger.

Ellas se convierten en una suerte de alter ego de Besser en el disco claramente más femenino publicado por The National hasta la fecha, aquel en el que las formas de rock oscuro que les habían identificado hasta hace bien poco definitivamente se diluyen para que los hermanos Dessner compongan un delicada malla de arreglos electrónicos, guitarras y giros orquestales sobre la que los protagonistas de las canciones se precipitan al vacío. “Si la tristeza de la vida te cansa, y los fracasos del hombre te hacen suspirar, puedes mirar al tiempo que está por llegar”, canta Berninger en Not in Kansas

 

Carly Rae Jepsen

Carly Rae Jepsen

DedicatedInterscopePOP7Dedicated

Es bastante probable que el monumental éxito de Call Me Maybe persiga a Carly Rae Jepsen toda su vida. Crecida al calor de Canadian Idol (la versión canadiense de nuestro Operación Triunfo), Carly es un ejemplo de artista pop orientada a las listas  superventas que, sin embargo, escribe sus canciones, elige a sus colaboradores y productores -Blood Orange y Vampire Weeekend pusieron su granito de arena en el precedente Emotion, publicado en 2015- y en definitiva escribe poco a poco su trayectoria, lo que va camino de convertirla en una suerte de prima lejana de Robyn que habita al otro lado del charco.

Es una sensación que refuerza la escucha de Dedicated, álbum enteramente “dedicado” a las cosas del amor –se dice que con ruptura sentimental de por medio- en el que la vocación comercial evidente no impide a la canadiense trazar una senda que está bastante alejada del tipo de producto que hoy domina las listas de éxitos.

Hay elementos claramente nostálgicos en su música, también en su apuesta por desnudar canciones de pop mayormente bailable y electrónico de producciones ultra saturadas. En vez de ello, el vocoder de Everything He Needs suena juguetón al tiempo que homenajea al tema clásico de Harry Nilsson He Needs Me, y en Happy Knowing y Julien compite con Christine And The Queens por el mejor homenaje ochentero de la temporada. Por tener, este disco hasta cuenta con un amago de hit como Party For One que, si bien no ha alcanzado obviamente el éxito masivo de Call Me Maybe, sí que es la canción más redonda firmada por Carly desde entonces.

 

Holly Herndon

Holly Herndon

Proto4AD / Popstock!ELECTRÓNICA8Proto

Todo el que haya seguido la obra de Holly Herdon sabrá que su música nace de un profundo humanismo que a la vez busca en la tecnología una forma de mejorar nuestra propia vida. Es un acercamiento a las posibilidades de la tecnología que, hoy por hoy, Herndon comparte con la comunidad científica más que con la mayoría de artistas (músicos o no) que encuentran en el avance tecnológico una oportunidad para dibujar una sociedad deshumanizada, hipervigilada y al borde del colapso.

El punto de partida de su tercer álbum es la construcción de una inteligencia artificial a la que ha bautizado Spawn y a la que, una vez diseñada, Herndon pone a interactuar con una serie de cantos y tradiciones musicales que poco o nada tienen que ver con un futuro dominado por las máquinas: cantos de los Apalaches, canciones que interpretaban los mineros, temas tradicionales incorporados por los migrantes irlandeses y que hoy conforman el folklore musical de los EEUU. Ese es el origen de estos trece temas para los que el aspecto vocal tiene pues lugar predominante.

En Proto pasado y futuro se dan la mano para componer un sonido tan improbable como enviar un audio del Misterio de las Voces Búlgaras al espacio y recibir de vuelta unos remixes del mismo a cargo de alienígenas.

 

Rammstein

Rammstein

RammsteinUniversalINDUSTRIAL7Rammstein

Diez años han pasado desde que la más emblemática banda de sonido industrial de las últimas décadas (con permiso de Nine Inch Nails) entregara su último disco de estudio. Tiempo en el que, lejos de parar, Rammstein se han mantenido bien activos girando por todo el mundo, manteniendo a pleno rendimiento la maquinaria de juegos pirotécnicos y espectáculo en el que se han convertido sus conciertos.

