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“No queremos familias conflictivas”

Vecinos de Sestao protestan contras los comportamientos incívicos en el municipio.

Aitor Guenaga

Sestao —

Dos semanas han pasado ya desde que reventara la polémica en Sestao por las declaraciones de su alcalde, el peneuvista Josu Bergara, en las que llamaba “mierda” a los inmigrantes y aseguraba que les iba a echar -“a base de hostias, claro”-, del pueblo. Convocados por la asociación Sestao Aurrera, algo más de 300 personas se han concentrado este jueves en las escalinatas del Ayuntamiento y en el parque situado frente a la casa consistorial. Han hecho sonar sus silbatos, sus bocinas y han gritado contra los comportamientos incívicos de algunos de los residentes en el barrio conflictivo de Txabarri.

Esta noche no había cámaras de televisión y los periodistas se podían contar con los dedos de una mano. Pero los concentrados -a partes iguales entre los que habían venido a protestar por la delincuencia que se vive en el barrio de Txabarri y los que querían apoyar a su regidor ante lo que consideran un campaña de desprestigio contra él- mantenían las mismas ganas de denunciar el incivismo. Y la delincuencia. Y los robos. Y su hartazgo.

Alberto es un frutero que lleva con el negocio unos ocho años. Y ha oído muchas historias. Ha tenido suerte porque en todos estos años no ha tenido ningún problema en su tienda. “Queremos un barrio tranquilo, sin gente conflictiva, limpio de todo este tipo de gente”. Cuando se le pregunta a qué tipo de gente se refiere y si cree que detrás de algunos discursos se esconden comportamientos racistas, se pone en guardia. “No, no, yo no voy a entrar en el tema del racismo. A mí me da igual que venga de Rumania, que venga de Guinea, que venga de Retuerto, de Lutxana o de Portugalete. Yo estoy totalmente en contra de toda la gente incívica, venga de donde venga. No es racismo, es un tema de incivismo. Son cosas totalmente diferentes”. “Yo tengo clientes de muchas etnias: blancos rojos, azules y amarillos y para mí todo el mundo tiene cabida en este barrio siempre y cuando venga en plan bien”, apunta.

De fondo de la conversación suenan las bocinas, los silbatos, mientras los concentrados corean lemas como: “Sestao somos todos, únete”, “No queremos familias conflictivas” o “Ni un paso atrás contra el incivismo”. Alberto, el frutero de 50 años, conoce a Josu Bergara desde hace tiempo. Cree que las palabras de su alcalde han sido sin duda “desafortunadas”, pera las intenta contextualizar en un “momento de la conversación tenso, un calentón. No creo que lo dijera en tono racista. Lo que decía es que quiere limpiar el barrio de chusma, venga de donde venga”. “Vamos a olvidarnos ya del racismo y a querer hacer leña del árbol caído con unas declaraciones inoportunas que tuvo Josu”, concluye Alberto.

“Las palabras de Josu no han estado bien”

Tres jubilados que están en la concentración dan su opinión. “Las palabras de Josu no han estado bien. Pero están sacadas de contexto. Y además en plenas elecciones. Ya se sabe, las elecciones son las elecciones”, dice uno de los octogenarios. El PNV ganó el pasado 25M los comicios europeos en un municipio de la margen izquierda del río Nervión de 28.831 habitantes que fue feudo de los socialistas durante décadas. Andrea ha decidido no morderse la lengua. En sus palabras no hay rastro de un discurso políticamente correcto. Harta de robos y de los gitanos, clama: “Los gitanos que se vayan a tomar por culo. Que no se puede vivir con ellos”.

Los coches circulan por el centro de Sestao. Los concentrados llevan unos 20 minutos haciéndose notar. No pierden fuelle. Algunos hacen sonar su claxon al paso de la concentración. Uno de los conductores saca el brazo por la ventanilla en señal de apoyo. Otro conductor lleva una camiseta contra el racismo.

David Fernández, presidente de la Asociación Sestao Aurrera -que lleva más de un año trabajando en el barrio a raíz del “problema de convivencia y de gente inadaptada”- considera un éxito la concentración. “Esto que hemos hecho hoy es muy bueno para concienciar a la gente de que Sestao tiene un problema muy grave y de difícil solución”. Sobre las declaraciones del alcalde, Fernández dice que son palabras “que están fuera de lugar y que no procedían. Pero le hemos defendido porque se ha querido sacar ventaja política y se ha intentado echar mucha porquería acusándonos de racistas, cuando no es así. Sestao es un pueblo acogedor, recibimos a la gente con los brazos abiertos, pero exigimos que la gente se comporte, tenga unas medidas de convivencia que sean cívicas y que no hagan lo que les dé la gana. Miramos a la gente por sus actos, no por su nacionalidad”.

Para el presidente de Sestao Aurrera, la única salida es que se combinen planes de seguridad, de educación y de vivienda, y que se involucre el ayuntamiento, la policía y las instituciones supramunicipales. “Pero sobre todo necesitamos que se involucren los vecinos para tirar del carro y evitar que el problema se estanque y se quede ahí”.

La concentración ha terminado con una fuerte aplauso de los concentrados. No será la última. Seguro.

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