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Nuevas imágenes muestran a menores tutelados en Melilla durmiendo hacinados en el centro de acogida

Tres niños entran al módulo de acogida de La Purísima | N.C.

Desalambre

La Sexta ha tenido acceso a un vídeo grabado en su interior, cuestionado por numerosas organizaciones. Es el centro del que suelen escapar muchos de los menores migrantes que malviven en las calles de la ciudad autónoma con el objetivo de conseguir llegar a la Península.

El vídeo, grabado con un móvil, es de mala calidad pero muestra las malas condiciones en las que la Ciudad Autónoma acoge a los menores tutelados de Melilla. El Gobierno de la ciudad continúa desoyendo las críticas y atacando a cada organización que ha elaborado informes sobre la situación de los menores migrantes no acompañados.

Los menores no solo se quejan de la falta de camas suficientes, el mal olor o la escasez de ropa. También han sido varias las denuncias de malos tratos . “Los educadores te hablan mal. Yo prefiero la calle. Estuve siete meses en Baluarte (el centro de infractores, de régimen cerrado) y es mejor”, explicaba Mohamed en un reportaje de eldiario.es, que ahora es mayor de edad y ha pasado tres de ellos en los centros de acogida de la ciudad. Las ONG locales Harraga y Prodein han recopilado durante años testimonios de menores que denuncian situaciones de abuso o maltrato.

Este medio comprobó el hacinamiento del centro en un reportaje publicado en 2016. en una visita al centro, podían observarse colcohones en el suelo y los propios niños soldando nuevos somieres que añadir a las literas de dos camas. 

Más allá de las condiciones del centro de acogida La Purísima, la política llevada a cabo por las autoridades autonómicas sobre los menores migrantes no acompañados, cuya tutela es responsabilidad del Gobierno melillense, ha sido muy cuestionada. 

Durante los pasados meses de diciembre y enero, dos menores no acompañados murieron en diferentes circunstancias. Uno de ellos, Soufiane, falleció de forma repentina, después de haber recibido el alta del hospital de Melilla, tras haber perdido un pie en su intento de colarse en un barco en el que escapar de la ciudad autónoma.;

A finales de 2017, otro menor migrante tutelado falleció de una parada cardiorespiratoria tras permanecer 20 días en coma en el Hospital Comarcal de Melilla. El director de la ONG local Prodein, José Palazón, denunció que su muerte era “consecuencia de una paliza” que, según aseguró, había tenido lugar en el Centro Educatiuvo de Menores Infractores, conocido como “Baluarte”.

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