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Introducción a la música clásica para Hipsters v: ¿Qué oye la gente cool?

Glenn Gould, punkass

Patricia Godes

La afición a la música clásica sufrió un fuerte revés en España cuando, recién muerto el dictador, TVE tuvo la genial idea de poner un programa de divulgación musical en horario infantil. El culto fascista a la juventud y su eclosión contracultural a partir de la época yeyé ya habían conseguido permiso para decir “me aburro” y escuchar música moderna. En mitad de los 70, la presentadora de tirabuzones dorados iba envuelta en tules y gasas color pastel, familias completas competían en fruslerías memorísticas y el maestro García Asensio emulaba los conciertos didácticos de Bernstein. “¡La familia A, la familia B!”. El Mundo de la Música se emitió durante cuatro o cinco años y seguramente fue decisivo para que el punk consiguiera tanto arraigo entre los adolescentes de nuestro país. También regalaban batutas.

Cuarenta años después, un buen bigote engominado y rizado a lo Hércules Poirot es signo de distinción en la sociedad hip. Todavía no se llevan los tirabuzones ni los tules. Pero algunos de los que fueron niños de los 70 se convirtieron en hipsters sin superar su tirria a la música clásica. Sus hermanos pequeños no son diferentes. ¿Qué pasará con sus hijos?

Mario Díez no lleva bigote y tuvo una gran sorpresa cuando se vio retratado como hipster en Cosmopolitan: Mario es propietario de Run Baby Run, una zapatilleria deportiva, y es entrenador personal. Es sobrino del célebre pintor Manolo Campoamor que promovió una revolución en la música popular española al frente de Kaka de Luxe justo en la misma época que El Mundo de la Música despertaba el repeluzno de los niños y adolescentes. A Mario le gustan los discos que escuchaba de niño en casa de su tío: Bowie y Michael Jackson. “Como era un crío, el que más le atraía era el de las Slits que salen cubiertas de barro”. Un día de Reyes, Campoamor regaló a su sobrino la banda sonora de Fantasia, la película de Disney. Bach, Beethoven, Mussorgsky, Schubert, Tchaikovsky, Stravinsky, etc. dirigidos para la imaginación infantil por la batuta mágica de Stokowski. Mickey Mouse interpreta uno de sus mejores papeles: El aprendiz de brujo que pelea contra las escobas y cubos de fregar el suelo sobre la música de Dukas.

A Stravisnky no le gustó demasiado la interpretación prehistórica de su Consagración de la Primavera, pero, si tienes siete años, te da lo mismo... Campoamor, por su parte, es fan del siglo XX. Dos ejemplo de su cuidada colección de vinilos: Pierrot Lunaire y “A survivor from Varsaw”de Schoenberg por Arthur Weisberg y Pierrez Boulez respectivamente. “Lo compré porque la portada es su autorretrato”, explica el pintor. También por una espectacular portada (“apocalíptica: una catedral en silueta como si la hubiera hecho un Duffy alucinado”), el pintor recomienda “Et xpecto resurrectionem mortuorum” y “Colores de la ciudad celeste” de Messiaen dirigido por Boulez.

Grace Morales es novelista, comentarista social y una de las fundadoras de Mondo Brutto. Es autora de dos novelas de prosa deslumbrante, la última de las cuales se titula Otra dimensión, y de un libro sobre Mecano bastante polémico. Los gustos musicales de Grace van de un extremo a otro y no tiene inconveniente en recordar LPs que seguramente tiene en su casa desde niña: La Sinfonía Fantástica de Berlioz, Los Planetas de Holst, la Suite del Gran Cañón... Grace repite los créditos de memoria: “La de Berlioz en ”Enciclopedia Salvat de los grandes compositores“, un disco de Phillips con la Orquesta de los Conciertos Lamoureux... la Suite del Gran Cañón de Grofé, Dial Discos de 1978...” En muchas casas hay un rincón con discos y libros de toda la vida. Algunos niños, los escuchan y los leen. Posiblemente su vida cambiará para siempre.

Lucy Van Pelt es una niña mandona e insensible. A veces llega a ser muy cruel. Como muchos niños en la vida real, su único contacto con la música es un amiguito pianista. Schroeder's Greatest Hits es un disco delicioso para conocer lo más divertido de Bach, Beethoven, Mozart, Schubert, Schumann, Chopin, etc.

El pequeño pianista de las historietas se pasa el día pegado a su teclado. Igual que él, los músicos y concertistas pasan el tiempo estudiando y ensayando. No basta el “carisma” de los políticos ni el “factor X” de los grupetes pop: para grabar una pieza de Rachmaninoff o un aria de Puccini hay que ser muy bueno porque son músicas complicadas y difíciles. Por eso mismo, hay que amar mucho una pieza para dedicarle el montón de horas necesarias para tocarla con la perfección que exige una grabación. Unos pocos consiguen además dar expresión en intesidad al repertorio clásico y depende del gusto y las manías de cada oyente preferir tal o cual disco. ¿Qué es mejor: la perfección de jilguero de la Caballé o el desgarro melodramático de la Callas? ¿Qué te gusta más: el virtuosismo de Segovia o la calidez de Yepes? ¿La intensidad de Solti o la delicadeza de Von Karajan?

¡Ay, ay, ay! Estamos empezando a bailar arquitectura que es la frase que se suele decir cuando se pretende algo atn imposible y estúpido como describir lo abstracto -es decir, la música- por medio de las palabras, que son concretas. Dejemos la búsqueda calificativos extravagantes para la crítica de rock y volvamos a la pequeña lista discográfica que nos han recomendado nuestros amigos.

