Ibuprofeno de 400mg: ¿cuántas pastillas me puedo tomar en un día?
Esta semana hemos conocido la advertencia de la Agencia Europea del Medicamento, EMA, sobre las consecuencias de la toma a largo plazo de combinados de ibuprofeno y codeína.
Según dicha agencia, y tal como se ha hecho eco la agencia española de medicamentos y productos sanitarios, AEMPS, “se han notificado casos graves de toxicidad renal, gastrointestinal y metabólica, algunos con desenlace mortal, asociada al abuso y dependencia a la codeína con medicamentos que contienen la combinación de codeína e ibuprofeno”.
Las reacciones notificadas, según la AEMPS, han sido perforaciones gastrointestinales, hemorragias gastrointestinales, anemia grave, insuficiencia renal, acidosis tubular renal e hipopotasemia grave tras el uso prolongado de esta combinación en dosis superiores a las recomendadas, en pacientes que han desarrollado dependencia a la codeína.
En España, estos medicamentos son de prescripción médica y su uso es bajo en relación a otras combinaciones de analgésicos a dosis fijas. Hasta la fecha, no se ha registrado ningún caso de sospecha de reacción adversa similar a las descritas en este contexto, pero cabe recordar que sí podemos obtener ibuprofeno, sin codeína, libremente en las farmacias en dosis de 400 mg.
Riesgos de la sobredosis
Y este medicamento también tiene sus limitaciones y especificaciones, con algunas de las consecuencias que se describen en párrafos siguientes si se abusa prolongadamente de ellos.
Así, la mayoría de los pacientes que han ingerido cantidades significativas de ibuprofeno han manifestado síntomas dentro de las 4 a 6 horas siguientes. Los síntomas notificados más frecuentemente en casos de sobredosis incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, letargia y somnolencia.
Los efectos sobre el sistema nervioso central (SNC) incluyeron cefalea, tinnitus, mareos, convulsiones o pérdida de consciencia en algunos casos, según relata un folleto de la AEMPS. También en raras ocasiones se han notificado casos de movimientos rápidos e involuntarios de los ojos, acidosis metabólica, hipotermia, alteración de la función renal, hemorragia gastrointestinal, coma, apnea y depresión del SNC y del sistema respiratorio. Y en casos de sobredosis importante, se puede producir insuficiencia renal y daño hepático.
¿Qué entendemos por sobredosis?
Es decir, en caso de superar más o menos ampliamente la dosis máxima diaria de ibuprofeno nos exponemos a sufrir estos síntomas. Pero ¿cuál es ese máximo diario?
Dependende del peso y la corpulencia de cada persona, así como del sexo y la edad. El estudio 'Fatality after deliberate ingestion of sustained-release ibuprofen: a case report' recoge las cantidades diarias que pueden considerarse sobredosis. Para ello, hace una tabla de consumo en relación con el peso corporal de la persona.
Por su parte, la revista de información médica y farmacológica norteamericana Drugs.com establece que llegar a los 3.200 miligramos al día en adultos puede establecerse como una sobredosis de facto. Ello implicaría tomar ocho dosis de ibuprofeno en un día, una dosis cada tres horas.
Esto sería el límite superior para comenzar a sentir los efectos adversos; en el límite inferior, el de la posología recomendada y sin riesgos, estarían las recomendaciones de la AEMPS, que son de una pastilla cada seis a ocho horas. Es decir, ingerir en un día entre 1200 y 1600mg al día. O dicho de otro modo, entre tres y cuatro píldoras de ibuprofeno de 400mg al día.
Más allá, nos adentramos en la zona de riesgo, aunque queda una zona gris entre las cuatro y las ocho pastillas que, si bien no es en absoluto aconsejable explorar, sí es cierto que puede tener un efecto variable según la salud de la persona, su edad, su peso o incluso su sexo. Y ello sin descartar a las personas con las siguientes contraindicaciones:
- Hipersensibilidad al principio activo, a otros AINE o a alguno de los excipientes.
- Pacientes que hayan experimentado crisis de asma, rinitis aguda, urticaria, edema angioneurótico u otras reacciones de tipo alérgico tras haber utilizado sustancias de acción similar (por ejemplo ácido acetilsalicílico u otros AINE).
- Insuficiencia renal grave (filtración glomerular inferior a 30ml/min).
- Insuficiencia hepática grave.
- Enfermedades que supongan una tendencia incrementada al sangrado.
- Antecedentes de hemorragia gastrointestinal o perforación relacionados con tratamientos anteriores con AINE.
- Úlcera péptica/hemorragia gastrointestinal activa o recidivante (dos o más episodios diferentes de ulceración o hemorragia comprobados).
- Insuficiencia cardiaca grave (clase IV de la NYHA).
- Pacientes con deshidratación grave (causada por vómitos, diarrea o ingesta insuficiente de líquidos).
- Tercer trimestre de la gestación.
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