El Gobierno se compromete a reforzar el Estado del bienestar en los Presupuestos de 2019 “más allá del déficit”
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica este sábado la orden ministerial de Hacienda por la que se dictan las normas y las principales prioridades que marcan la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019. Aunque en el BOE se apunta que la norma recoge que las cuentas atenderán las demandas sociales y cumplirán con los objetivos marcados desde Bruselas también se destaca en el primer párrafo que “la pertenencia a la Unión Europea va mucho más allá de las obligaciones relativas al déficit y la deuda pública”.
Desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha querido mandar el mensaje a Bruselas de que se cumplirá con el objetivo de déficit, tanto en el Presupuesto recién aprobado de este año, como en las cuentas públicas de 2019, la realidad es que conseguir que el año que viene el déficit sea del 1,3% con los compromisos adquiridos en pensiones, subida salarial de funcionarios, equiparación de sueldos de policías y guardias civiles y subida de gasto social lo hace imposible.
El texto de la orden ya recoge algunas de las prioridades políticas que el Ministerio de Hacienda pretende concretar en el proyecto de Presupuesto donde “valores como la cohesión social, la lucha contra la desigualdad –en particular, entre hombres y mujeres– y la sostenibilidad son las señas de identidad”. En el BOE se subraya que se trata de unas cuentas en la búsqueda de “un modelo en el que se revierta la regresión de derechos que ha seguido a la crisis y en el que la precariedad y la desigualdad han aumentado alarmantemente poniendo en riesgo la cohesión social y territorial de nuestro país”.
Además se recalca que los Presupuestos para 2019 deben “resituar al Estado de Bienestar como eje central de un modelo de crecimiento en el que los servicios públicos fundamentales no son solo garantías sociales, sino también decisivos factores de crecimiento económico”.
En este sentido, el ministerio de Hacienda apunta que con la entrada del nuevo Gobierno se pretende diseñar unas cuentas que “aumenten la competitividad dejando de lado la insostenible senda de reducción de salarios que deja tras de sí un número inaceptable de trabajadores y trabajadoras pobres y agrava la grieta financiera de la Seguridad Social”.
Desde la llegada a Moncloa, Pedro Sánchez ha dejado claro el carácter ecologista de su agenda de Gobierno. En el texto de la orden publicado hoy se apunta que los PGE deberán elaborarse “bajo la condición inexcusable de abogar por la lucha contra el cambio climático y a favor de la sostenibilidad ambiental y la transición ecológica y en un marco de colaboración leal con las Administraciones Territoriales”. También se aboga por “la reactivación del Sistema Nacional de
Ciencia y Tecnología y de las políticas activas de empleo“.
Con estas líneas generales, ahora los ministerios tienen que remitir sus propuestas a la Dirección General de Presupuestos antes del 9 de julio de 2018. A la difícil tarea de cuadrar unas cuentas imposibles con las exigencias del déficit se une la debilidad parlamentaria del Gobierno, con solo 84 diputados en el Congreso, lo que le obligará a mantener unas duras negociaciones con los partidos que le apoyaron en la moción de censura teniendo en cuenta que la Ley obliga a presentar el proyecto presupuestario antes del 1 de octubre.