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El presidente del TVC llega tocado al Pleno sobre las ayudas a Epsilon

Aitor Guenaga

Bilbao —

El presidente del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TCVP), José Ignacio Martínez Churiaque, pasa por sus horas más bajas dentro y fuera del tribunal. Nombrado hace cinco años a instancias del PP y con el apoyo entonces de los socialistas, ha ido tomando algunas decisiones en los últimos meses que han sido cuestionadas dentro y fuera del tribunal fiscalizador. Churiaque llega tocado a la reunión del Pleno del tribunal que debe, en su caso, aprobar el dictamen sobre las ayudas públicas a Epsilon, el proyecto automovilístico de la etapa del lehendakari Ibarretxe que acabó en un sonoro fiasco.

Se da la circunstancia de que Churiaque ha sido el ponente de dos informes que han levantado cierta controversia interna: el de fiscalización de la contratación en Lanbide, el Servicio Vasco de Empleo, y el de las ayudas públicas al proyecto Epsilon. Y ninguno de ellos ha tenido una tramitación interna fácil.

El primero supuso un varapalo a la política de contratación desarrollada por el Gobierno socialista en Lanbide y en el se detallaban las irregularidades detectadas por el TVCP, entre ellas el hecho de que al no haberse aprobado la RPT “no se podían haber realizado los 147 contratos temporales y nombramientos interinos hasta cobertura reglamentaria del puesto de trabajo realizados por Lanbide-Servicio Vasco de Empleo durante el periodo analizado” (2011-2012).

Pero su aprobación no fue pacífica dentro del tribunal. El propio José Ignacio Martínez Churiaque, ponente del informe, presentó un voto particular en contra del propio informe -en un acto inusual- al entender que una mayoría de consejeros de cinco a dos (los nombrados a instancias del PNV y del PSE-EE) había cepillado el inicial redactado por él. En su voto particular que acompañaba al informe se incorporaban todas las irregularidades que, según Churiaque, habían sido retiradas del texto final y que aparecían en su propuesta inicial.

En el otro lado de la balanza se colocaron dos consejeros del tribunal, en concreto su vicepresidente, José Miguel Bonilla, y el consejero Mariano García Ruiz, ambos nombrados a instancias del PSE, que también presentaron un voto concurrente. Ambos apuntaron en su voto que “el trabajo de fiscalización se había realizado sin la existencia previa de un memorándum de Planificación aprobado” por el pleno del TVCP. Dicho memorándum fue aprobado en el mismo Pleno en que se aprobó el informe provisional. Y además apuntaban que el informe provisional presentado para su análisis y aprobación por el Pleno, era diferente al debatido en la CTA“ [Comisión Técnica de Auditores].

Sorpresa en el Parlamento vasco

El segundo informe ya ha visto retrasada su aprobación, prevista en principio para el pasado 26 de marzo. La reunión en marzo de la Comisión Técnica de Auditores, previa al pleno del 26 y que estuvo presidida por Churiaque, evidenció las discrepancias que había con la propuesta de informe redactada por el presidente. Para entonces, los consejeros del PNV y del PSE ya conocían la existencia de una carta remitida al Parlamento vasco en la que Churiaque informaba al Parlamento de que el informe sobre las ayudas a la empresa Epsilon, prometido para el 30 de marzo por el propio presidente, “se demorará hasta junio de 2014”. La decisión había sido adoptada por el presidente del órgano fiscalizador vasco de manera unilateral y sin comunicarla previa a los miembros del Pleno de Tribunal, según fuentes conocedoras de la decisión. La carta, además, no tenía sello de salida del tribunal. Esta maniobra disgustó profundamente a los vocales nombrados por el PNV y el PSE-EE, que valoraron forzar un pleno para que el presidente se explicara.

Y tampoco fue entendido por los destinatarios de la misiva, fechada el 10 de marzo pasado, los miembros de la comisión parlamentaria de Desarrollo Económico, que preside el peneuvista Javier Carro, que tras comentarla con el resto de la comisión acordó pedir explicaciones a Churiaque.

“Me ha sorprendido su carta, tanto en el fondo como en las formas. En el fondo porque desconozco cuáles son los motivos que han hecho que este informe no esté listo para esta fecha, espero que por escrito me lo diga y pueda de esta forma trasmitirlo a los miembros de la Comisión, máxime cuando el 10 de diciembre de 2013 en su comparecencia ante esta Comisión que presido, usted mismo nos anunció que los trabajos estaban bastante avanzados e incluso nos adelantó algunas pinceladas del mismo”, se señala en la misiva, a la que ha tenido acceso eldiarionorte.es.

“Me ha sorprendido también por las formas del envío de las cartas, unas cartas que envía a todos los miembros de la Comisión, cambiando únicamente el destinatario y que carecen de registro de salida del organismo que usted preside”, concluía la carta remitida a Churiaque por el peneuvista Carro casi una semana antes del pleno del pasado 26 de marzo, que concluyó sin fumata blanca en lo que a la aprobación del informe se refiere.

Los consejeros del PSE y del PNV -mayoría en el tribunal- finalmente no exigieron la convocatoria de un pleno extraordinario para que Churiaque explicara todas estas maniobras realizadas a sus espaldas, pero no se descarta que en la reunión de hoy el tema pueda incorporarse en el orden del día.

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