Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.
¿Ir a Zara o a un festival de Heavy Metal?
Suelo decir que la vida de un aficionado al Heavy Metal se divide en dos partes: la temporada de los festivales de verano por un lado, y el resto del año por otro. El festival de verano significa los días y las horas de mayor evasión de todo el curso, mientras que los meses restantes suelen discurrir entre discusión y discusión con los amigos sobre cuál es el mejor festival al que acudir. Durante buena parte del invierno un metalero se planifica, ahorra, compara entre las diferentes ofertas y luego reserva días de vacaciones, vuelos y estancia para darlo todo durante tres o cuatro días al son de sus bandas favoritas. A veces, son más jornadas porque a un festival se le asocian vacaciones alternativas.
Europa es, sin duda, el continente en el que mejores y más variados festivales se organizan. Quizás no sea hoy el lugar del mundo donde mayor creatividad tiene el Metal, o el sitio donde de mejor salud goza, pero a la hora de poder encontrar concentradas decenas de bandas alrededor de un ambiente inmejorable, está claro que no tiene rival. En los Estados Unidos las giras de los grupos son tan masivas y espectaculares, hay tan buenos recintos, que no necesitan incrustarse en un cartel con otros para alcanzar al gran público. Y en América Latina, donde están sin duda los fans más ardorosos hoy en día, la organización y la seriedad dejan mucho que desear.
Es imposible nombrar todos los festivales veraniegos al aire libre que se organizan. Cada año crece la oferta. Desde Portugal hasta Noruega uno puede elegir ofertas de todo tipo: algunos se basan en el ambiente, otros gastan ingentes cantidades de euros en reunir a los grupos más grandes, y otros combinan playa o entornos naturales únicos con propuestas musicales para atraer seguidores. Algunas marcas están consolidadas desde hace décadas, como es el caso de Wacken Open Air, en Alemania, que se ha convertido en la gran referencia para los demás y, sobre todo, en la Meca del Heavy Metal. Todo heavymetalero debe presumir de haber estado allí al menos una vez.
Fue hace poco más de una década cuando los promotores entendieron que no hay muchos seguidores de la música tan abnegados como nosotros, y convirtieron esa pasión en negocio. Ahí se desarrollaron experiencias como el francés Hellfest u otros que luego no han tenido continuidad como el Sonisphere, cuya vocación era la de internacionalizarse por varios países. Sin olvidar otras referencias como son el Download inglés, heredero de la gran marca festivalera histórica en Europa, el Monsters of Rock de Donington, o el sueco Sweden Rock, más centrado en el Hard Rock que en las vertientes más extremas. Hoy en día parece que si un festival no une a 80.000 asistentes, ha sido un fracaso. Es, precisamente, esa obsesión por crecer a toda costa lo que está convirtiendo a los festivales en algo que llega al límite. Todos se parecen demasiado.
Antes, viajar a un festival era una experiencia única: muchas veces cambiabas de país, conocías un pueblo o una ciudad únicos, y convivías con gente desconocida o a la que no tienes la oportunidad de ver durante todo el año. Musicalmente, accedías a bandas a las que jamás habías visto en directo, en una comunión espectacular junto a miles de fans. Pero eso está desapareciendo: hoy puedes ir a Wacken, a Graspop, a Hellfest o a Download y ver a los mismos grupos, las mismas atracciones y hasta los mismos puestos de merchandising.
Los festivales son hoy como un paseo por la Gran vía de cualquier ciudad: en todas hay las mismas tiendas. Iron Maiden son Zara. Sin Zara no hay milla de oro y sin Iron Maiden no hay festival. Cada dos años hay que pasearles como cabezas de cartel, de lo contrario la palabra más repetida en las redes sociales será “mierda”. Este 2016 toca. Metallica son Nike. Igual que la firma estadounidense te hace las zapatillas con los colores que tú quieras, Metallica tocan en los festivales las canciones que les pidamos en una votación de Internet. Y luego están los rellenos, que se estilan especialmente en España, a donde como casi todo, los festivales de organización decente han llegado más de diez años tarde: Saxon, Motorhead, Doro, Twisted sister, Warcry, Blind guardian o Kreator.
En España, hasta ahora, organizar un festival consistía en reunir a los grupos de siempre, en un secarral a poder ser sin ningún lugar sombreado, con dos puestos de bocadillos fríos, pocas duchas y menos servicios, cobrar mucho y pedir disculpas después a través de la página web de turno, casi siempre las mismas webs claro, para prometernos que el año próximo todo sería distinto. Por supuesto, al año siguiente se repetía el fiasco. Igual o peor.
Ante esto, por suerte, han surgido nuevas propuestas, menos masivas y con otros encantos, que aún permiten combinar ocio, música y amistad. Creo que van por buen camino el Resu de Viveiro, en el que la gastronomía, la playa y una oferta de bandas emergentes se unen sin que sea agobiante moverse por el recinto; el Metal days de Eslovenia, en un lugar único, entre montañas y con un lago de agua cristalina donde poder nadar y curar las resacas; o los nuevos cruceros en los que a bordo de un gran yate se puede compartir una experiencia vacacional única (Full Metal cruise o 70.000 tons of Metal son los más conocidos hasta ahora).
Eso sí, si lo único que quieres es que vayan Iron Maiden y todo lo demás te da igual, estás de enhorabuena: en 2016 te los encontrarás nada más abrir la puerta de casa. Como Zara.
PD: No olvidéis las dos citas de este fin de semana
Slayer+Anthrax+Kvelertak en la Sala Santana 27 de Bilbao este viernes 30 de octubre y el Halloween Metal Fest de Bermeo el sábado 31 (Childrain, Killus, Quaoar e InMute). Después de los conciertos estaré poniendo algunas canciones para disfrute de quienes vayáis a Bermeo.
Sobre este blog
Soy Dani Álvarez, presento y dirijo cada mañana Boulevard en Radio Euskadi entre las 6 y las 10 de la mañana. A los 12 años escuché por primera vez a Iron Maiden y me dije “esto es lo mío”. Desde los 22 busco y cuento noticias, y a todas horas escucho Metal. He entrevistado a más lehendakaris (5) que veces he visto a Metallica o he ido a Wacken (4). Decir más sería reiterativo.