El discurso a cuatro voces de Michelle Obama que puso en pie a los Grammy
Los Grammy tenían la complicada tarea de remontar el decepcionante gesto del año pasado con la cantante Lorde. Mientras que el resto de nominados (hombres) dieron una actuación en solitario, la neozelandesa solo tuvo la oportunidad de participar de relleno en la gala de 2018, ante lo que se negó en rotundo.
Esta filtración, sin embargo, abrió una caja de Pandora mucho más polémica para la Academia de Grabación: de las 899 personas nominadas en las últimas seis ediciones de los Premios Grammy, el 9 por ciento eran mujeres. Y, las pocas que lo consiguen, no pueden actuar en iguales condiciones que sus homólogos.
En respuesta, la Academia contrató a la exjefa de gabinete de Michelle Obama, Tina Tchen, para “identificar las diversas barreras y sesgos inconscientes que enfrentan las comunidades con poca representación” en los premios. Además de conseguir que este año hubiese más mujeres que hombres aspirando a Mejor Album, Tchen también convenció a la anterior primera dama para protagonizar uno de los momentos más aplaudidos de la velada.
Acompañada por Lady Gaga, Jada Pinkett Smith, Jennifer Lopez y la presentadora Alicia Keys, Michelle Obama apareció por sorpresa en el escenario. “Desde los discos de Motown que rayé en el Southside [de Chicago] a la canciones de Who Run the World [de Beyoncé] que me dieron energía a lo largo de última década, la música siempre me ayudó a contar mi historia”, declaró despertando una enorme ovación.
Obama aseguró, asimismo, que la música ayuda a la gente a compartir “su dignidad, sus tristezas, sus esperanzas y sus alegrías”. “Nos permite escucharnos los unos a los otros. La música muestra que todo eso importa: cada historia en cada voz, cada nota en cada canción”, finalizó.
Justo antes, Lady Gaga hizo un elogio a la rareza y cómo la música le salvó de crecer sepultada por los complejos, Jennifer Lopez rememoró sus comienzos en el hip hop, la salsa, el freestyle y el pop del Bronx, que le demostraron a “todos los lugares que podía ir” porque “la música es el único lugar en el que todos podemos ser libres de verdad”. Por su parte, Jada Pinkett lanzó un mensaje de empoderamiento femenino, del que muestra “el dolor, el poder y el progreso” a través de las canciones.
La abogada y diplomática sigue siendo una figura muy popular en EEUU, y ha cosechado un gran éxito editorial en todo el mundo con sus memorias tituladas Mi historia (Penguin Random House).