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Opel despeja la tercera X de su ‘ecuación’ crossover

Opel Grandland X.

R. T.

  • Con estos tres modelos en liza, dos de ellos fabricados en la planta de Figueruelas (Zaragoza), Opel se une a la tendencia del mercado: triplicar su oferta de todocaminos

Crossover, todocamino o SUV, cualquiera de estas etiquetas sirve para anunciar al vehículo del momento, ese que arrasa con segmentos clásicos como el de las berlinas o el de los monovolúmenes. Coches altos, robustos, de atractiva imagen, de los que entran por la vista, estos patrones se repiten de una u otra manera en los tres Opel de apellido X: Crossland X, Mokka X y Grandland X.

Aunque con la X, dice Opel, se definen a los vehículos de la gama con aptitudes para circular fuera de asfalto, los tres modelos están pensados para un uso mayoritario por carretera. Los dos más pequeños, Mokka X y Grandland X, están fabricados en Figueruelas sobre la plataforma de un utilitario como el Corsa; y el más grande, que no llega a los concesionarios hasta el mes de octubre, ni siquiera tiene tracción 4x4.

El Grandland X es el hermano mayor de los crossovers de Opel. Mide 4,48 metros de largo, presenta un diseño exterior musculoso, unas proporciones elegantes, un interior refinado y tecnologías de confort, seguridad y conectividad de primera línea. Se posiciona por encima del Mokka X, demasiado pequeño para los estándares del segmento, y compite de tú a tú con los superventas de la categoría: Peugeot 3008 (del que toma prestado plataforma y motores), Nissan Qashqai, Seat Ateca, Kia Sportage o Hyundai Tucson, entre otros.

Renuncia a la tracción total, apostando por las versiones 4x2 simples o las 4x2 con un control de tracción adaptable con cinco programas y neumáticos M+S (“Mud & Snow”, barro y nieve), y cuenta con dos motores, uno de gasolina con 1.2 litros de cilindrada y 130 CV de potencia y otro diésel de 1.6 l y 120 CV, ambos de origen PSA. Únicamente el diésel podrá asociarse con un cambio automático.

Como su primo francés 3008, el Opel Grandland X destaca claramente en dos aspectos: su contenido peso, de apenas 1.350 kilogramos, y su generoso maletero, de 514 litros. No faltan los asistentes de seguridad como el frenado automático de emergencia, la detección de peatones y la alerta de somnolencia; o tecnologías de confort como la iluminación adaptativa AFL con faros LED. Ya se aceptan pedidos por él, con un precio de partida de 25.100 euros.

El Mokka X es una evolución del Mokka, lanzado en 2012. Además del cambio de nombre, esta actualización incorpora un nuevo motor de gasolina de 152 CV de potencia, un aspecto exterior más robusto (llantas de hasta 19 pulgadas), una consola central replanteada y más equipamiento, estrenado por el superventas Astra, como los faros LED de iluminación adaptativa o el sistema de conectividad Opel OnStar.

De los tres miembros de la familia X, el Mokka es el único que cuenta con versiones 4x4. Por el contrario, su habitabilidad interior es la más limitada, especialmente en las plazas traseras, y su maletero el más pequeño, 356 litros. Estas cotas sólo se entienden viéndolo desde fuera: con 4,28 metros de longitud, el Mokka X es de los modelos más compactos de la categoría SUV-C, de ahí la poca aceptación que ha tenido entre el público más familiar.

El Crossland X sustituye al Meriva, adaptándose a las tendencias del mercado: imitar con su diseño la carrocería de un todocamino y configurar un puesto de conducción elevado. Más allá de esto, el miembro más pequeño de la familia X (4,21 metros de longitud) nace con características típicas de un monovolumen: habitáculo espacioso, superficie acristalada generosa, modularidad interior (las plazas traseras se desplazan longitudinalmente 15 centímetros y los respaldos se pueden abatir en tres partes) y un maletero capaz (520 litros).

A diferencia del Mokka X, el Crossland X no tiene la posibilidad de montar tracción 4x4 y sus llantas son más pequeñas: 16 pulgadas las de serie o 17“ las opcionales. La tercera gran diferencia está en la gama de motores, con potencias comprendidas entre los 80 y 130 CV en el caso del Crossland X por los 136 CV como mínimo del Mokka X. Todos estos rasgos definen el posicionamiento y el precio de uno y otro: desde 16.278 euros el primero por los 19.319 el segundo.

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