Del metro de Riad al 'mejor puente del mundo': cuatro megainfraestructuras sostenibles creadas por FCC
Cada vez más, las grandes infraestructuras son construcciones respetuosas con el entorno con el fin de lograr un crecimiento inclusivo. La sostenibilidad prima también en los grandes proyectos de ingeniería y construcción que tienen como objetivo el respeto con el medio ambiente y la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. La participación del área de construcción del Grupo FCC en cualquier proyecto internacional de infraestructuras supone aportar la experiencia de una empresa con 120 años en el sector, con una gran capacidad técnica, y un firme compromiso para superar los retos constructivos de forma eficiente.
Los siguientes cuatro ejemplos muestran cómo, a través de las infraestructuras sostenibles, se consigue la protección del medio ambiente, así como el fomento del desarrollo de las comunidades y la constante innovación. Se trata, pues, de construcciones cuyo desarrollo tiene un impacto positivo en el entorno y cuya proyección trae consigo beneficios sociales, todas ellas llevan el sello de la constructora española: FCC.
Hay que tener en cuenta que son catalogadas como infraestructuras sostenibles todos aquellos equipamientos y sistemas destinados a prestar servicios esenciales para la ciudadanía que cumplen con principios de sostenibilidad en todos los sentidos. Sin ir más lejos, de los diecisiete objetivos que Naciones Unidas ha definido para el Desarrollo Sostenible, los conocidos como ODS, el número nueve habla de “Industria, innovación e infraestructuras”. Por lo tanto, las infraestructuras son un elemento clave a la hora de abordar el crecimiento sostenible de las sociedades, y que al mismo tiempo contribuyan a mejorar la calidad de vida y el bienestar de las personas.
El mejor puente del mundo
El puente Mersey (Reino Unido) fue premiado en 2019 como mejor puente del mundo por la Asociación Internacional de Puentes e Ingeniería Estructural (IABSE por sus siglas en inglés). El IABSE le concedió el primer premio reconociendo de esta manera las características sobresalientes del proyecto, a nivel mundial, destacando su singularidad, innovación y respeto al medio ambiente.
Actualmente, tiene un tráfico de 90.000 vehículos al día, y busca conectar con la red de carreteras del Reino Unido, así como erigirse como un enlace directo al puerto y al Aeropuerto de Liverpool.
El puente tiene una longitud total de 2.248 metros, con un tramo central atirantado de 1 kilómetro aproximadamente y dos viaductos de acceso conectados sin juntas con la parte central. Esta obra tiene un diseño singular debido a las diferentes alturas de los pilonos. El pilono central alcanza los 80 metros de altura y es más bajo que los otros dos pilonos, con 110 metros el del lado norte y 125 metros el del lado sur. Se han empleado 1.296 kilómetros de cables conectados con estas pilas al tablero del puente.
El proyecto, ejecutado por un consorcio internacional liderado por FCC, fue ejecutado con los más altos estándares medioambientales, y el diseño del puente ha seguido la premisa de mínima afección al medioambiente. Por su parte, 1.423.225 de toneladas de materiales han sido recuperados y reutilizados en la construcción. Durante todo el proceso de construcción, operación y mantenimiento del nuevo puente se han empleado alrededor de 4.600 personas tanto directamente como indirectamente. El proyecto beneficia no solamente al área de la región de Liverpool, con una población de más de 1,6 millones de habitantes, sino también al área noroeste de Inglaterra.
Mejora en la movilidad
Recientemente ha sido adjudicada a la compañía, el contrato de diseño y construcción de la ampliación de la Autovía A465 (secciones 5 y 6) en Gales-Reino Unido. Este proyecto es una muestra de infraestructura sostenible. El proyecto, que se desarrolla bajo el esquema de la colaboración público-privada, comprende la ampliación de esta autovía en los tramos 5 y 6, que cuentan con una longitud de 17,3 kilómetros y se localizan entre las localidades de Dowlais Top, Merthyr Tydfil y Hirwaun.
En la actualidad, estos tramos de la autovía presentan una sola calzada y un intenso tráfico. El proyecto de ampliación completará, por tanto, el desdoblamiento de la autovía, que tiene como finalidad mejorar la movilidad y conectividad en Gales, al tiempo que reactiva la economía de la zona y genera beneficios para las empresas locales que participen en el desarrollo de la obra. Un ejemplo de cómo la movilidad también es una de las claves de la sostenibilidad.
El mayor metro del mundo
La constructora española lidera el consorcio FAST, adjudicatario del mayor contrato de ingeniería y construcción llevado a cabo por una empresa española: líneas 4-5-6 del metro de Riad (Arabia Saudí). El metro de Riad está llamado a convertirse en el mayor metro del mundo con seis líneas de metro que recorrerán 175 kilómetros. De esta manera, soluciona los problemas de tráfico ocasionados por los millones de desplazamientos que se realizan diariamente.
Hay que tener en cuenta que el 2% de la población utiliza el transporte público, produciéndose a diario alrededor de 7,4 millones de desplazamientos. Para 2030, se prevé que la población crezca hasta los 8,3 millones de habitantes, por lo que el metro de Riad, además de impulsar la economía local, mejorará sustancialmente la calidad de vida de los sauditas y su medio ambiente.
Asimismo, este grupo empresarial siempre ha sido una empresa pionera en materia de sostenibilidad. Prueba de ello es que se trata de la primera empresa constructora en materializar los Principios de Ecuador en un proyecto de infraestructuras internacional, como son las líneas 4-5-6 de Metro de Riad.
Una construcción cero residuos
El proyecto de construcción (obra civil, edificación e instalaciones) del Centro de Procesamiento de Datos ejecutado en Guadalajara por FCC Industrial ha servido para que el área de construcción del grupo consiga un hito en sostenibilidad de infraestructuras. De esta manera, se ha convertido en la primera empresa constructora de España en conseguir el certificado Residuo Cero que concede AENOR a aquellas empresas que disponen de un sistema de trazabilidad de gestión de residuos que garantice la valorización (reutilización, reciclado o valorización energética) de los residuos que genera, evitando así su gestión mediante depósito en vertedero.
La certificación AENOR Residuo Cero exige al menos la valorización del 90 % de los residuos generados con un 100 % de los mismos incluidos en el alcance; y la compañía logró un porcentaje de valorización del 99,99 %, lo que constituye un éxito de gestión.