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La empresa de 'tuppers' Wetaca pide a sus clientes que tiren la comida por un fallo de calidad

Plato de comida de Wetaca

Analía Plaza

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La empresa de comida a domicilio Wetaca envió este miércoles un email a sus clientes pidiendo que tiraran los tuppers recibidos en los últimos días. “Te escribimos para pedirte por favor que no tomes los platos de tu último pedido (el recibido entre el 18 de junio y hoy, 23 de junio de 2021”, dice la comunicación. “Como sabes, y como compañía de alimentación que somos, cada semana hacemos análisis clínicos de los platos que elaboramos con el objetivo de mantener los máximos estándares de calidad”.

“En el análisis de esta semana”, continúa el comunicado, “acabamos de ver que alguno de los platos no ha cumplido con este estándar por lo que, por prevención, te pedimos que los deseches y no los consumas (...) Nuestra prioridad es cuidar de ti, por lo que si ya has consumido platos y no te has sentido o sientes mal, no te preocupes. Pero si por alguna razón te han sentado mal, te pedimos que te pongas en contacto con nosotros a través de email para que podamos atenderte personalmente”.

La compañía asume que “esto supone una molestia” y se compromete a reembolsar a sus clientes el importe íntegro del pedido automáticamente, con los gastos incluidos.

Wetaca, compañía española con sede en el sur de Madrid, envía semanalmente platos de comida preparada a decenas de miles de personas en toda España. El sistema es el siguiente: abren la carta los jueves y aceptan pedidos hasta el miércoles siguiente. El cliente escoge el día que desea recibirlos y van llegando durante la semana.

El email de alerta llegó un miércoles, así que la mayoría de clientes habían recibido ya sus tuppers y se los habían comido. Juan, un usuario de Wetaca con el que ha hablado este periódico, escogió recoger su comida el viernes. Ha tomado varios platos y de momento no se ha sentido mal.

La empresa ha contestado en abierto a los clientes que han solicitado información por Twitter, pero no ha publicado ningún comunicado en esta red social. Tampoco en Facebook. En declaraciones a elDiario.es, informa de que los análisis que han hecho “no son cien por cien concluyentes” y de que siguen pendientes de tener resultados más rigurosos para poder dar más información. “No vamos a entregar nada sin estar seguros de que está correcto”, afirma Andrés Casal, uno de sus fundadores.

La falta de datos concretos ha preocupado a sus usuarios. “Es raro, porque no especifican si se trata de un plato concreto o si es algo que afecta a varios”, dice uno de sus clientes, Javier. “Eso me hace pensar que no será algo demasiado grave, pero por otro lado me preocupa: podría ser algo generalizado en toda la cocina. Me hubiera gustado un poco más de detalle en la comunicación. Me gustaría saber si estamos expuestos a una mala tarde en el baño o si es algo más serio; si es en todos los platos o solo en algunos”.

Otros no terminan de entender por qué Wetaca hizo el análisis de calidad una vez enviados los platos. En Twitter, algunos de ellos han declarado sentirse mal del estómago.

La farmacéutica experta en seguridad alimentaria Gemma del Caño explica a elDiario.es que “la industria alimentaria hace intensos e importantes controles preventivos. Pero como sabemos que el riesgo cero no existe, también tomamos muestras aleatorias y les hacemos análisis después”.

Del Caño entiende que Wetaca ha detectado el fallo en esa analítica posterior y que ha actuado correctamente al informar a sus clientes para que lo tiren. Lo normal, explica, es que los controles preventivos sean tan exhaustivos que las analíticas posteriores no detecten nada raro. Pero puede pasar. “Por eso es tan importante la trazabilidad. Todos los productos van con lote, así que cuando detectas un fallo en un lote sabes exactamente dónde está y avisas”, continúa.

Según el nivel de peligrosidad del fallo, las industrias activan diferentes protocolos. “Si fuera algo muy serio, como salmonella o listeria, informarían a la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria) para hacer un llamamiento más grande”, dice. “Pero probablemente sea contaminación microbiológica, E-Coli, que es bastante habitual y no es súper crítico. Con la trazabilidad son capaces de avisar a todas las personas que tienen tuppers”.

Wetaca debe detectar ahora dónde está el fallo

Wetaca ya sabe que algo ha fallado y así se lo ha comunicado a sus clientes. Ahora, debe encontrar qué es exactamente lo que ha fallado y solucionarlo.

“En la industria alimentaria, nos podemos permitir fallar porque el riesgo cero no existe. Pero no podemos fallar dos veces. Ahora tienen que analizar hacia atrás: si es que alguien no se ha lavado bien las manos, si algo no se ha envasado bien, si la materia prima era correcta...”, continúa la farmacéutica.

Esto puede suponer parar toda la producción, con lo que cada minuto es crítico porque implica perder dinero. “Imagínate que se encuentra una máquina contaminada con listeria. Esa máquina hay que retirarla y no usarla hasta que no se haga un análisis”.

Por este motivo, es habitual que los técnicos de calidad hagan simulacros para que la empresa sepa reaccionar ante un fallo de este calibre. “Dos veces al año, sin avisar, decimos: hemos encontrado salmonella en el producto. Se hace un comité de crisis que valora si retirar del mercado y analiza qué parte del proceso es”, cuenta. Del Caño concluye con un ilustrativo ejemplo. “Imagínate que hubiera habido simulacros de pandemia. No hubiéramos improvisado así”.

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