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Agentes de la Ertzaintza confirman en el juicio por la paliza de Amorebieta-Etxano que los acusados pertenecen a un “grupo”

Parte de los acusados al inicio del juicio en la Audiencia de Bizkaia por la agresión en Amorebieta a un joven que quedó en estado vegetativo. EFE/Luis Tejido

Maialen Ferreira

Bilbao —

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No era la primera vez que agredían a personas en grupo y lo grababan. Esa es una de las conclusiones de la segunda jornada del juicio por la agresión ocurrida el 25 de julio de 2021 en Amorebieta-Etxano a un joven de 23 años que a raíz de los golpes recibidos se encuentra en estado vegetativo con más de un 90% de discapacidad. Durante la segunda sesión han testificado 17 de los ertzainas que formaron parte de la investigación que finalizó con la detención de 14 personas: ocho de ellos menores ya condenados y los siete restantes, mayores de edad, están siendo juzgados por la Audiencia Provincial de Bizkaia desde este lunes.

Según han declarado los agentes de la Ertzaintza -se espera que pasen a testificar más de 60 agentes que han participado en el caso- la noche del suceso los acusados ya habían agredido a otras personas con un modo de actuación “similar”. También han reconocido que tres de los encausados estaban ya entonces identificados en una alerta policial como miembros de los llamados 'Hermanos Koala'. Tras analizar los teléfonos móviles la Policía vasca halló conversaciones en las que se dejaba claro que “eran un grupo” y que habían participado en hechos “del mismo tipo”.

El testimonio de uno de los 17 agentes que han testificado este martes, ha señalado que las víctimas eran “rodeadas” por el grupo y “no se les permitía tener posibilidad de escapatoria”, se les intentaba “desestabilizar” para que cayeran al suelo y eran agredidas para robarles sus pertenencias, según recoge Europa Press. La Ertzaintza tiene constancia de otras tres denuncias de agresiones en grupo a otras personas en la zona donde se produjo la paliza, además de vídeos de otras dos agresiones de las que no se tiene constancia quiénes son las víctimas. “Esa noche pudo haber más gente agredida que no se atreve a contarlo a sus padres o a denunciarlo por miedo”, ha indicado una agente.

Gracias al visionado de los vídeos que los propios agresores grabaron y después difundieron en sus redes sociales, los agentes de la Ertzaintza han explicado que han podio “individualizar algunas” de las agresiones que sufrió el joven. Sin embargo, hay otras en las que no ha sido posible “por la oscuridad”. Lo que sí que se concluye tras escuchar los testimonios de los policías es que “todos participan en el grupo” que rodea a la víctima y que todos los hechos fueron cometidos “claramente por los mismos”.

Según ha precisado otra agente de la Ertzaintza y recoge Europa Press, la Oficina de Inteligencia tenía entonces varias personas identificadas como pertenecientes a los 'Hermanos Koala', en concreto seis de los menores juzgados con anterioridad por este caso y tres de los mayores de edad que están siendo juzgados ahora. Tras analizar los teléfonos móviles de los siete acusados, la Policía vasca ha hallado referencias a “otros actos que han cometido años anteriores y que llevan una permanencia en el tiempo”, según ha explicado otra agente.

“En perfectas condiciones”

A lo largo de la sesión de este lunes, que dio comienzo el juicio que previsiblemente se alargará hasta el próximo 25 de enero, cinco de los siete acusados que declararon -los dos restantes se negaron a hacerlo- insistieron en que no recuerdan lo ocurrido, que no conocían al grupo completo que participó en lo que ellos denominan como “pelea” y que estaban borrachos. Los agentes, además de tumbar su testimonio declarando que se trata de un “grupo”, también han confirmado que ocho de los jóvenes que fueron identificados esa noche no tenían síntomas de estar bebidos o haber consumido sustancias estupefacientes. “Parecían estar en perfectas condiciones”, ha insistido uno de los agentes de la Ertzaintza que participaron en la identificación tras la agresión.

La abogada de la acusación particular, Mariana Tulbure, ha lamentado que los acusados se hayan limitado a “negar todo y no recordar” lo ocurrido. Algo que ha considerado que es “una estrategia de sus defensas” ya que, si se pudiera demostrar su pertenencia a un grupo criminal, según ha señalado, “se podría aplicar la prisión permanente revisable” que solicita la acusación particular. “Ya sabíamos que iban a negar, a decir que estaban borrachos, que no recuerdan”, ha manifestado.

Los hechos ocurrieron la madrugada del 25 de julio de 2021 cuando un grupo de más de 16 personas, -algunos acusados llegan a admitir que hubo hasta 20- agredieron a un joven de 23 años natural de Lemoa, localidad vecina a Amorebieta-Etxano, donde ocurrieron los hechos. El joven resultó gravemente herido y precisó la evacuación al hospital de Cruces en UCI móvil, donde permaneció en la Unidad de Reanimación. Tras lo ocurrido estuvo varios meses en coma y actualmente tiene secuelas cerebrales irreversibles.

El juicio previsiblemente finalizará el próximo 25 de enero tras nueve sesiones en las que declararán 23 testigos, más de 60 agentes de la Ertzaintza, peritos y médicos forenses. La Fiscalía pide para cada uno de ellos 14 años y ocho meses de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa, mientras la familia reclama prisión permanente revisable. El pasado mes junio la Audiencia Provincial de Bizkaia confirmó las penas de entre tres y cinco años de internamiento cerrado impuestas a seis menores por esta agresión por un juzgado de menores de Bilbao.

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