“Los cuerpos perdidos”, un viaje a la semilla del mal, en el Teatro Español

Los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez sirven como telón de fondo al dramaturgo José Manuel Mora para indagar en la relación del ser humano con el mal en “Los cuerpos perdidos”, una obra dirigida por Carlota Ferrer que se estrenará el próximo jueves en el Teatro Español.

“El texto parte de los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez pero intenta ir más allá para hablar de la semilla de maldad que todos llevamos dentro y que aparece cuando transgredimos ciertos límites”, ha declarado hoy Mora en la presentación del espectáculo, a la que también ha acudido Ferrer, la directora del Teatro Español, Carme Portaceli, y el elenco de actores.

La obra, que entrelaza texto con danza y música, es, como señala el autor de la obra, “una montaña rusa emocional”, que sitúa al espectador en Ciudad Juárez (México), en los años 90, cuando estaba considerada una de las ciudades más peligrosas del mundo y existía libertad para violar, torturar y matar, “especialmente a las personas mas vulnerables, como eran las mueres”, ha explicado Mora.

La obra fue escrita hace diez años y está inspirada en una experiencia real del propio autor en México, que tuvo acceso a todo el material de Amnistía Internacional sobre este tema y que leyó la crónica social de Sergio Hernández “Huesos en el desierto”, un texto que recogía “un análisis exhaustivo de la dimensión antropológica, social, económica de la situación de las mujeres y la violencia”.

Sin embargo, la génesis de la obra surgió cuando Mora escuchó en México una ranchera que instaba directamente a los hombres a matar a las mujeres: “Fue entonces cuando me di cuenta de la cantidad de subcapas y de niveles y de hasta qué punto esa violencia había permeado en todos los estratos de la sociedad”, asegura.

El dramaturgo decidió entonces escribir el drama desde el punto de vista de un turista, “desde la visión que tiene alguien que viene de fuera”, para después narrar el viaje que sufre alguien que “para sentirse aceptado comienza a formar parte del sistema corrupto”.

“¿Hasta qué punto todos nosotros no formamos parte de alguna manera de unos crímenes que se sirven de la situación de extrema fragilidad en la que se ven envueltas muchas mujeres que trabajan en fábricas de electrodomésticos en tanto y cuanto nosotros consumimos ese producto que fabrican y de alguna manera nos apropiamos también de sus dolor y fragilidad?”, se pregunta el autor del texto.

Precisamente de eso habla “Los cuerpos perdidos”, de “cómo el hombre se apropia del miedo y la necesidad del débil para contribuir a su propio beneficio”, añade Mora, que asegura que “para que unos cuerpos disfruten, otros tienen que desaparecer y ser transformados en objeto”.

La obra, galardonada en 2009 con el premio SGAE, cuenta con Carlos Beluga, Julia de Castro, Conchi Espejo, Verónica Forqué, David Picazo, Paula Ruiz, Cristóbal Suárez, Jorge Suquet, José Luis Torrijo y Guillermo Weickert, un elenco que baila e interpreta música en directo, dirigido por Ferrer, que asegura que “la música y la danza son herramientas expresivas que conviven y que no se pueden separar del texto”.

Ferrer ha destacado la paradoja que existe entre “el colorido vestuario y la música viva”, propia de México y de zonas “más subdesarrolladas” con la dureza del texto y de la obra, que define como “una pesadilla”, en la que “el público verá cómo los seres humanos nos sentimos atraídos por el mal, que está en todos nosotros”.

Por su parte, Verónica Forqué, que interpreta a la madre de uno de los “presuntos asesinos de mujeres”, ha expresado su “agradecimiento” y su “ilusión” por participar en un proyecto “en el que todo es nuevo” y ha tenido que aprender a hacerlo “todo”.

José Carlos Rodríguez