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El Gobierno lamenta que los españoles “no apoyan las políticas de cooperación” tras recortarlas durante años

Campaña de vacunación en África contra el virus del papiloma humano (VPH), una de las principales causas del cáncer de cuello uterino.

Laura Olías

“Un país serio tiene que tener una política de ayuda al desarrollo que pueda intervenir en los procesos de paz, de derechos humanos, de pobreza... pero es evidente que la ciudadanía no lo ve así”. Así manifestó Gonzalo Robles, hasta el momento secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo con el Gobierno del Partido Popular, su pesar por la supuesta falta de apoyo social a las políticas de cooperación. Un ámbito que ha sufrido duros recortes del gobierno de Mariano Rajoy, entre ellos, en la partida de Educación para el Desarrollo, destinada a crear conciencia social sobre su importancia. 

Las declaraciones de Gonzalo Robles se enmarcan en un debate con las principales formaciones políticas sobre cooperación al desarrollo, celebrado el pasado lunes en Madrid. El representante del Partido Popular afirmó que “algo estamos haciendo mal” porque la importancia de estas políticas –dedicadas a reducir la desigualdad, la pobreza y las injusticias en los países empobrecidos– no llegaba a los ciudadanos españoles.

Robles citó un estudio, que ha elaborado con su equipo, que “recoge los datos del CIS”, dijo. En éste, el político destacó que el apoyo de los ciudadanos encuestados a las políticas de desarrollo ha disminuido progresivamente desde 2005. A su juicio, ya que en 2005 no había comenzado la crisis econónima y hasta 2009 aumentaban los fondos, algo se ha estado haciendo mal para que la sociedad reniegue de esta inversión pública. 

El estudio recoge “en 2015 casi tres de cada cuatro españoles (72%) está de acuerdo con la afirmación de que 'España debe cooperar internacionalmente para ayudar a solucionar los problemas que tienen los países menos desarrollados, a pesar del coste económico que ello suponga”. En 2008 era el 84%.

El informe, coordinado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), incluye una nueva pregunta con la que pone en duda el verdadero compromiso de la sociedad española con la cooperación. La opción hace elegir a los encuestados entre ayudar a terceros países o “garantizar primero el bienestar de los/as españoles/as y después el de otros países”. Entonces, la cooperación internacional cae al 25% y la segunda opción alcanza un 71%. “Es la verdad, si no la queremos ver...”, dijo Robles sobre el escaso respaldo a estas políticas.

Discurso de “confrontación” con la política nacional

Varios colectivos del Tercer Sector señalan a eldiario.es que el Gobierno de Rajoy ha utilizado “la falsa confrontación” entre las políticas nacionales y las de cooperación al desarrollo, que no son excluyentes, para justificar sus recortes a la cooperación al desarrollo. En 2011, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) era del 0,29% de la renta nacional bruta. En 2014, era del 0,14%.

“Es que lo dijo el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Margallo, que prefería pagar las pensiones. Es una dicotomía sobre la que se ha instrumentalizado el discurso y es mentira. Han empleado el dinero en salvar el sector financiero y han recortado en políticas sociales también en España”, resume José Medina, investigador de la Plataforma 2015 y más.

Desde la Coordinadora española de ONG para el Desarrollo destacan que no todas las encuestas apuntan a una falta de apoyo de los españoles a estas políticas. En un Eurobarómetro realizado por la Comisión Europea en 2014 con motivo del Año Europeo para el Desarrollo, los españoles sobresalieron como “los que más tienden a decir que la lucha contra la pobreza en los países en desarrollo debería ser una de las principales prioridades de su gobierno nacional”, solo por detrás de los suecos.

“Si analizas más en profundidad los datos de esa encuesta, incluso los más mayores reivindican más el papel gubernamental en la cooperación”, afirma Irene Ortega, que ha trabajado con los datos de Poletika, una herramienta que mide el compromiso de los partidos políticos con la lucha contra la desigualdad para las próximas elecciones. “Nuestra idea es que la ciudadanía no ha retirado su apoyo a la cooperación”, defiende.

Recortes “del 68%” en educación para el desarrollo

Ortega critica, además, que algunas decisiones del Gobierno central “como recortar un 68% los recursos destinados a la Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Globla desde 2011”, no han ayudado a aumentar el compromiso y la sensibilización de la población. Robles indicó que no es favorable a estas políticas por sus “escasos resultados”. En las organizaciones sociales siguen subrayando su necesidad como una de las bases para “crear una conciencia crítica”. Otra de las medidas del PP fue “suprimir Educación para la Ciudadanía que introducía en el currículo expresamente los temas de cooperación y los derechos humanos”, recuerda Irene Ortega.

Medina coincide con la Coordinadora de ONGD en que el interés de los españoles contra la desigualdad es evidente. “Yo creo que España está muy interesada y no hay más que mirar a las calles, no ha dejado de demostrarlo. La gente ha salido a protestar por el rescate a los bancos en lugar de a las personas, en contra de la desigualdad, a favor de una fiscalidad más justa...”, recuerda. 

Uno de los retos –y aquí las ONG hacen autocrítica– es la dificultad que han encontrado para vincular estas reivindicaciones, que se han dejado sentir en el ámbito nacional, con las desigualdades e injusticias que inundan el mundo. En Oxfam Intermón, ONG dedicada a la reducción de la desigualdad, destacan que la sociedad española es “muy solidaria, lo vemos en las crisis humanitarias, pero cuesta más que sea constante porque no hay tanta conciencia sobre una política de cooperación como en los países del norte de Europa”, explica Lara Contreras.

Contreras señala los resultados de Poletika, que arrojan que la cooperación es uno de los ámbitos de los que menos hablan los líderes políticos nacionales y que menos consideración tienen en sus programas electorales. “Aún así hemos conseguido que algunos, como Pedro Sánchez y Alberto Garzón, hablen de ello”, afirma. La presión de las ONG es fundamental, pero Contreras confía en que desde el poder político también empujen hacia la visibilidad de estas políticas. “Porque sí importan a los españoles”, responden desde la sociedad civil al Gobierno.

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