OHL dispara los pagos a sus auditores un 40% tras los escándalos de corrupción
La crisis de OHL tiene por ahora al menos dos grandes ganadores: los inversores bajistas, que este verano se han cebado con su cotización, y los auditores de la constructora que controla el exministro Juan Miguel Villar Mir. El año pasado, la compañía disparó los pagos a firmas de auditoría un 39,7%, hasta 4,941 millones de euros.
Con estar lejos de las cantidades satisfechas por las grandes del Ibex 35 (del que OHL fue expulsada en junio), la cifra, que incluye los honorarios por trabajos de auditoría de cuentas y otros servicios, es la más alta de la historia de OHL. El fuerte incremento llega tras el estallido, en mayo del año pasado, de un escándalo de corrupción en México, principal mercado exterior de OHL, por presuntos sobornos a funcionarios, entre otras supuestas irregularidades.
De hecho, el aumento se explica sobre todo por los pagos a firmas distintas de su auditor principal, Deloitte. Estos superaron por primera vez el millón de euros, al situarse en 1,177 millones, frente a 506.000 euros en 2014. Esta cifra se ha multiplicado por diez desde 2007, cuando se quedó en 128.000 euros. Fuentes de OHL vinculan el problema mexicano al aumento de estos pagos. Por ejemplo, a tres opiniones pedidas a las otras grandes firmas del sector (EY, PwC y KPMG) sobre la rentabilidad garantizada de determinadas inversiones en ese país.
Los honorarios a Deloitte crecieron por su parte un 24%, hasta 3,7 millones, la cifra más alta desde 2011, por el aumento de la partida de “otros servicios” (un 135,7%, hasta 797.000 euros), que incluye trabajos cuya naturaleza es “propia de un servicio de consultoría o un servicio de terceros independientes”, explica OHL en sus cuentas. Según la empresa, se explica fundamentalmente por los trabajos de esa firma en la macroampliación de capital de 1.000 millones de euros completada a finales del año pasado, distintas emisiones de eurobonos y la incorporación de nuevas sociedades al perímetro.
Este lunes, OHL informó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que una auditoría de PwC a la polémica concesión del Viaducto Bicentenario en México ha concluido, tras 14 meses de trabajos, que “la adjudicación fue conforme a Derecho y se ajustó a la normativa vigente del Estado de México” y que la modificación de la concesión “fue conforme a las normas vigentes”.
Sin embargo, PWC (cuyos trabajos han sido encargados por el Estado de México, no por OHL) ha detectado discrepancias por importe de 296 millones de pesos (unos 14,3 millones de euros) que implicarán una sanción para la filial de OHL.
Por epígrafes, y contando trabajos realizados por Deloitte y otras firmas, las partidas de honorarios a auditores que más crecieron en 2015 fueron las de “asesoramiento fiscal” (se triplicó al pasar de 102.000 euros a 365.000); “Otros servicios” (que pasó de 380.000 a 865.000 euros) y “Otros servicios de verificación”, que creció un 79,1%, hasta 903.000 euros (la mayoría, para Deloitte). El que menos creció, un 11,8%, hasta 2,8 millones, fue el de servicios de auditoría de cuentas. En el caso de Deloitte incluso cayó un 3,6%, hasta 2,039 millones.
Con Deloitte desde 2002
Deloitte audita las cuentas de OHL desde 2002. Hasta entonces y desde al menos 1990 lo hacía Arthur Andersen, que se integró con esa firma tras su desaparición por el escándalo contable de la eléctrica estadounidense Enron. Deloitte era hasta el pasado año la gran dominadora del Ibex 35. Pero la firma, auditora de, entre otras grandes compañías, Abengoa, y la que dio el visto bueno a las cuentas de la Bankia de Rodrigo Rato y a su ruinosa salida a Bolsa (está imputada por ese caso), ha sido señalada como la gran perjudicada por la nueva Ley de Auditoría.
Desde junio, esta norma obliga a las cotizadas a cambiar de auditor cada diez años, lo que ha propiciado movimientos en un mercado oligopolístico dominado por las cuatro grandes del sector. Pero OHL se ha acogido, según fuentes de la constructora, “a un régimen transitorio por el que Deloitte podría seguir auditando sus cuentas hasta 2020 inclusive”. Así, OHL renovó a la firma como auditor en la junta del pasado 21 de junio, cuatro días después de la entrada en vigor de la nueva Ley de auditoría.
Inmersa en una grave crisis bursátil y financiera por su abultada deuda y golpeada por el daño reputacional del escándalo mexicano, OHL ha visto a su máximo accionista, Villar Mir, imputado (desde septiembre de 2014) por el presunto amaño en la adjudicación de un hospital en Palma de Mallorca. Villar Mir, que también llegó a estar imputado en el caso Bárcenas, dimitió en junio como presidente de OHL junto al hasta entonces consejero delegado, el también exministro Josep Piqué.
El yerno del octogenario empresario, Javier López Madrid, también está imputado por la presunta financiación irregular del PP en el Caso Púnica.
Tras el estallido del escándalo de México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) mexicana abrió en mayo de 2015 una investigación a OHL que derivó en marzo pasado en una multa de 3,7 millones por proporcionar información “inadecuada” sobre las cuentas de su filial azteca. La CNBV también impuso en febrero una multa de 4,2 millones de pesos mexicanos (unos 87.000 euros) a Deloitte, que también fiscaliza a la filial de OHL en ese país, por auditar de manera incorrecta sus estados financieros de 2012, 2013 y 2014.