Esperanza en la Regeneración

De entrada, quiero dejar claro que, desde mi punto de vista, el president Artur Mas ha venido actuando con absoluta responsabilidad política. Evidentemente, los medios de comunicación españoles dicen exactamente lo contrario, pero eso es un cuento interminable según el cual, los nacionalistas españoles -que lo son- tienden a llamar despectivamente nacionalistas a vascos o, en este caso, a catalanes. Por eso, cuando digo que el president Mas ha actuado con responsabilidad política lo digo porque no ha hecho otra cosa mas que cumplir con el acuerdo de 16 de septiembre, del Parlament de Catalunya, por el cual se impulsaba la celebración de la consulta popular del 9-N “con todas las garantías democráticas y de participación posibles” y “de acuerdo con los marcos legales”.

Si desde Madrid se cree que, con la suspensión de la consulta inicialmente prevista para el día 9 de noviembre, el “problema Nacional de Catalunya” se ha acabado, cometen un importante error de fondo ya que ese “problema” sigue y va a seguir ahí, y no se solucionará hasta que no se reconozca el carácter nacional de Catalunya y se permita a su ciudadanía determinar libremente su futuro. Resulta patético ver cómo, a quiénes dicen llamarse demócratas y se les llena la boca con la palabra democracia, demuestran tener una auténtica alergia a algo tan democrático como lo puede ser una simple urna.

Catalunya hablará sí o sí. La nueva propuesta hecha por el president Mas no es la definitiva. Podríamos decir que se ha acogido al punto del famoso decreto ya que dicho articulado no ha sido impugnado inicialmente ante ese tribunal político también denominado Tribunal Constitucional. Y es que parece ser cosa de españoles eso de hacerse trampas hasta en el solitario. Tal y como se exponía en un famoso spot publicitario de un juego de mesa (creo que el Scattergories) “o aceptas pulpo como animal de compañía” o se acabó el juego ya que lo he comprado yo. Es, como cuando éramos pequeños: el que era el dueño del balón decía si era gol o no. Y si no había otra pelota, tenías que darle por bueno el gol o, si no, a jugar a las txapas. Es lo que pasa en España. Se hicieron una reglas “a medida”. Un reglamento “calzador”. Eran otros tiempos y otras circunstancias.

Esas reglas del juego, casi 40 años después, ya no pueden ser las mismas para lo que no conviene y sí para que, en una noche de verano, dichas reglas puedan cambiarse con el fin de “autorizar” nada menos que un rescate. Nada nuevo bajo el sol, ni cara a él. “Marca España” en estado puro. Trampas, picarescas y chanchullos desde que existe ese país como tal (hace apenas unos 300 años) para conseguir, entonces, una pelleja de vino y un mendrugo de pan a las orillas del Tormes y hoy una sofisticada tarjeta “black” (fruto permisivo de la citada reunión nocturna donde cambiaron las reglas de ese juego que se nos venden como sacrosantas e intocables).

Volviendo a Catalunya, seguramente, ese “conflicto” se podría haber encauzado si Rajoy hubiera actuado como Cameron con Escocia, dando cauce a la democracia y a la expresión de la voluntad mayoritaria de la Sociedad. Negar la expresión es negar la solución. Catalunya sigue siendo un caso abierto y el president Mas trata de dar cauce, desde la legalidad no suspendida, a la voluntad mayoritaria de expresión del Pueblo de Catalunya. Pero yo no soy Artur Mas ni pretendo serlo. Es cierto que puedo ponerme en su lugar y ofrecer mi punto de vista. ¿Qué haría yo en Catalunya si fuera Mas? Una gran Coalición o Bloque con siglas y programa único. Adelantaría (convocaría) las elecciones autonómicas. Invitaría a observadores internacionales y a toda la Prensa internacional a ser testigos de ese proceso (y con ello, poner en evidencia y bajo lupa a ese Ente llamado Reino de España).

Una vez vistos los resultados, en el caso de ser favorables a los postulados de esa gran Colición soberanista, haría una declaración unilateral de independencia (DUI) y me sentaría en una terraza a tomar unas cañas hasta ver qué hacen los españoles. ¿Llevar a su Ejército a la reconquista de Catalunya? ¿La encabezaría su Comandante en Jefe, o ese es otro Borbón más de cacería y fotos en el “Hola”? Ya dije hace más de tres años que los Borbones entraron por Catalunya con Felipe V y, se irán por Catalunya con Felipe VI. Al tiempo. Son pocos y cobardes.

Y me olvidaría de esa España adalid de las libertades, esa a la que se le llena la boca con esa palabra teóricamente tan bonita -como lo es DEMOCRACIA- pero que jamás la llevan a la práctica... Esa España que celebra su fiesta nacional rememorando un holucausto que, por vergüenza ajena y presiones iberoamericanas de todo color, pasaron de su denominación “Día de la Raza” a la de “Día de la Hispanidad”... Esa que lo celebra con desfiles militares a razón de 800.000 euros dotados de cabras, jabalíes y soldados ecuatorianos que por necesidad y por regularización de papeles se han metido en el Ejercito de su antaño invasor... Con aviones italianos sobre el cielo de Madrid... Qué rápido creen que Madrid se ha olvidado de esos aviones de muerte italianos... Madrid, Barcelona, Durango, Otxandio... Qué aficionados en Zarzuela (como legítimos herederos de un genocida) a éstos recuerdos de sangre y de horror.

Pero es igual. Botijo y rebujito, Fernando Alonso, siesta, fraude, corrupción, tarjetas “black”, rescates, más siesta, “¡Viva el vino!”, “La Roja”, Eurovegas, más siesta, Gürtel, Bárcenas, “Todo es la ETA”, “Me he equivocado y no volverá a ocurrir”, safaris, putas y varios, “Me ha vuelto a tocar la lotería y sigo en la calle”, Pantojas y Cachulis, aeropuertos sin aviones, más siesta, “lideresas” arrollando motos de agentes de movilidad, autopistas sin coches, más siesta, ERE´s, Cursos de Formación sin formación, PER´s y “peonadas”, más paella, más toros, más botijo, Fistros diodenáles disfrazados de Duquesa terrateniente a la que hasta le llaman “guapa”, más siesta, ministras que no ven un Jaguar (coche, no animal en un garaje), que no sabe nada del ébola... echando inicialmente la culpa a la última mona de un hospital (esa auxiliar de Enfermería en USA sería lo que es para mí: una héroe); herencias denunciadas en Catalunya y no en La Zarzuela, dinero “B”...y “C”,“D”,“E”, “H”, “G”.....“X”, “Y”, y “Z”... Es igual. No me desgañito: “Marca España” y olé.

¡Cómo no voy a apoyar y respaldar sin matices los pronunciamientos e iniciativas que en su caso puedan llevar a cabo instituciones catalanas como el Parlament o la Generalitat! Ambas representan legítimamente a la sociedad de Catalunya y sabrán interpretar mejor que nadie los intereses y la voluntad de una ciudadanía que quiere expresar de forma activa su opinión sobre el futuro que le concierne. ¿Y me dicen que tengo que ser español? Claro que lo soy. No lo siento pero, lo he de ser por Imperativo legal y previo pago de 10,75 € por estar obligado a tener un DNI. Yo soy vasco y, como un catalán, lo único que quiero es tener a los españoles de vecinos... Suficiente.

Y tenemos para rato.... ¿Rato?