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Por qué hay #UnCachaloteEnMadrid

Campaña de concienciación en Madrid

Laura García Higueras

Viernes, siete de la mañana. Estanque de Madrid Río del Puente de Segovia. Un cachalote varado de 15 metros y 1000 kilos de peso yace herido. Apenas se mueve. Un grupo de investigadores le estudian, toman muestras y vierten cubos de agua para tratar de mantenerle con vida.

El Ayuntamiento de Madrid había anunciado que los ciudadanos se lo encontrarían por sorpresa y que daría más información a lo largo de la mañana.

En seguida las redes sociales se han llenado de comentarios desde el “Dios mío, la que está liando Carmena” al “no sé si es que sigo dormida”. Ciclistas y transeúntes, muchos de ellos acompañados de sus mascotas, no han tardado en acercarse a ver al animal de cerca, hacerle fotos y comentar con los allí presentes cómo podía haber llegado hasta ahí. Personas de todas las edades, con grupo de niños pequeños incluido, no han podido reprimir la curiosidad y se han sentado al observar el evento.

Pero la incertidumbre y la “ilusión” han durado poco.

Pronto los más listos (y conectados) han apuntado que había poco de casual en estos mensajes de Twitter que compartían todos el hashtag #UnCachaloteEnMadrid, y que se podía deber a una campaña publicitaria, una acción por el cambio climático, y llegaban a afinar que algo parecido sucedió el año pasado en París. La ausencia de coches de policía o ambulancias ha hecho sospechar a otros que aquello no podía ser un accidente, ya que en tal caso se habría provocado mayor revuelo y no serían únicamente unas vallas las que acordonaran al agonizante animal.

Por la concienciación personal

A las 10:30 de la mañana se ha resuelto el misterio. El cachalote del Manzanares es Whale, una escultura hiperrealista realizada por el colectivo belga Captain Boomer, que simula cómo se activa un caso real de emergencias ante una ballena varada. El proyecto artístico ya se había desarrollado en ciudades como Londres, Amberes o París.

La réplica del cachalote estará instalada hasta el domingo a las 18:00 en el estanque, y seguirá contando con la presencia de actores-científicos que interactúan con el cetáceo e invitan al público a participar como un agente más de la representación. Con la acción, buscan denunciar el estado de los océanos y advertir del cuidado al medio ambiente.

Whale es la primera de las más de 200 actividades gratuitas que el programa CiudaDistrito del Ayuntamiento de Madrid, desplegará a lo largo del otoño en los 21 distritos de la ciudad. La programación, dirigida a todo tipo de públicos, abordará disciplinas tan diversas como música, teatro, talleres, paseos, cuentacuentos o procesos de creación comunitaria.

Fernando Cuadrado, coordinador de CiudaDistrito, afirma que el objetivo de la acción es la “concienciación ecológica individual, la reflexión que cada persona hace cuando lo ve”. Ha hecho igualmente referencia a la noticia de hace un mes, cuando “apareció una ballena varada en Murcia con 29 kilos de plástico en su intestino”. Ante lo que, “si uno de cada diez niños se obsesiona con no tirar un maldito plástico, me vale”. Ahora bien, ¿por qué un cachalote? “Por su capital simbólico. Es el Leviatán de Hobbes, el que se tragó a Jonás y a Pinocho, es Moby Dick, un animal mitológico”, explica.

“Huele a pescado de verdad”

Durante la mañana, se han ido acercando viandantes curiosos para averiguar el qué estaba ocurriendo, el origen de la iniciativa y, cómo no, hacerse fotos. Los hay que se han mostrado muy preocupados por el animal agonizando en el estanque. “¿Cómo ha llegado aquí? Se va a morir. Por mucho agua que le echen, aquí no va a aguantar”, comentaba una señora alarmada según se ha topado con la escena.

Una pareja se ha acercado a los supuestos biólogos para preguntarles si el cachalote respiraba, ya que apenas se movía. Los investigadores han contestado que les habían llamado esta noche y que “todavía estamos investigando, pero estos animales suelen respirar cada cierto tiempo”. Por ello, han decidido sentarse a esperar el gran acontecimiento. Eso sí, prescindiendo de ir a comprar agua con la que contrarrestar el calor, “no vaya a ser que se lo lleven”.

Otra vecina ha pedido que pusieran en funcionamiento los chorros del estanque, “para que le llegue más agua, con los cubos no va a ser suficiente”. Sin embargo, la gran incógnita ha sido averiguar cómo había podido llegar hasta el Manzanares. La mayoría de los visitantes han coincidido en señalar que había aparecido la noche anterior. “Yo vi cómo la bajaban en una grúa porque vivo cerca de aquí, pero no pensaba que fuera de verdad. Y mírala, no paran de echarle agua”, desvelaba un hombre.

Aun así, la respuesta más simpática la han ofrecido un grupo de niños pequeños que han acudido acompañados de sus padres. “Seguro que porque puede bucear muy bajito y que por eso ha conseguido llegar hasta aquí”, sugería una niña. Eso sí, estaban emocionados comentando “qué grande es” y “¡cómo mola!”. Además, estaban contentos de ver al cachalote acompañado de unos patos que también nadaban por el estanque. “Seguro que se hacen amigos”, confiaban.

La gran mayoría, en cualquier caso, se ha topado con la ballena por casualidad. “Estaba montando en bici y de repente me he encontrado esto. También te digo que no tengo claro qué es”, explicaba una deportista. La duda sobre si el cachalote era de verdad o no, ha estado presente en todo momento. Comentarios como “huele a pescado de verdad” avivaban la incertidumbre. Los perros que han visto sus paseos interrumpidos también han contemplado a la ballena.

El componente artístico de la acción

Bart Van Peel es el máximo responsable del colectivo Captain Boomer, fundado en 2008 y que tiene su sede en Bélgica. Está formado por artistas y científicos que han realizado grandes intervenciones en diferentes ciudades europeas, generando una dinámica social con un vivo sentimiento de realidad. El CEO ha destacado en declaraciones a eldiario.es que la acción implica “una confrontación con la muerte, la naturaleza y nuestra conexión con ella”.

El impacto de la elección de este animal tiene que ver con su condición de “gran depredador, que llega a las costas desorientados, expresando que están exhaustos y rendidos. Lanza un mensaje”, explica el CEO. Comenta que lleva intrínseca la emoción, dado que “hay un sentimiento inmediato te culpa que te hace plantearte si está muerto y por qué. Pero también de felicidad por estar viendo una ballena de verdad”.

Las emociones sufren las consecuencias de la trampa al descubrir la verdad, generando respuestas dispares. “Puedes sentirte aliviado por no tratarse de una tragedia, pero quizás te enfades”, explica Boomer. Y resalta que lo más positivo es que “la gente habla entre ellos convirtiendo la acción en un fenómeno social en la ciudad. Genera debate”.

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