Los barítonos más sexy

En Internet, barihunks.blogspot.com se dedica a seleccionar a los barítonos y bajos más guapos y sexys de la escena contemporánea. Lo hacen tres amigos y casi diariamente actualizan con fotos y perfiles de los cantantes más atractivos siempre que tengan voces graves. Dentro de la gansada cuasi teen, es una buena manera de seguir la actualidad y de saltarse la pedantería y el conservadurismo de mucha música clásica. Estas son sus recomendaciones: “Probablemente el barihunk de habla española más popular es el barítono uruguayo Erwin Schrott. Recomendaría su DVD y CD Rojotango con el que ha estado de gira por todo el mundo”.

Schrott es conocido como un magnífico don Giovanni mozartiano y su disco de versiones de Astor Piazzolla, Jobim, Caetano Veloso y Violeta Parra ha sido grabado con arreglos de Pablo Ziegler que fue pianista de Astor. “El barihunk más popular de todos los tiempos”, continúan los simpáticos blogueros, “fue el cantante puertorriqueño Justino Díaz que ahora es profesor. Hizo un Iago muy siniestro en el Othello” de Verdi, disponible en DVD, y también publicó un CD de arias de Mozart“. Existe también, ¿cómo no? La web mezzosexual.com dedicado a ”ensalzar a las malas mujeres, villanas, gitanas, brujas, eternas criadas, mejores amigas, madres, hermanas...“ y el largo etcétera de papeles secundarios a los que están condenadas la pobres cantantes de voces graves. Les hemos escrito, pero no nos han contestado.

Uno de los músicos con más repercusión fuera de las fronteras del Estado Español es Victor Herrero. Su música se basa en los ritmos y cadencias de la canción popular, pero él ha tenido una educación musical intensa y exigente en la Escolanía del Valle de los Caídos. ¡Nada más y nada menos! ¿Qué discos recomendarías a quien no conoce nada de gregoriano y música religiosa? “Cualquiera de la Schola Antiqua: son antiguos escolanes de la Escolanía del Valle de los Caídos. Llevan cantando desde niños y se nota. Muy curioso es el requiem a Cervantes por tres autores diferentes de la época. Una grabación preciosa es la Misa de Ángelis/Misa de la Virgen/Kyrial Hispano/Antífonas Mariales de la Escolanía con la Schola Antiqua. También los villancicos del Padre Soler en una grabación de la Escolanía con músicos de cámara franceses”.

Música sacra en los 40 Principales

El disco más célebre del gregoriano es de los monjes de Silos. Mucha gente siente alergia a las cosas demasiado conocidas y, a veces, excepcionalmente tienen razón. En este caso ¿merece la pena escucharlo o hay cosas mejores? “Es muy difícil tener una captura fiel de músicas sacras, rituales, tradicionales, folclóricas”, dice Víctor. “Hay sin duda cosas mejores que este disco que están probablemente sin registrar. Lo interesante es que este fenómeno hizo que un disco como el de Silos se convirtiese en un disco pop, llegando a las listas de los 40 Principales... Pero fue a través de la influencia de los extranjeros. Dudo mucho que el pueblo español hubiera convertido nunca en un top ten este disco”.

Iris Azquinezer es violonchelista. Nació en Madrid en 1984 y se recorre el mundo con el repertorio español para chelo y tocando con diferentes agrupaciones. Iris es una gran intérprete que, lo mismo que su madre y maestra, María Escribano, también es compositora. En su primer álbum, Azul y Jade, interpreta algunas de sus obras junto a las suites para violonchelo de Bach. Iris es seguidora de esta serie de artículos para hipsters y nos retuitea muchas veces (@irisazq) de modo que sus recomendaciones resultaban imprescindibles. “Hay música que me encanta para tocar, otra para escuchar en directo, otra para disfrutar en casa en un disco. A veces coinciden, a veces no”, explica. Dentro de la música para chelo, Iris elije las Suites de Bach por Anner Bylsma y a la serbo/rusa Xenia Jankovic con la pianista alemana Silke Avenhaus o los húngaros Andras Schiff y Miklos Perenyi con las obras para violonchelo y piano de Beethoven y Brahms respectivamente. “Entre muchos otros”, añade.

La promoción del Azul y Jade la lleva, paradojas del mundo musical, un punk de 1977, Rafa Notario que ha trabajado tanto en compañías independientes como multis y ha sido adlátere de Servando Carballar en uno de sus grupos más alternatvos: Lunes de Hierro. ¿Te atreves a revelar tu clásico favorito? “Yo lo tengo claro: El primero que hizo Glenn Gould de las Variaciones Goldberg de Bach y otro que tiene con las Partitas nº 5 y 6, también de Bach. Añadiría la BSO de A Clockwork Orange, la mejor puerta al mundo clásico que cabe imaginar”. ¿Razones? “Glenn Gould es tan punk como yo”.

Estaría bien que los lectores –hipsters o squares, súper sabios o súper iletrados- mandasen sus recomendaciones para comentar y compartir gustos y manías... Valen todos los estilos y todas las épocas. Por mi parte: The Play of Daniel en la versión de New York Pro Musica nos sumerge de cabeza en el mundo oscuro y agobiante del medievo. Right As the Rain, el disco de standards de Leontyne Price (con André Previn al piano) es casi una declaración de principios del black power. El Tristan de Solti, con Birgit Nilsson, es mi favorito y te llega a convencer -al menos mientras escuchas- de que se puede morir de amor...

No hemos hecho más que rascar en la superficie. Durante más de un siglo, se han grabado y también filmado muy buenas versiones del repertorio clásico. Según Leonard Bernstein, un gran intérprete es el que “nos deja con la sensación de que hay algo en el mundo que está bien”. Merece la pena prestarles atención.

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