No dejan de ser curiosas en ese sentido las palabras del guitarrista y productor de la banda Richard Kruspe en una entrevista reciente: “Con Rammstein la gente tiende a hablar del fuego y el show en directo. Pero yo no quiero que nos convirtamos en otros Kiss”. Pues precisamente eso es lo que hoy por hoy son Rammstein: one hit wonders con una arrolladora puesta en escena en directo.

En cualquier caso, y para esta esperada séptima puesta de largo de la banda, Kruspe -que ha tenido oportunidad de utilizar a su otro proyecto, Emigrate, como conejillo de indias- ha apostado por los matices. Ha decidido ofrecer un respiro al devastador ejercicio de metal industrial y EBM espantaviejas por el que son conocidos Rammstein y que aquí tiene su principal baza en el single Deutschland, con el que la banda repasa las miserias y grandezas históricas de su nación.

 

Slowthai

Slowthai

Nothing Great about BritainMethodGRIME8Nothing Great about Britain

No vamos a entrar aquí en la interminable discusión a propósito de si el rap, trap, grime y diferentes variantes de la música urbana actual representan a día de hoy lo mismo que el punk a finales de la década de las setenta. Es cierto que no es difícil encontrar circunstancias sociales y culturales que hacen imposible asimilar ambos movimientos, la principal de ellas el triunfo rotundo y en todos los ámbitos del capitalismo. Pero al mismo tiempo algunos paralelismos son tan evidentes que resultan imposibles de soslayar.

Solo hay que tomar la portada del debut de este rapero de Northampton en la que encontramos una actitud y también unos sentimientos que tienen todo lo que ver con el rock británico más provocador desde The Kinks en adelante: la figura del músico como bufón y voluntario chivo expiatorio, el maldito orgullo británico tamizado por la vergüenza de estar sometido por fuerzas inexorablemente conservadoras. El propio título del disco avanza una idea que vamos a encontrar extendida dentro: la grandeza británica es definitivamente cosa del pasado.

La conexión con el punk se hace también evidente en las guitarras de su colaboración con Mura Masa, Doorman, un tema, calcado al rap punk de sus compatriotas Sleaford Mods. El resto del disco sin embargo se maneja en el respeto a la tradición grime (para entendernos, el rap británico), confirmada por la presencia del actual rey del género, Skepta, que colabora en uno de los singles del disco.

En cualquier caso este joven de 24 años criado en los suburbios, demuestra en la mayor parte de sus canciones un filo que ya se apreció a su paso por Madrid y Barcelona hace unos meses en el contexto del Primavera Club: torsos desnudos, un DJ descomunal con pasamontañas, y sudor, muchísimo sudor. Se lo está ganando gota a gota.

 

Tyler the Creator

Tyler the Creator

IgorColumbia / SonyRAP8Igor

El sexto largo del rapero californiano es, a su manera, un disco romántico. Prácticamente toda su carera, desde que se diera a conocer como componente del colectivo Odd Future, es un canto al amor y muy especialmente al desamor. Pero, como todo el mundo sabe, las cosas del corazón tienen maneras muy distintas de representarse.

Afortunadamente, Tyler the Creator parece haber madurado tanto emocionalmente como en el aspecto musical, y tras “salir del armario” en anteriores entregas ahora se atreve a cerrar este álbum con un correctísimo y hasta soleado tema que lleva por título Are We Still Friends?: “¿Somos todavía amigos? ¿Podemos ser amigos? Tengo que saberlo. Ver al otro. Chocar la mano, decir 'Hola'”.

En cualquier caso no todo este disco marcado por colaboraciones tan estelares como las de Frank Ocean, ASAP Rocky, Kanye West, King Krule, Pharrel Williams o Lil Uzi Vert (entre otros) mantiene un tono tan luminoso como en ese tema en el que se acerca al soul y el funk clásico.

La música de Tyler The Creator siempre ha tenido un punto esquizofrénico, y esa es una característica que no pierde en este trabajo en el que hay cabida para beats criminales, desvaríos a lo Funkadelic y ejercicios de electro que recuerdan dónde están los orígenes del rap. Todo ello con una producción que nos recuerda por qué pese a ser uno de los raperos más desconcertantes y elusivos de la última década siempre se ha situado entre la aristocracia del género. Con mayor motivo ahora, cuando acaba de firmar el que posiblemente sea su disco más inapelable.

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