Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

Ugo Bienvenu lleva a las viñetas la devastadora “Sukkwan Island” de David Vann

Ugo Bienvenu lleva a las viñetas la devastadora "Sukkwan Island" de David Vann

EFE

Barcelona —

0

“Sukkwan Island”, la exitosa novela del norteamericano David Vann, es una de las cumbres narrativas de lo que llevamos de este siglo XXI, la devastadora relación de un padre egocéntrico y su frágil hijo adolescente, que Ugo Bienvenu ha convertido en una novela gráfica igual de desasosegante.

Si el texto de Vann es preciso y frío como un cuchillo de hielo, un témpano de sentimientos para el que no existe abrigo posible, Bienvenu utiliza en sus viñetas el blanco y negro para plasmar el tormento que vive un cuarentón desnortado, un suicida sin muchas agallas que en su desesperado intento de sortear el abismo de la locura arrastra a su hijo a un punto de no retorno.

Siempre resulta complicada la adaptación de narrativa a viñetas, pero la concisa novela de Vann, con unos personajes y un paisajes hipnóticos era un caramelo difícil de rechazar, apunta el escritor y guionista de cómics Fabrice Coline en el prólogo de esta novela gráfica que en España publica Norma.

Jim, un divorciado que cree que la vida le debe una segunda oportunidad, decide hacer un “reseteo” y ponerse a prueba, enfrentándose durante un año a la naturaleza hostil de Alaska, como si fuera un pionero, un hombre “de los de antes”, de aquellos que perseguían y se enfrentaban a un oso con un arma.

Sin embargo, incapaz de estar solo, y con la egoísta necesidad de tener siempre al menos un testigo que dé fe de su dolor, opta por llevarse a la isla -que da nombre al libro- a Roy, su hijo de trece años (una especie de alter ego de David Vann), que desde el primer momento asiste, entre aterrorizado e impotente, a la degradación mental y el chantaje emocional de su padre.

La remota ilusión de renacer como un nuevo ser en ese paraíso perdido, aislado de todo y de todos, se evapora rápidamente: la naturaleza no sólo no le redime del sentimiento de culpa de hombre adúltero y fracasado, sino que se convierte en un eco que no deja de retumbar en su cabeza.

La novela gráfica “Sukkwan Island”, inspirada en la obra de Vann (Alaska, 1966) -que a su vez utilizó para ella elementos de su vida familiar y personal, ya que su propio padre se suicidó dejándole un profundo sentimiento de culpa- no logra la precisión de las palabras del narrador norteamericano a la hora de definir un paisaje inhóspito, donde uno puede gritar y llorar sin temor a ser oído.

Las viñetas del joven dibujante francés Bienvenu -que debuta en la novela gráfica con esta obra- logran plasmar los silencios, la incomunicación y el tedio rutinario del día a día de la pareja formada por padre e hijo en la cabaña, con poco que hacer más allá de pescar los salmones de los que se alimentan.

El riguroso blanco y negro elegido por el dibujante contribuye a plasmar ese pesimismo que un paisaje de “aterradora belleza” -como lo define Fabrice Colin- no puede apaciguar, pero, posiblemente, la opción del color hubiera sido más acertada para mostrar la glacial frialdad de los cielos alaskeños de azul acero, la verde oscuridad de los bosques de abetos y pinos, o componer las láminas de agua de los lagos y de las tormentas.

En definitiva, el color hubiera aportado el tono adecuado al paisaje que se alza como el verdadero protagonista de este drama.

Otro aspecto con el que no puede luchar una adaptación es el factor sorpresa, porque quien haya leído la novela conoce no sólo su brutal desenlace (no desvelaremos el final), sino el genial cambio de punto de vista narrativo, una de la claves de “Sukkwan Island”, que provoca un corte de respiración en el lector y que la novela gráfica supera con buena nota.

Etiquetas
stats