La mitad de las fundaciones no presenta sus cuentas al cierre de cada año
La legislación sobre fundaciones es “realmente permisiva”, lo que ha propiciado que este sector se haya convertido en un laberinto en los últimos años, con abundancia de organizaciones imperantes. Así lo reconoce el Gobierno vasco, que está elaborando un anteproyecto de ley para reformar este sector porque en los últimos años se han detectado varios incumplimientos. El principal incumplimiento detectado es la rendición de cuentas. La mitad de las fundaciones no cumple con la obligación de presentar sus cuentas al cierre de cada año. Además el 30% de las que sí las presentan, lo hacen fuera de plazo. Se trada de datos que reflejan la necesidad de incluir en la futura ley algunos mecanismos que permitan que la administración pueda actuar “de un modo rápido y eficaz, sin tener que recurrir al auxilio judicial”.
“El incumplimiento de dicho deber no es baladí dado. Se trata de una de las pruebas más importantes que pueden indicar que su actuación es correcta y dan cumplimiento a los fines de interés general promulgados en sus Estatutos”, explica Elixabete Etxanobe, directora de Relaciones con las Administraciones Locales y Registros Administrativos del Gobierno vasco. Etxanobe ha participado en un congreso organizado por el Gobierno vasco sobre las nuevas orientaciones en la organización de las fundaciones, en el marco de los cursos de verano de la Universidad del País Vasco (UPV).
El texto de la Ley Vasca de Fundaciones que presentará el Gobierno prevé medidas para las fundaciones que no cumplan con sus obligaciones básicas. Por ejemplo: el cierre del registro y la imposibilidad de acceder a subvenciones. Otra de las novedades que incluirá el anteproyecto de ley será la obligación de que las fundaciones públicas o con participación en el sector público reviertan a la propia administración los fondos aportados una vez que se liquiden.
El sector fundacional en Euskadi está compuesto en la actualidad por 591 fundaciones que dan empleo a más de 11.000 personas. En este sector parece que no ha decaído el empleo, ni en Euskadi ni en el resto de España. Ello podría deberse a que el sector puede estar actuando “como un factor compensatorio de la reducción de actividades de las administraciones y de las entidades lucrativas como consecuencia de la recesión”, tal como señala el informe de la Asociación Española de Fundaciones.
Actitud ejemplar
Entre la tipología de fundaciones inscritas, la más numerosa es la de las que persiguen fines de docencia e investigación. A su vez, éstas son también las que menos cuentas presentan. Según el nivel de ingresos declarados, hay una media de 110 fundaciones que están inactivas, pero tal circunstancia no ha podido ser constatada por la administración.
“La sociedad actual”, resalta Etxanobe, “demanda cada vez con más intensidad unas actitudes ejemplares,no solo de sus representantes políticos, sino también de los altos directivos de todas aquellas instituciones tanto públicas como privadas que tengan influencia en su vida cotidiana. Esa demanda se extiende a los directivos de todas las organizaciones que tengan una legislación beneficiosa por perseguir fines sin ánimo de lucro y de interés general o se nutran, en todo o en parte, de presupuestos públicos en forma de subvención. Debemos adoptar por ello, sistemas de gestión basados en valores”.
