El parón de obras no esenciales agrava las pérdidas y el desempleo en 7 días

La paralización de las obras no esenciales, adoptada por decreto con motivo del estado de alarma a consecuencia de la pandemia de coronavirus, cumple este lunes su primera semana con la conclusión por el sector de la construcción de que aumentarán las pérdidas económicas y el desempleo.

La medida que obliga a parar la actividad también no esencial en España afecta al mes a 1,8 millones de trabajadores de la construcción directos y otro medio millón indirectos, según calculó la patronal de las constructoras y concesionarias de infraestructuras (Seopan).

Incluso, si el estado de alarma durara dos meses provocaría unas pérdidas próximas a 3.000 millones de euros, según las estimación de la patronal de la reforma Andimac.

Esta asociación calcula que la caída de actividad en la construcción entre marzo y mayo rondará el 80 %, tras evaluar los datos de una encuesta efectuada a 370 empresas, con más de 350.000 trabajadores autónomos “técnicamente” parados.

Andimac alerta en una nota difundida este lunes que, mientras dure el confinamiento, la reforma será “el segmento más afectado”.

El presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), Juan Lazcano, ha admitido que el sector ha afrontado este parón “con la misma preocupación” que cuando comenzaron las medidas de prevención contra la pandemia.

Ha calificado como “oportuna” la primera decisión de no restringir la actividad de la construcción para preservar también el empleo y la cadena de valor, pero ha dicho que la paralización total posterior “puede aumentar el impacto sobre el empleo”.

Lazcano ha subrayado que hay una “gran carencia” en el sector de material de protección (mascarillas y “Epis”) para el próximo reinicio de la actividad y ha comentado sobre los permisos retribuidos que su recuperación será “más problemática” para la edificación “en donde confluyen muchos oficios”.

El presidente de la CNC ha vuelto a insistir en efectuar a las empresas adjudicatarias de obra pública anticipos “lo antes posible” de las certificaciones de las obras de marzo, así como anticipos a cuenta de obras futuras ya cerradas.

Mientras algunas actividades como la construcción de obra no esencial han tenido que parar para reforzar el control sobre el coronavirus, otras declaradas básicas siguen adelante.

Es el caso de la conservación de infraestructuras, por lo que los 12.000 operarios de mantenimiento y conservación de carreteras han continuado realizando su labor estos días, según ha explicado el director gerente de la Asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras, ACEX, Pablo Sáez.

Estos profesionales han continuado prestando su labor para asegurar las comunicaciones en la red vial y han llevado a cabo también labores de desinfección de la vía pública.

Con unas medidas de seguridad reforzadas tras la declaración del estado de alarma, en la conservación de carreteras se han establecido servicios mínimos y retenes para garantizar la vigilancia y el perfecto estado de la red de carreteras, las comunicaciones, la atención a posibles incidencias, el control de túneles y la vialidad invernal, que ha sido necesaria en semanas pasada por el temporal.

En el caso de los componentes de automoción, la declaración inicial del estado de alarma paralizó la actividad productiva de las fábricas, con cierres de planta y solicitudes masivas de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), según la Asociación Española de Proveedores de Automoción, Sernauto.

Sólo se mantiene la destinada a mercados que todavía no han sido cerrados, según Sernauto, que ha destacado la reactivación de China y la necesidad de cumplir con ciertos contratos internacionales.

Esta asociación prevé que la recuperación de la actividad no será inmediata, sino que tendrá un arranque progresivo, vinculado a la reactivación y evolución de los principales mercados, y calculan que para recuperar la facturación previa a la crisis pueden pasar entre 6 y 12 meses.