La UE, de nuevo sin acuerdo para rebajar el IVA de los libros electrónicos

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) volvieron a ser incapaces, por tercera vez, de alcanzar la unanimidad necesaria para aprobar el IVA reducido a las publicaciones electrónicas, incluidos libros (“e-books”), revistas y periódicos, por la oposición de la República Checa.

Tampoco se logró un acuerdo sobre la inversión del sujeto pasivo del mismo impuesto, que busca prevenir el fraude y supondría en la práctica que el consumidor de la mercancía debería pagar el IVA a Hacienda, a diferencia del sistema actual, en que esta responsabilidad recae sobre el proveedor.

Ambas cuestiones se habían abordado en las reuniones de titulares económicos de los Veintiocho del pasado mayo y de junio de 2017, sin éxito, y volvieron a tratarse en el encuentro de este viernes, donde no recibieron luz verde.

En las tres ocasiones, la República Checa a se opuso a aprobar el IVA reducido para las publicaciones electrónicas ante la falta de avances en el mecanismo para invertir el sujeto pasivo del impuesto sobre el valor añadido, que no cuenta con el visto bueno ni de Eslovenia ni de Francia.

“Estamos preparando una decisión para la próxima reunión en octubre”, aseguró el ministro austríaco de Finanzas, Hartwig Löger, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, sobre el IVA de las publicaciones, con esperanzas de que ese mes se pueda aprobar la legislación.

Durante la cita, la titular checa de Finanzas, Alena Schillerová, afirmó entender que esa propuesta es “muy importante” para “algunos” de los Estados miembros.

“Estoy preparada para ser tan flexible como sea posible en el futuro próximo”, declaró.

Mientras tanto, la titular española, Nadia Calviño, consideró que hoy era el momento “adecuado” para dar el visto bueno a la ley e instó a los Estados miembros a ser flexibles para lograr la unanimidad.

De acuerdo con las reglas actuales, las publicaciones electrónicas están tasadas a un mínimo del 15 %, mientras que las tradicionales pueden oscilar entre una tasa reducida (mínimo del 5 %), superreducida (inferior al 5 %) o tasa cero.

La nueva propuesta pretende alinear las normas para las publicaciones físicas y electrónicas, si bien las tasas superreducidas solo se podrán imponer en los Estados miembros que ya las emplean para los libros, revistas y periódicos en formato físico.

En cuanto a la inversión del sujeto pasivo del impuesto, podrían aplicarlo los países que lo deseasen temporalmente y bajo condiciones en las transacciones entre empresas superiores a 10.000 euros.

Esta cita ministerial era la primera bajo la presidencia austríaca y el ministro de ese país, Hartwig Löger, presentó las prioridades de su país en el ámbito económico.

Así, ante la prensa explicó que Viena apuesta por avanzar en la Unión Bancaria y, en particular, en la reducción de riesgos.

Además, llamó a preparar una hoja de ruta para mantener discusiones políticas sobre el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés).

Si bien no formaba parte de la agenda de la reunión, a su llegada, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, resaltó que la eurozona va “por el camino correcto” para su mejora, en pleno debate sobre la reforma del área de la moneda única.

Le Maire añadió que en el Eurogrupo de ayer encontró a todos los ministros económicos de la eurozona “dispuestos” a continuar con la labor de reforma y pidió seguir con el trabajo sobre el presupuesto de la eurozona, el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés) o el cortafuegos para el Fondo Único de Resolución bancaria.