Bruselas impulsa el fin del derecho de veto de los países en la legislación fiscal europea
La Comisión Europea ha decidido este martes en Estrasburgo impulsar el fin de la unanimidad; es decir, del derecho a veto de los Estados miembros, en materia de política fiscal de la UE.
Esta unanimidad a menudo no puede lograrse para iniciativas fiscales cruciales. La comunicación de la Comisión publicada este martes propone un plan de transición progresiva y específica hacia el sistema de votación por mayoría cualificada con arreglo al procedimiento legislativo ordinario en determinados ámbitos de la política de fiscalidad común de la UE, como ya es el caso para la mayoría de las demás políticas de la UE. Los Tratados de la UE prevén esta posibilidad.
Gracias a la votación por mayoría cualificada, los Estados miembros podrían alcanzar compromisos más rápidos. Asimismo, con arreglo al procedimiento legislativo ordinario, las decisiones en materia de fiscalidad se beneficiarían de aportaciones concretas del Parlamento Europeo.
La Comisión no propone ninguna modificación de las competencias de la UE en el ámbito de la fiscalidad ni de los derechos de los Estados miembros a fijar los tipos del impuesto sobre la renta o sobre sociedades como consideren oportuno.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, que en su reciente discurso sobre el estado de la Unión había defendido el recurso al voto por mayoría cualificada en materia fiscal, ha declarado: “Nuestras economías cada vez más globalizadas necesitan unos sistemas fiscales modernos y ambiciosos. Estoy totalmente a favor de recurrir a la votación por mayoría cualificada y de una voz más firme para el Parlamento Europeo a la hora de decidir el futuro común de la fiscalidad en nuestra Unión”.
El comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, Pierre Moscovici, ha declarado: “La UE ha intervenido en la política fiscal desde los orígenes de la Comunidad, hace seis décadas. Sin embargo, si la unanimidad en este ámbito tenía sentido en la década de 1950, con seis Estados miembros, ya no lo tiene en la actualidad. La regla de la unanimidad en materia fiscal parece cada vez más políticamente anacrónica, jurídicamente problemática y económicamente contraproducente. Soy plenamente consciente de lo delicado del tema, pero esto no puede significar que el debate esté descartado. Así pues, entablémoslo hoy”.
La regla de la unanimidad ha supuesto que algunas de las propuestas clave para el crecimiento, la competitividad y la equidad fiscal en el mercado único hayan estado bloqueadas durante años.
Al mismo tiempo, el Parlamento Europeo elegido democráticamente solo ha desempeñado hasta ahora un papel consultivo en el proceso de toma de decisiones.
La Comisión pide que los líderes de la UE, el Parlamento Europeo y otras partes interesadas estudien la posibilidad de avanzar gradualmente en cuatro etapas hacia una toma de decisiones por mayoría cualificada.
En la etapa 1, los Estados miembros deberían acordar el recurso a la toma de decisiones por mayoría cualificada cuando se trate de medidas que mejoren la cooperación y la asistencia mutua entre los Estados miembros en la lucha contra el fraude y la evasión fiscales, así como de iniciativas administrativas destinadas a las empresas de la UE, por ejemplo, la armonización de las obligaciones de notificación. Estas medidas suelen ser bien acogidas por todos los Estados miembros, pero tienden a ser bloqueadas por motivos ajenos a las cuestiones de que se trata.
En la misma línea, la etapa 2 introduciría la mayoría cualificada como una herramienta útil para avanzar en aquellas medidas en las que la fiscalidad apoye otros objetivos políticos, tales como la lucha contra el cambio climático, la protección del medio ambiente o la mejora de la salud pública. La Comunicación presentada hoy sugiere que los Estados miembros decidan rápidamente alcanzar una decisión común para acometer las etapas 1 y 2.
El uso de la mayoría cualificada en la etapa 3 ayudaría a modernizar las normas de la UE ya armonizadas, tales como las relativas al IVA y los impuestos especiales. Una toma de decisiones más rápida por parte de la UE en estos ámbitos permitiría a los Estados miembros mantener el ritmo de los últimos avances tecnológicos y de los cambios en el mercado en beneficio tanto de los países como de las empresas de la UE.
La etapa 4 permitiría recurrir a la mayoría cualificada en grandes proyectos fiscales, como la base imponible consolidada común del impuesto sobre sociedades (BICCIS) y un nuevo sistema de fiscalidad de la economía digital, que urgen para garantizar una fiscalidad justa y competitiva en la UE. En particular, la BICCIS sigue avanzando muy lentamente a consecuencia de la exigencia de unanimidad.
La Comisión sugiere que los Estados miembros se planteen desarrollar las etapas 3 y 4 para finales de 2025.
15 01 2019 Communication To... by on Scribd