Una pyme asturiana de productos ecológicos consigue registrar la marca “Tesla Energy Free” en España
Tesla Management SL, una pyme asturiana relacionada con el consumo de productos sostenibles y ecológicos, acaba de lograr que la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) autorice el registro de la marca “Tesla Energy Free”, sin que conste que el gigante de los coches eléctricos, Tesla Motors, haya mostrado su oposición durante el procedimiento.
La empresa española logró la concesión el pasado 11 de enero, un día después de que eldiario.es informase de que había solicitado el registro de esa y de otras cuatro denominaciones con la palabra “Tesla”: Tesla, Tesla Energy, Tesla Management y Tesla Card. Las clases autorizadas por la OEPM para la marca Tesla Energy Free son las número 35 y 36 de la clasificación internacional de Viena, que comprenden los servicios de fidelización y tarjetas de crédito, entre otros.
La filial de Tesla en España, que no ha querido comentar este asunto, tendría que acudir ahora a la vía contenciosa si quisiera intentar anular el registro.
El administrador único de Tesla Management es Rubén Pérez, que esta semana ha estado en Madrid en busca de financiación para su proyecto. Este empresario niega categóricamente a eldiario.es que tenga “ningún ánimo” de suplantar la marca Tesla ni de vendérsela a la multinacional estadounidense: “Ni se nos pasó por la cabeza”, dice, consciente de que “hay gente que especula con los nombres comerciales”.
Este empresario asturiano, que cuestiona la sostenibilidad del fabricante automovilístico estadounidense (“No creo en Tesla Motors”, asegura), bautizó su proyecto en homenaje al ingeniero Nikola Tesla, “que sacrificó su vida por el interés común”.
Pérez cree firmemente en su iniciativa, cuya marca lleva año y medio posicionando y que está vinculada (aunque desde el punto de vista societario son independientes) a otra empresa de la que también es administrador único, Beta. Esta sociedad explota dos tiendas de alimentación ecológica en Oviedo y Gijón y una pequeña red de doce gasolineras en Asturias, Castilla y León y Elche.
Tesla Management ya tiene en funcionamiento la web teslacard.es, que se basa en su producto Tesla Card, “la tarjeta que libera los costes del consumo eléctrico a cambio de que participes de un Desarrollo más Sostenible”. Según su creador, se trata de una “plataforma de adhesión a consumos”, de forma que toda la energía que contrate con la empresa un hogar o empresa (electricidad de origen renovable, gas y carburantes con un 7% de biocombustible de nueva generación) “sea la más sostenible del mercado”.
La idea es que la tarjeta, que prevé lanzar en febrero en Asturias y Levante, permita al cliente acumular puntos por compras de alimentación ecológica a domicilio para obtener descuentos en la energía suministrada por la red de Beta y de otros operadores a partir de un determinado umbral de gasto.
Contratar a Di Caprio
“Es un concepto que en España no existe”, dice Pérez, que estima que pueden recibir 60.000 altas en sus cuatro primeros meses de funcionamiento. Según sus cálculos, implicarían una facturación de millones de euros en su primer año de operación. “Queremos dar 60 días de crédito al cliente hasta que le llegue su factura, y ese es un riesgo que es muy difícil de asegurar”.
Explica que está negociando con proveedores como Seur (transportista de Amazon en España) y con cadenas de alimentación ecológica como Veritas (en Catalunya). Las mayores trabas, asegura, están llegando por parte de las compañías eléctricas y petroleras. También quiere que algún personaje famoso le ayude a promocionar su proyecto: “Queremos contratar a Leonardo Di Caprio, estamos hablando con su agente”, dice.
Beta tiene 115 empleados en total entre sus estaciones de servicio (tiene doce en Asturias, Castilla y León y Alicante), sus dos tiendas y su personal administrativo. Tuvo en su consejo de administración hasta el año pasado a tres ex futbolistas del Sporting de Gijón que se han apartado del proyecto, confirma Pérez.
Esos tres exdeportistas y él mismo administraron la firma lucense Biocarburantes de Galicia, que entró en concurso de acreedores hace un año (ya está disuelta) y que aparecía en la última lista de morosos de la Agencia Tributaria con deudas de 14.998.072,49 euros con el Fisco.
Pérez, que relaciona esa quiebra con la retirada de los incentivos a los biocombustibles por parte del Gobierno, reconoce la existencia de esa deuda con el Fisco, pero reivindica las lecciones aprendidas del fracaso en esa aventura empresarial.