Claves para no perder la voz en clase
De 20 a 30 alumnos por clase, con ruido ambiental, hablando hora tras hora y, ahora, con mascarilla. Es el día a día de los docentes, jornadas en las que no paran de hablar porque, casi en su totalidad, la enseñanza es oral. La voz se convierte para la mayoría de ellos en una de sus principales herramientas de trabajo.
Los docentes tienen que emitir un mensaje alto, resistente, que llegue con claridad a los alumnos. Para conseguirlo, muchas veces tienen que hacerlo en ambientes un poco hostiles, como espacios grandes y ambientes ruidosos, lo que obliga a tener que gritar más, con un mayor flujo de aire y una gran presión subglótica.
Todo ello, unido muchas veces a la falta de entrenamiento de la voz y a un uso inadecuado, hace que los maestros corran un riesgo mayor de sufrir problemas vocales en algún momento de su carrera que cualquier otra persona.
Problemas de voz
La disfonía es, de acuerdo con la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL CCC), uno de los problemas más comunes en la población en general, aunque en sectores específicos como los docentes la prevalencia puede llegar al 75%. Es más, los expertos afirman que tres de cada cuatro profesores sufren problemas de voz en algún momento de su carrera.
También la ronquera es un problema habitual, como demuestra un estudio publicado en International Archives of Otorhinolaringology, según el cual los docentes universitarios sufren no solo ronquera, sino también molestias en el tracto vocal, dolor de cuello y sensación de cuerpo extraño.
El uso de mascarillas durante los últimos meses ha favorecido en los últimos meses este tipo de problemas, especialmente “las sobrecargas vocales, por tanto, han aumentado las consultas a logopedas y técnicos de rehabilitación vocal”, explica el doctor Jaime Sanabria Brassart, otorrinolaringólogo de la Fundación Jiménez Díaz, cuyos servicios de Otorrinolaringología y Rehabilitación, sensibles a esta realidad, ofrecen apoyo y asesoramiento a docentes.
Y es que, según una investigación alemana publicada en Journal of Voice, en la que se estudiaron unos 500 docentes, más de la mitad (un 58,3%) informaron haber tenido algún problema de voz al menos una vez durante toda su carrera. El mismo estudio concluye que los problemas de salud vocal de los maestros son complejos y refuerza la necesidad de aprobar programas de entrenamiento vocal para preparar a los profesores a usar, de manera saludable, su voz.
Una lección que vale la pena aprender para que puedan preservar uno de sus activos docentes más valiosos.
La voz, un bien preciado que debe cuidarse
En este contexto se ha celebrado el II Taller de promoción de la salud vocal para el profesorado, emitido y disponible en YouTube, con el fin de que los docentes tomen más conciencia de la importancia de cuidar su voz, usando de manera correcta todo el sistema fonador, similar a como lo hacen los actores de teatro, para conseguir una voz más eficiente con menos esfuerzo.
No basta con situarse enfrente de un aula y empezar a hablar. Los docentes deben aprender a utilizar su voz para evitar problemas futuros. Tal como admite la doctora Ana Nasarre Álvaro Gracia, especialista del Servicio de Rehabilitación de la Fundación Jiménez Díaz, “es necesario una postura de hombros, cuello y espalda adecuada, un patrón respiratorio diafragmático o costodiafragmático, así como usar correctamente los órganos articuladores del habla (labios, lengua…)”. Todo ello para conseguir que la voz salga sin forzar o tensionar demasiado las cuerdas vocales.
La manera de usar la voz para que los maestros lleven a cabo su trabajo no es fácil, pero con una rutina diaria se puede conseguir. Las medidas de higiene vocal son claves, como admite Aitor Belandia Vellisca, logopeda del Servicio de Rehabilitación del hospital madrileño.
Es importante que tanto docentes como cualquier persona que tiene en su voz su mejor aliada en el trabajo sean conscientes de la importancia de saber utilizar bien su voz. Según una investigación publicada en Journal of Rehabilitation Science and Research y realizada en actores, la mayoría de ellos no tiene suficientes conocimientos sobre cómo funciona la laringe y el mecanismo de fonación y tienen creencias incorrectas sobre el funcionamiento vocal.
De ahí la importancia de ponerse en manos de profesionales.
Pautas de higiene vocal para cuidar la voz
Coger aire antes de hablar e intentar no agotarlo; articular lo más claro posible; o realizar el mínimo esfuerzo fonatorio (con el uso de amplificadores portátiles de voz, por ejemplo) son algunas de las principales medidas que pueden adoptar los docentes, asegura Aitor Belandia Vellisca.
Pero no son las únicas. Hay más y todas son importantes: evitar fumar porque el humo es una sustancia irritante de la mucosa que recubre las cuerdas vocales; no tomar caramelos mentolados por la acción astrigente del mentol; hidratarse con la ingesta de dos litros de agua; realizar reposo vocal; y tratar de no gritar, susurrar o carraspear.
En cuanto a las condiciones ambientales, no todo vale. El mejor ambiente para que los profesores puedan realizar su labor con el menor daño vocal requiere una temperatura de unos 22ºC, con una humedad ambiental de entre un 40-60% y una reducida exposición al polvo.