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La tijera alcanza a las asociaciones de padres y madres de la escuela pública

Alumnos durante una clase.

Eduardo Azumendi

Las asociaciones de padres y madres de alumnos (Ampas) de la escuela pública vasca van a recibir un 30% menos de ayuda económica por parte del Gobierno vasco. Esa reducción va a suponer la supresión de algunas de las actividades extraescolares que organizan estas agrupaciones y que permiten a los niños de las familias con menos recursos económicos acceder a ellas e integrarse plenamente en la vida del centro al darles la oportunidad. En este sentido, las Ampas garantizan la equidad e igualdad en materia educativa, sobre todo, en un momento como el actual cuando la crisis económica golpea con mayor intensidad a las familias.

Junto a las actividades extraescolares, como los deportes o el dibujo, las Ampas también desempeñan una labor muy importante en otro tipo de cometidos como la gestión de los comedores, los programas del libro de texto solidario (venta de libros usados por un precio simbólico) y el servicio de acogimiento matinal (para facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar reciben antes de la apertura del colegio a algunos niños).

En 2012 la dotación para subvenciones a Ampas fue de 702.000 euros. En 2013 será de 500.000 euros, un 29% menos. Mientras, la dotación para subvenciones a las federaciones y confederaciones de padres (que agrupan a las Ampas de los colegios) llegó en 2012 a a 522.000 euros y en 2013 se quedará en 350.000 euros (un 33% menos).

La coordinadora de la Confederación de Padres y Madres de la Escuela Pública Vasca-Ehige, Lurdes Imaz, asegura que los servicios complementarios como la acogida temprana y las ctividades extraescolares resultan “imprescindibles para compatibilizar la vida familiar y laboral, y ayudan a la formación integral de nuestros hijos e hijas”. Además, el retraso de las convocatorias (hay que tener en cuenta que todavía no se ha publicado la convocatoria de 2012), supone que las Ampas tienen que adelantar dinero de sus propios bolsillos. “Y no olvidemos que la labor de las Ampas es voluntaria”.

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