La universidad se fija en los emprendedores sociales
Si algo se desprende de los relatos sobre emprendores sociales que van asomándose a Inspira es que son (o tratan de ser) una combinación entre proyecto empresarial y motor de cambio social. Esta manera de trabajar va cobrando fuerza y relieve ya sea por su calidad de productos, por su manera de solventar cuestiones problemáticas de una comunidad o de ofrecer vías a colectivos desfavorecidos. También se extiende cada vez más a la hora de relacionar de manera respetuosa y sostenible el consumo y la producción con el entorno. Con esa materia, su extensión por otros órdenes de la sociedad está cantada. Ya hace algunas semanas contamos que la Unión Europea ha puesto si mirada en este movimiento. Hoy, queremos dar luz a la iniciativa universitaria y formativa.
¿Cómo se hace uno emprendedor social? Una respuesta rápida y algo simplista diría: “Con ganas”. Y no es falso. Pero...¿Y qué más? Si existe un magma de ideas y propuestas nacidas en los jóvenes que se plantean cómo sacar adelante proyectos, las insituticiones están obligadas a dar respuesta. El Centro de Iniciativas Emprendedoras de la Universidad Autónoma de Madrid ha creado una Escuela de Emprendedores Sociales. Esta escuela tiene como objetivo “el fomento de la figura del emprendedor social, como agente promotor de iniciativas que aporten soluciones innovadoras para la solución de las diferentes problemáticas sociales de su entorno”. Al mismo tiempo distinguen que no se trata de una mera prolongación de las actividades del trabajo social y especifica que se utilizará “la economía social que sean sostenibles y que fomenten la inserción por lo económico de colectivos en riesgo de exclusión social”.
Como iniciativa es flexible y trata de dar respuestas adaptables para los que “tengan una idea para dar valor social”. Así sus enseñanzas se estructuran en módulos que se ajusten a las necesidades de los emprendedores, de forma que no tiene que acudirse a todas las materias todas las horas aunque “sí será necesaria la asistencia al 80% de las sesiones, para recibir el certificado que acredite la realización del curso”, se especifica.
Como se ha comprobado en otras ocasiones y otros (más bien todos) los casos de los posts, siempre está el horizonte “que planifiquen su autosuficiencia financiera y su viabilidad futura”. Así, en su programa formativos encontramos cosas como Elaboración de Proyectos Sociales, Financiación, Fórmulas Empresariales, Fiscalidad, Marco Jurídico General...materias y conocimientos típicos de, por ejemplo, Administración de Empresas pero con el acento y aplicación a los proyectos de emprendimiento social. Un curso para que los que tengan las ganas también obtengan las herramientas.
Esta no es la única sinergia entre universidades y emprendimientos. De vez en cuando, irán apareciendo para seguir dando visibilidad a una alianza que sólo puede ser positiva.