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Las diatribas ultras del ex mano derecha de Villar Mir: “Lo verdaderamente complicado es no ser franquista”

Juan Miguel Villar Mir y Tomás García Madrid, en una imagen de archivo. Foto: EFE

Antonio M. Vélez

“Lo verdaderamente complicado es no ser franquista” y el golpe de Estado (“Alzamiento”) del dictador Francisco Franco “no solo fue legítimo, fue un deber ineludible para todos los que se sublevaron”. Son algunas de las reflexiones que ha puesto por escrito en los últimos meses Tomás García Madrid, ex ejecutivo de la constructora OHL, como “articulista aficionado y sin complejos” en El Correo de Madrid, un diario digital ultraderechista y cercano a Vox.

García Madrid fue directivo de la máxima confianza del exministro Juan Miguel Villar Mir durante casi tres décadas y empezó a publicar sus tribunas el pasado 30 de abril, dos días después de las últimas elecciones generales. Él se define así: “Católico, padre de familia y español, además de ingeniero de caminos, canales y puertos. Ha ocupado cargos directivos en numerosas empresas durante años y en la actualidad es consultor y articulista aficionado y sin complejos. Es miembro del Patronato de la Fundación Nacional Francisco Franco”.

Nacido en Madrid en 1962, García Madrid fue consejero delegado del Grupo Villar Mir, la corporación industrial de los Villar Mir, desde 2002 hasta 2016, y consejero delegado y vicepresidente segundo de OHL desde junio de ese año hasta octubre de 2017. Dimitió en plena reestructuración financiera de la constructora, tras la venta de su filial de concesiones y después de 16 meses en el cargo, en el que sustituyó al exministro Josep Piqué.

Desde que abandonó la compañía mediada la cincuentena, una edad temprana para un alto ejecutivo, no se le conoce ocupación más allá de la administración de su propio patrimonio. Se ha convertido en articulista y sus obsesiones tienen poco que ver con la ingeniería, las concesiones, la coyuntura económica o los múltiples escándalos judiciales que acechan a su antigua empresa. 

Esta semana, en vísperas de que el Tribunal Supremo avalase por unanimidad la decisión del Gobierno de sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos, reclamaba a los magistrados del Alto Tribunal que “por el bien de España” tuvieran “visión de Estado” y rechazasen avalar su exhumación: “Sería el principio del fin de esta locura revisionista y fraudulenta en la que nos ha metido esta chusma malnacida y el principio también de la cicatrización definitiva de las heridas que con su maldad e irresponsabilidad han reabierto estos canallas”, escribía.

El antiguo ejecutivo, autoproclamado “reaccionario, y a mucha honra”, ha arremetido también contra el colectivo LGTBI, Manuela Carmena (“la abuelita diabólica”), “la inmigración masiva, incontrolada e ilegal”; “la ideología de género”, George Soros (“de la misma piel de Lucifer”) o el PP de Madrid (partido al que presuntamente financió ilegalmente su antigua empresa), del que se pregunta si es “una banda de timadores profesionales”.

García Madrid, que se declara votante de Vox, administró durante años junto a la hija de Villar Mir y actual vicepresidenta de OHL, Silvia Villar Mir, una firma británica ligada al paraíso fiscal de Mauricio disuelta en 2018 y sin aparente relación con el conglomerado empresarial de la familia. Fue sustituido como CEO de OHL por Juan Osuna, que dimitió en junio de 2018.

Con su salida de la constructora, puso fin a una larga relación con la familia y la propia OHL, en la que era consejero desde 1996, y forjada en sus tiempos de estudiante en la Escuela de Ingeniería de Madrid, como pupilo del exministro que acabó siendo su jefe. Dejó OHL con una indemnización de más de 6 millones de euros.

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