Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Bizkaia y Álava mantienen para los ricos declaraciones de renta secretas

Alberto Uriona

Bilbao —

Las Haciendas de Bizkaia y Álava son las únicas en España que mantienen declaraciones de la renta secretas para los ricos. Se implantaron a mediados de los años 80 por la amenaza de ETA, y la selección de los contribuyentes que se incluyen en ellas carece de norma o requisito escrito. “Son la cueva de Alí Babá”, ha asegurado un exinspector de la Hacienda de Bizkaia, en alusión a la arbitrariedad existente para decidir qué contribuyentes se acogen a estas declaraciones confidenciales. Las haciendas vizcaína y alavesa apenas han dado datos de las razones de su mantenimiento. En Gipuzkoa se suprimieron hace dos años, cuando Bildu llegó al poder en la Diputación, “para que no hubiera ninguna diferencia ni favoritismos”, asegura un portavoz. La Agencia Tributaria Estatal, que afecta a toda España salvo Euskadi y Navarra con competencias propias en Hacienda, nunca lo ha tenido.

No hay datos oficiales pero se calcula que hay unas 500 declaraciones secretas, casi todas en Bizkaia. “En Álava son residuales”, afirma una portavoz de Departamento de Hacienda, que no ha aportado más datos. La implantación de este sistema se realizó a finales de los 80 de manera “no oficial”, aseguran personas que trabajan en las haciendas vascas. No hay ninguna orden ni escrito que regule su funcionamiento. “Extraoficialmente entran los que tengan más de 300.000 euros anuales de renta y cuatro millones de patrimonio pero estos criterios también se saltan. En la práctica, es absolutamente discrecional”, agregan.

En la Hacienda de Bizkaia, donde se tramitan más de la mitad del millón de declaraciones de la renta que se realizan al año en Euskadi, estas declaraciones secretas se entregan en mano a un funcionario de confianza del director de Hacienda y son examinadas por un grupo selecto de de tres o cuatro personas. En el documento no consta la identidad del contribuyente sino una clave, que se relaciona con el nombre real en otro manuscrito. Se guarda en un búnker blindado con acceso limitado a cargos de la Hacienda. Tres liquidadores también de confianza graban los datos, que “no se incorporan al sistema general de datos” de Hacienda, señalan las fuentes consultadas.

Este hecho dificulta la labor del inspector porque, para cruzar los datos, tiene que pedirlo al funcionario encargado de esas declaraciones. “Te tienes que fiar de la información que te aporten. Hay veces que lo facilitan pero otras veces se encargan ellos [el grupo de funcionarios selectos]. Pero en ningún momento podemos inspeccionarles”, aseguran funcionarios de Hacienda.

Quejas de los inspectores

Este sistema es criticado entre el personal de las Haciendas vascas, que se preguntan si el resto de las declaraciones de impuestos de los ciudadanos no son confidenciales. El grupo de inspectores fiscales ha considerado que este modelo puede ser utilizado como un pasadizo para el fraude fiscal. “Fíjese que nos referíamos siempre a este sistema como a la cueva de Alí Babá”, declaró hace dos años el exinspector Bruno Álvarez durante el juicio que encausó al entonces jefe de la Inspección Fiscal de Bizkaia, Juan Ramón Ibarra, por proteger a contribuyentes.

La Diputación de Gipuzkoa asegura que, desde que lo eliminó hace dos años, “no ha habido quejas” de los contribuyentes que tenían esas declaraciones secretas. “Las declaraciones de la renta, por sí mismas, ya son confidenciales y los datos que maneja Hacienda tienen que respetar la Ley de Datos”, afirma un portavoz de la Diputación guipuzcoana.

La Hacienda de Bizkaia ha afirmado que estas declaraciones fueron una “respuesta” a contribuyentes “que estaban sometidos a la extorsión de determinados grupos organizados” y que se realizan a solicitud del contribuyente. Sobre la cobertura legal, señala que existe una orden foral de 2004 pero referida a que las competencias en estos casos están en la Secretaría de Coordinación y Asistencia Técnica de Hacienda, sin precisar los criterios para que un ciudadano se acoja o no a este sistema. Ha agregado que el dato del número de declaraciones confidenciales “no se puede hacer público” y, ante la desaparición de la amenaza de ETA, asegura que “está previsto se vayan reduciendo [estas declaraciones secretas] en tanto se consolide un escenario de normalización”.

Etiquetas
stats