Iberdrola vende a un fondo del Gobierno mexicano la mayoría del negocio en ese país por 5.478 millones de euros
Iberdrola ha acordado la venta de sus filiales en México a la sociedad estatal México Infrastructure Partners (MIP) por un importe de unos 6.000 millones de dólares (unos unos 5.478 millones de euros). Se trata de las compañías Iberdrola Generación México e Iberdrola Renovables México con las que venderá 8.539 megavatios (MW) de capacidad instalada: 8.436 MW en ciclos combinados de gas y 103 MW eólicos. Las relaciones entre la compañía eléctrica española y el presidente del Gobierno mexicano, Andrés Manuel López Obrador, estaban pasando por un momento de fuerte tensión y desavenencias.
Los activos que formarían parte de la transacción serían los ciclos combinados de gas Monterrey I y II, Altamira III y IV, Altamira V, Escobedo, La Laguna, Tamazunchale I, Baja California y Topolobampo II y III, junto con el parque eólico terrestre La Venta III, que operan todos ellos bajo el régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la Comisión Federal de Electricidad, y los ciclos combinados de gas privados Monterrey III y IV, Tamazunchale II y Enertek, según explica la compañía en su escrito a la CNMV.
Fuentes del mercado aseguran que la eléctrica española mantendrá más de 2.000 MW en activos de producción energética en renovables, ciclos combinados y cogeneración.
La transacción cuenta con el respaldo financiero del Fondo Nacional de Infraestructura de México (FONADIN) y otras entidades financieras públicas vinculadas al Gobierno mexicano.
La compañía energética explica que Iberdrola México seguirá prestando servicio a sus clientes actuales en México (así como, transitoriamente, a las sociedades incluidas en el perímetro de la operación) para lo que “se prevé celebrar contratos de compraventa de energía con las sociedades que se transmiten con la finalidad de proporcionar a las compañías del Grupo Iberdrola la energía y la potencia necesarias para desarrollar la generación renovable en México y cumplir con sus objetivos actuales y futuros en el país”.
La relación entre la compañía energética y el Gobierno mexicano no pasaba por su mejor momento. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acusó a la compañía que dirige José Ignacio Sánchez Galán de presionar para hacer descarrilar la reforma del mercado eléctrico mexicano que estaba diseñando su Ejecutivo.
Iberdrola alcanzó en 2022 un beneficio neto de 4.339 millones de euros, un 11,7% más y un nuevo récord histórico, quinto consecutivo para la multinacional energética. La operación mexicana le permitirá tener mayor liquidez para afrontar la compra de la eléctrica estadounidense PMN, en Nuevo México, una operación que se ha retrasado porque Sánchez Galán estaba imputado por el caso Villarejo, del que fue finalmente exonerado en 2022 por haber prescrito los hechos investigados.
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