Cómo evitar un contagio doméstico por coronavirus ahora que estamos todos en casa
Las calles de las principales ciudades de España empiezan a estar medio vacías; la gente se contiene y evita prodigarse en la calle y en los encuentros sociales. Además, las medidas de teletrabajo y la presencia de niños y adolescentes en casamedidas de teletrabajo, por el cierre de escuelas y universidades, hacen que las familias se concentren un espacio muchas veces pequeño y que, por tanto, se prodiguen los contactos y la cercanía a la hora de hablar.
Con los contactos aumentarán las contaminaciones cruzadas y con la cercanía al hablar o respirar, la transmisión de toda suerte de patógenos es inevitable. Si entre ellos está el coronavirus, porque un miembro de la familia lo tiene de manera asintomática, o lo transmite al interior del hogar al venir de la calle, el riesgo de infección familiar aumenta de manera sensible.
Por lo tanto, es fundamental disminuir la frecuencia de los alientos compartidos y las contaminaciones cruzadas. En el primer caso basta con procurar mantener las distancias, y si los niños son pequeños y por lo tanto propensos a acercarse de manera imprudente, usar mascarillas. O bien transcurrir la vida doméstica en estancias separadas. En cuanto a lo segundo, requiere de una serie de medidas que deben aplicarse de manera sistemática y que responden a una higiene meticulosa, necesaria mientras dure la pandemia.
¿Cuánto vive el virus fuera de nuestro cuerpo?
Para hacerlas más asimilables las desglosaremos por sectores domésticos, pero antes nos referiremos a los últimos datos sobre cuánto puede durar el virus en las diferentes superficies. Según un estudio de Journal of Infection de enero de esta año que citábamos en el artículo sobre cómo limpiar el móvil, el virus puede llegar a vivir hasta nueve días en algunas superficies, a temperaturas típicas de nuestro invierno, si bien con el aumento de temperatura disminuye su supervivencia.
No obstante, una publicación científica muy reciente da datos más precisos al respecto: en el aerosol del aliento puede llegar a vivir tres horas. En superficies metálicas o plásticas pulidas, aguanta dos a tres días; si son porosas puede aguantar más. Otros datos que se tienen refieren a un estudio de 2006, cuando brotó la gripe aviar, en el que se especifica que los virus respiratorios pueden mantenerse de media activos durante cinco días fuera del cuerpo del huésped. En el caso de la ropa, le otorga una vida de tres a cinco días.
Las medidas por sectores
En todo caso, estos tiempos son suficientes para contagiarnos dentro de nuestro entorno doméstico, y especialmente cuando estamos todos apelotonados. Así que vamos a tratar de exponer una serie de rutinas mínimas diarias contra las contaminaciones cruzadas. Las mismas están basadas en la guía publicada por el Ministerio de Sanidad para los locales de hostelería y restauración.
En el salón
En general en toda la casa, y más allá de las limpiezas rutinarias normales, limpiaremos a diario con agua y jabón, o con un paño mojado en en alcohol, todas las superficies de contacto frecuente, tales como interruptores, timbres, pomos, mesas, ceniceros, los mandos del televisor y similares, así como los respaldos de las sillas, etc.
Si son de ropa o acolchado, aplicaremos más alcohol en el paño o más jabón, siempre con agua del grifo, que contiene cloro, uno de los mejores viricidas que existen. No se nos ocurra utilizar agua embotellada. Haremos estas acciones con guantes de látex o tras habernos lavado los manos de manera correcta. En cuanto a los dispositivos electrónicos, tabletas y smartphones, los limpiaremos tal como indicamos en este artículo.
En la cocina
Procederemos igual con las superficies, con especial énfasis en las maderas de cortar, donde el virus puede llegar a vivir hasta cuatro días debido a su porosidad. También pondremos mucho celo en los tiradores de la nevera y de los armarios. En cuanto al interior del frigorífico podemos usar vinagre, que también tiene poder desinfectante.
Respecto a la vajilla, la lavaremos toda en el lavavajillas a más de 60ºC, o bien a mano con agua caliente y abundante jabón. También, antes de poner la mesa y tocar platos y cubiertos, nos lavaremos bien las manos. En cuando a los trapos de cocina y servilletas, las cambiaremos cada día, y lo mismo haremos con los manteles. Los lavaremos todos en programa largo con agua a 40ºC o superior.
En el baño
Procederemos igual: lavado de manos, guantes y desinfección de todas las superficies, especialmente vasos, grifería, duchas, sanitarios, etc. Se recomienda que cada miembro familiar tenga su juego de toallas y este sea fácilmente identificable. Por otro lado, lo ideal es lavar las toallas cada dos días, aunque una medida prudente puede ser hacerlo dos veces por semana si casa miembro se limita a las suyas.
Un consejo muy importante es tirar la cadena, tanto después de orinar como de defecar, con la tapa del sanitario bajada. El motivo es que si no se procede así, se forma un aerosol de patógenos que sale del sanitario y puede impregnar, ropas, superficies y toallas. Finalmente, es recomendable fregar con desinfectante cada día el suelo del baño.
En los dormitorios
Ventilaremos prolongadamente a diario todas las habitaciones antes de hacer camas. A ser posible haremos las mismas con guantes y mascarilla o bien con las ventanas abiertas, para evitar concentraciones víricas en el aire al sacudir mantas, sábanas y edredones. Cambiaremos el juego de cama dos veces por semana y lo lavaremos con agua caliente. En cuanto a la ropa, procederemos igual, aumentando la frecuencia de lavados.
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