Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Irresponsable
Pasemos por alto la sinrazón jurídico-administrativa que supone el hecho de que para elegir al director o directora general de Euskal Irrati Telebista (EiTB) sea necesaria la mayoría absoluta del Parlamento vasco, pero que para cesarla hagan falta dos tercios del Consejo de Administración.
Obviemos que el Parlamento vasco, representante de la voluntad política de las vascas y de los vascos, por mayoría absoluta y cualificada (47-29) ha solicitado el cese de Maite Iturbe, directora general de EiTB y Javier Salcedo, responsable de personal.
No hagamos caso del hecho de que Maite Iturbe y Javier Salcedo, alentados por un PNV en soledad, se agarren al cargo “como un gato a las cortinas”, que decía el actor Oscar Terol en ETB hace unos años.
Centrémonos en lo que el portavoz Erkoreka ha definido como “irresponsable”: la confluencia de toda la oposición para solicitar el cese antes referido. Dice Erkoreka que no se puede descabezar EiTB si los que lo piden no son capaces de proponer un candidato alternativo.
¡Fíjate que yo pensaba que los candidatos los presentaba el Gobierno! Creía que era responsabilidad del ejecutivo buscar los consensos y acuerdos necesarios para designar un candidato que alcance la mayoría absoluta en el Parlamento que propicie su nombramiento. ¡Ah, que perversión!
Por otro lado, al PNV y al Gobierno vasco del PNV no parecieron incomodarles mucho descabezar EiTB cuando a ellos les venía bien. Porque es público, aunque seguro que muchos ya no se acuerdan (en ello confía Erkoreka) que cuando necesitaron tirar de Andoni Ortuzar para el Bizkai Buru Batzar en enero de 2008, tiraron. Y dejaron el ente sin director general durante casi dos años porque no tenían la mayoría suficiente para nombrarlo. Resumiendo, que cuando al PNV le interesa sí, pero cuando la mayoría del Parlamento lo solicita, no. Luego hablamos de baja calidad democrática.
Se queja Erkoreka de que las razones por la que los partidos de la oposición han solicitado el cese de Maite Iturbe y Javier Salcedo no son las mismas. Y no es cierto. Lo que es diferente es el camino por el que han transitado cada uno de los partidos de la oposición para desembocar en una postura común: la oposición al ERE en Radio Euskadi y la denuncia de la línea editorial e informativa de la casa.
Otra cosa es que al PNV, no le venga nada bien cambiar la dirección de EiTB en un año tan electoral como éste. Saben que ninguno de los dos partidos que necesitan para alcanzar la mayoría absoluta van a chalanear el nombramiento a cambio de migajas, sean estas en forma de colocaciones varias o en forma de cesión en los esencialismos.
Me explico, el partido brahmán consiguió que el PSE-EE apoyara el nombramiento de Maite Iturbe hace dos años a cambio de que el PNV mantuviera a algunos profesionales en el ente y fuera de él. Pacto que, por otro lado, los jeltzales –hombres de palabra- no cumplieron.
Se aseguraron además, el apoyo de Bildu incluyendo su agenda política en la línea editorial e informativa. Así, los informativos, tertulias y debates se han llenado de esencias patrias, presos, independencia…, temas que satisfacían a Bildu y que le resultaban cómodos al PNV. Pero ahora llegan elecciones y, por un lado, el PSE-EE se juega literalmente la vida y Bildu las alubias.
El PNV ha declarado objetivo fundamental la reconquista de Gipuzkoa y de Donostia-San Sebastián. Y en Bildu se dan cuenta de que ETB les ningunea mientras hacen la campaña a los candidatos del PNV. Están experimentando esa extraña sensación que supone escuchar al candidato nacionalista contestar en el Teleberri de fin de semana las propuestas de la izquierda abertzale que nunca tuvieron eco por ETB. No hay más que asomarse a las redes sociales para palpar la indignación en las filas de la coalición.
Por su lado el PSE-EE empieza a temer que por mucho acuerdo de país que haya firmado con el PNV y por mucho que Idoia Mendía lleve a Ortuzar a Madrid a conocer a Pedro Sánchez, la intención del partido guía no es otra que laminarles en las elecciones municipales. Se empieza a abrir paso la idea entre las desanimadas tropas socialistas de que el asunto Kutxabank huele a Sabin Etxea y a puñalada trapera, y se temen que sus propuestas y candidatos para las elecciones municipales en Euskadi no van a ser muy destacadas en las escaletas de los informativos de ETB y de Radio Euskadi. Y si no que se lo pregunten a Denis Itxaso o Ernesto Gasco.
Con todo esto, quizás estemos ante una oportunidad histórica para el ente público de la Radio Televisión vasca. Quizás los partidos de la oposición se percaten de que suyo es el poder y la gloria para desmontar el entramado clientelar de EiTB y apostar por una nueva dirección consensuada en la que prime la profesionalidad y no la ideología, y en la que los ascensos y promociones se efectúen por méritos profesionales y no por afinidades políticas.
Un ente público en el que la escaleta del informativo se rija por criterios lógicos y no por indicaciones del comisario de turno. En la que los redactores se sientan implicados con el producto y dejen de dejar hacer a cambio de tranquilidad.
Una tele con programas en los que se aborden con rigor los (presuntos) casos de corrupción que atañen al PNV y no solo los de los demás, los de España, los de Navarra, los de Gipuzkoa. Y en los que se critique, cuando sea necesario, al partido del gobierno. Una radiotelevisión pública, en definitiva.
Pero no lo creo. Será, con toda probabilidad, otra oportunidad perdida.
Por cierto, si yo fuera Maite Iturbe o Javier Salcedo hubiera dimitido el viernes. Por respeto a quien me nombró: El Parlamento vasco.
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