Los hinchas alemanes se oponen al último asalto de los fondos para controlar el fútbol europeo

Diego Larrouy

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“No a los inversores en la DFL [liga alemana]”. Este letrero se ha repetido por multitud de campos de fútbol en Alemania después de que el organismo que engloba a los clubes germanos haya retomado su intención de vender una parte de los derechos televisivos a un fondo de inversión. El rechazo a esta operación se ha ido multiplicando desde hace dos meses en los estadios alemanes. Mientras tanto, en la banda calientan media docena de los grandes fondos de inversión del mundo para sacar rédito de los ingresos del fútbol, como ya se hiciera con LaLiga en España o en el campeonato francés.

No es la primera vez que el fútbol alemán sondea esta estrategia. El pasado otoño lanzó el proceso, pero es ahora cuando ha tomado más fuerza. La DFL, el órgano que engloba a los clubes de la Bundesliga 1 y 2, votará a finales de este mes si crea una sociedad independiente para gestionar los derechos audiovisuales y vende una porción a un inversor financiero. El próximo paso será el 24 de mayo, cuando la junta del organismo deba votar si aprueba la operación, que deberá tener el respaldo de dos tercios. Por ello, ha multiplicado en las últimas semanas sus contactos con aficionados y clubes para vender las posibilidades del proyecto.

La operación es muy similar a la que ya se ha hecho en España y Francia. La Liga fue el primer organismo europeo que abogó por este modelo financiero. En 2021 vendió el 8,2% a CVC por 1.994 millones de euros. La cifra final fue más baja de la inicial porque tres de los clubes (Real Madrid, FC Barcelona y Athletic Club) se negaron y quedaron fuera del acuerdo. En el caso de Francia, fue también CVC el fondo que adquirió el 13% de esta sociedad por 1.500 millones de euros.

La propuesta que está sobre la mesa en Alemania supone la venta del 12,5% de la filial que gestione los derechos audiovisuales del fútbol alemán. El objetivo sería lograr unos ingresos que ronden los 2.000 millones de euros. “Se puede comparar con el techo de una casa que tiene goteras. Tenemos una buena construcción que funciona desde hace años pero hay que trabajar en algunas cosas, no en los cimientos, sino en el techo que tiene goteras”, aseguró hace unos días Axel Hellmann, director de la DFL en un encuentro con fans en Dortmund. “Internacionalmente, hay algunos que nos están dejando atrás, tenemos que hacer algo”, dijo.

“Abrirse a los inversores, particularmente a las firmas de capital privado que buscan el máximo beneficio, corre el riesgo de que usen su influencia para maximizar sus ganancias, potencialmente en contra de los intereses de los fanáticos y asistentes al estadio”, le respondió Jan van Leeuwen, representante de los aficionados del Dortmund. Entre otras cuestiones, los aficionados temen que estos fondos puedan influir en la toma de decisiones de la DFL en aspectos como cambios en el calendario o jugar partidos oficiales en otros países.

Los directivos de la liga han multiplicado durante el último mes sus encuentros con grupos de aficionados para tratar de convencer de la necesidad de este acuerdo.

Las aficiones de los clubes han mostrado su rechazo en los estadios durante las últimas semanas. No únicamente en los equipos más militantes, como el FC Sankt Pauli de Hamburgo, donde se han producido protestas en las calles como la que se aprecia en el siguiente tuit. Aficionados del Borussia Dortmund o del Union Berlin (imagen en el tuit anterior), ambos entre los cuatro primeros clasificados del torneo, han rechazado igualmente esta propuesta y han cargado contra “la locura del márketing”. Las imágenes se han ido repitiendo en otros estadios como los del Bayern de Múnich o el Friburgo.

Los fondos de inversión han dado buena cuenta durante los últimos años del interés por el fútbol tras la crisis provocada por el coronavirus y que ha dejado a los clubes con sus cuentas muy mermadas. Durante el pasado año se firmaron compraventas de clubes por más de 8.000 millones y hay pendientes otras operaciones como la del Manchester United, que la familia Glazer ha puesto en venta y podría suponer el mayor acuerdo de la historia. A ello se suman las transacciones de LaLiga y la liga francesa. A menudo, el pastel de los ingresos por derechos televisivos son los principales intereses para estos inversores, muchos de ellos procedentes de EEUU.

El listado de fondos de inversión que han mostrado su interés incluye a buena parte de los mayores nombres del sector del capital riesgo. No se ha hecho oficial el grupo de inversores interesados, pero medios especializados han ido señalando a aquellos que se han movido para la puja. Según explicó la agencia Reuters, este grupo incluiría de nuevo a CVC, el accionista de las ligas de Francia y España. También estaría el gigante Blackstone, conocido por ser uno de los mayores caseros en España; KKR, accionista entre otros en España de Másmóvil; o Advent. También se ha especulado con el interés de Sixth Street, quien en el último año ha adquirido parte de los derechos de explotación del nuevo Santiago Bernabéu y es dueño del 10% de los ingresos televisivos del FC Barcelona. Hellmann, de la DFL, aseguró esta semana que de la media docena de fondos que mostraron interés, han quedado cuatro.

Si los clubes alemanes dan su apoyo mayoritario a la operación y eligen un nuevo socio financiero, los fondos estarán presentes en el reparto de los ingresos televisivos de tres de las cinco grandes ligas europeas: España, Alemania y Francia. La Bundesliga compite en los últimos años por el segundo puesto de las ligas europeas por ingresos con la española, superándola tras la pandemia. Según un informe de Deloitte sobre las cinco mayores ligas europeas, la alemana recibe unos 1.700 millones de euros al año por los derechos televisivos. Lejos queda la Premier League inglesa, el mayor campeonato nacional en Europa por volumen de ingresos.

Italia lo rechazó

El asalto de los fondos a los derechos televisivos de las ligas también se han encontrado en este tiempo con una negativa. En 2020, antes de la operación de CVC en España, la liga italiana mantuvo conversaciones con el mismo fondo para la venta de un 10% de los ingresos televisivos por unos 1.700 millones de euros. En aquel caso, sin embargo, los clubes italianos no llegaron a ponerse de acuerdo sobre la operación. Una campaña impulsada por Aurelio de Laurentiis, presidente del Nápoles, y Andrea Agnelli, expresidente de la Juventus, provocó que siete de los veinte equipos de la primera división votaran en contra. Aunque el acuerdo se vio truncado, la Serie A volvió a contactar con fondos el pasado verano, según informó la agencia Reuters, para explorar una venta.

Pese a que el modelo global del fútbol tiene cada vez menos en cuenta a las hinchadas locales de los clubes y buscan más atraer a consumidores de otros mercados, en el caso alemán una venta de los derechos televisivos a un fondo de inversión no debe perder de vista a los aficionados. De hecho, Alemania tiene un modelo distinto a otros países y, por ejemplo, prohíbe que los clubes estén controlados en más del 50% por un inversor y da el resto del poder a los socios. Aunque esta norma ha sido esquivada en repetidas ocasiones, da muestra del poder que tienen los aficionados. Una reciente encuesta realizada por el diario deportivo local Kicker, apuntaba a que dos tercios de los aficionados alemanes están en contra de esta operación. Como ejemplo, la presión de los aficionados obligó a la Bundesliga a eliminar los partidos de los lunes por la noche en la negociación de la venta de sus derechos televisivos en 2018. En España, estos se mantienen.

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